Establecer cuáles fueron los hechos más relevantes del año siempre es un intento complejo y en materia aeronáutica no es diferente, pero no habrá dudas en calificar al COVID-19 como el agente más perturbador de la aviación desde que los hermanos Wilbur y Orville Wright volaron el Flyer I en Kitty Hawk, Carolina del Norte, Estados Unidos o, si se prefiere, Alberto Santos-Dumont realizó un circuito completo con un avión motorizado en el campo de Bagatelle, París, unos años más tarde.
Así es, la pandemia ha afectado a la aviación en todos sus niveles, desde los fabricantes a las aerolíneas, pasando por la aviación de negocios, deportiva y un poco menos en las decenas de trabajos aéreos que se realizan a partir de aviones y helicópteros en todas partes del mundo.
Boeing 737 MAX
Fuera de la pandemia, este año la crisis derivada de las fallas del 737 MAX, que ha puesto en jaque a Boeing y afectado en su prestigio a la mismísima Federal Aviation Administration (FAA) continuó entre los temas destacados de la aeronáutica mundial aunque, paradójicamente, el SARS-CoV-2 haya atenuado esa crisis en desarrollo. En ese sentido tanto la prolongada estadía obligatoria de los MAX en tierra, como la reciente anulación de la orden que detuvo la operación del avión, y las Directivas de Aeronavegabilidad dictadas, fueron centrales en las noticias.
Otro de los acontecimientos que marcaron el año también tuvo como protagonista al fabricante Boeing –muy probablemente como daño colateral de la crisis descripta anteriormente–, al desistir de la compra de divisiones de la empresa brasileña Embraer, en una jugada que habría buscado emular la adquisición de la línea CSeries, de Bombardier, que realizó Airbus en 2017 y que hoy se observa como una jugada maestra, sobre todo por el modelo de avión y la paulatina reactivación aeronáutica que podría darse en la pospandemia.
Hay una aviación que se transforma
Pero quizá lo que más sorprenda en el largo plazo no sean los hechos negativos que estrujan a la aviación hoy, sino justamente su transformación como consecuencia de lo que se transita.
En Aeromarket se ha expuesto desde hace meses que seguramente surgirán nuevos modelos de negocios, fusiones y adquisiciones de empresas tal como se puede observar en estos días con la operación de compra de Air Europa por parte de Iberia (IAG), la reingeniería en los costos y operaciones que ha realizado Lufthansa para adecuarse a los tiempos actuales y preparase lo mejor posible para el futuro, y la reciente información que revela la decisión de los mayores accionistas de LATAM, la familia Cueto, de convertir a la aerolínea en una low cost.
Otro tanto ha ocurrido en materia de ingeniería e incorporación de nuevos conocimientos a la aviación ya que, a pesar de la pandemia, la revolución Industria 4.0 está en plena explosión y tecnologías como el procesamiento de datos, softwares y sensores facilitan la predicción, el control y planeamiento que le dará a las operaciones una eficiencia difícil de estimar pero sorprendente, lo cual se traduce en avances que se venían observando en segmentos como la inteligencia artificial aplicada a la aviación, las pruebas con nuevos combustibles, la aviación eléctrica e híbrida, el vuelo urbano (tripulado desde el vehículo, remotamente o autónomo) y, entre otros, el transporte sub-espacial, todos saltos sorprendentes que expandirán la aviación antes que contraerla.
Es muy cierto que hacer pronósticos es cuanto menos arriesgado, pero subrayar la información que se han difundido desde Aeromarket y la prensa especializada a lo largo de este año es algo que se debe hacer.
Un mundo distinto con posibilidades de ser mejor
El mundo se está reconfigurando. El proceso genera lógica incertidumbre, pero también presenta oportunidades y desafíos que se podrán asumir como progreso cuando los factores traumáticos del cambio vayan superándose. De lo que no hay dudas es que el futuro será mejor si la libertad, medio en el que el ser humano desarrolla su creatividad más plena y sorprendentemente, se impone a tendencias autoritarias que siempre están al acecho.
Por eso el análisis de Aeromarket coincide con el deseo de seguir siendo testigo de una aviación pujante que siga elevándose por cielos ilimitados.
