Política aeronáutica y aeronáutica política (con “p” minúscula)

“Así están las cosas en la aviación.” La editorial de Aeromarket 229, de mediados de octubre 2018.

Luis Alberto Franco
Director de Aeromarket.

Se entiende el contexto adverso y, hasta cierto punto, que el Gobierno no logre encaminar la economía. Se han hecho muchísimas cosas bien, pero el principal problema persiste mientras otros asuntos no se abordan como corresponde. En todos los casos los argentinos parecemos conspirar contra nosotros mismos, lo cual es alarmante, sobre todo luego de las experiencias vividas.

En materia de aviación es tan difícil entender hacia dónde se dirige el Ministerio de Transporte como la actitud de la oposición y especialmente la de los gremios. A esta altura, la buena idea denominada “Revolución de los aviones” está abandonando incluso esa tenue categoría de “idea” sin haber llegado a ser una política bien concebida y eficientemente ejecutada. Es lógico, sin lo primero lo segundo es imposible.

Al momento de escribirse estas líneas se informaba que Andes Líneas Aéreas estaría por desafectar dos Boeing NG (LV-GWL y LV-HHK) por razones de “fuerza mayor”; otros indicios permiten suponer problemas financieros. En un reciente reportaje el CEO de Flybondi deslizó respecto de la imposibilidad de operar en Aeroparque que “cuando quisimos ir […] nos dijeron que no […] Es extraño. Es lo único que puedo decir. Siempre me dijeron que no había espacio para pernoctar. También escuché que Aerolíneas, Andes y LATAM a veces tienen que volar en ferry a/o desde Ezeiza porque no hay espacio […] eso no nos gustó ya que es complicado y caro […] Pero bueno, ahora parece que aparecieron algunos lugares [para Norwegian].”[1] Como dijo George Orwell: “En la granja todos los animales somos iguales pero hay algunos que son más iguales que otros”.

En una reciente reunión de prensa Aerolíneas Argentinas anunció que “los clientes Aerolíneas Plus podrán acceder a descuentos de hasta el 55% para canjear sus millas …”. Días antes se había lanzado una campaña de publicidad que ofrecía gran cantidad de pasajes a $499 el tramo y a pagar en 12 cuotas (un dólar por mes). Cuando AeroMarket preguntó sobre cómo resultaron los números de una anterior promoción a precio de ganga, respondieron que no tenían los números, y al solicitar información sobre la estimación de plazas para esos programas tampoco obtuvimos respuestas concretas. Lo mismo ocurrió cuando inquirimos cómo se correspondían estas promociones en el marco de la apertura a aerolíneas privadas que estaban invirtiendo: se nos dijo que “Aerolíneas no fijaba la política aerocomercial sino que cumplía con las instrucciones del Ministerio de Transporte”. Una competencia subsidiada totalmente desleal (opinión del ciudadano, no del periodista).

Por el lado gremial el panorama es caótico. APA, APTA, UPSA, UALA, APLA, ATEPSA y ATCPEA realizaron un “Plenario Intersindical” en dónde acordaron oponerse a casi todo. En el documento final acordado la palabra “rechazo” aparece 11 veces y lo que no se rechaza se reclama y lo que no se reclama es amenaza. Las intenciones políticas del sindicalismo aeronáutico muestran que una “línea de turbonada” estaría llegando a los aeropuertos con la amenaza de impedir el vuelo aerocomercial. La politización de las organizaciones sindicales es tal que llegan a rechazar el Presupuesto Nacional a la vez que intentan establecer los lineamientos de un programa aerocomercial como si formaran parte del Ejecutivo Nacional. Por un lado es lógico ya que Transporte, como dijimos, no muestra nada consistente. Lo curioso del documento final es que piden por las compañías aéreas privadas que hasta hace poco más de dos años intentaban ahogar despojándolas de rutas, esto es así y Sol es la prueba.

Otro rasgo de la reunión gremial fue la asistencia de 470 delegados, lo que demostraría que en materia de sindicalistas la representación está muy bien establecida, pero si fueran tribus estarían en problemas. De cualquier forma, el número no es algo menor ya que la reunión se dividió cuando un grupo comenzó a cantar “vamos a volver, vamos a volver…” mientras que la otra mitad comenzó a silbar. El enrarecimiento del clima fue tal que Edgardo Llano, secretario general de APA dijo: “.Vamos a volver sí, vamos a volver a hacer otro plenario…”, los cual calmó los ánimos.

 

“De la aviación general mejor ni hablar. Las negociaciones de las LAR/RAAC están prácticamente empantanadas. Las entidades representativas de la aviación civil se reúnen día tras día y suman decenas de horas de cónclave con las autoridades, pero la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) aprueba y desaprueba iniciativas mostrando la misma pasión.”

 

De la aviación general mejor ni hablar. Las negociaciones de las LAR/RAAC están prácticamente empantanadas. Las entidades representativas de la aviación civil se reúnen día tras día y suman decenas de horas de cónclave con las autoridades, pero la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) aprueba y desaprueba iniciativas mostrando la misma pasión. El máximo responsable del organismo no suele aparecer en las reuniones técnicas, mientras que en los pasillos de las oficinas que la ANAC tiene en el tradicional edificio de Crónica se comenta que ese funcionario está donde está para ejecutar órdenes y no para liderar. El rumor es verosímil ya que el liderazgo implica ciertas capacidades. Por su parte, los encargados de llevar adelante las conversaciones sobre la armonización y adaptación de la normativa muestran solvencia técnica, pero no parecen tener ningún poder de decisión ya que todo queda para después y en el interregno se desvanecen los impulsos y casi todos los temas vuelven a fojas cero.

En materia impositiva la aviación sigue agobiada por los aranceles y demás gabelas. Esto eleva los costos de importación de aeronaves y repuestos a cifras similares a las que existían en pleno gobierno de Cristina Fernández de Kirchner; la única diferencia son las DJAI que en realidad fueron reemplazadas por otros instrumentos ideados por la superviviente y siempre creativa burocracia argentina.

Así están las cosas en la aviación. Una vieja máxima de la geopolítica dice que los espacios que no se ocupan son cubiertos por otros. Parafraseando la máxima podemos decir que en materia de administración del Estado, y en nuestro caso la aviación, la falta de una política aeronáutica y la improvisación permiten que los espacios desocupados sean asaltados por quienes politizan todo de la peor manera.

 

[1] Reportaje en Aviación News 27 de septiembre de 2018.
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