Augusto Heleno, quien sería el próximo ministro de Defensa de Brasil en el gobierno del recientemente electo Presidente Jair Bolsonaro, dijo a la prensa que el mandatario apoyaría el acuerdo de Embraer – Boeing, pero que primero es necesario conocer todos los detalles del asunto.
En julio las dos empresas fabricantes de aeronaves firmaron un acuerdo provisional para la formación de una empresa conjunta de aviación comercial en la que Boeing tendría el 80% del paquete accionario y Embraer el restante 20%. Ser trata de un negocio que representaría unos 750 millones de dólares que es, de alguna manera, una respuesta al acuerdo que Airbus y Bombardier alcanzaron en torno al programa CSeries (hoy A220) del fabricante canadiense.
Embraer es una empresa privada que cotiza en la New York Stock Exchange, la bolsa neoyorkina, en la cual el Gobierno brasileño conserva una capacidad de veto gracias a la denominada “acción de oro”, que sería la llave para impedir el acuerdo si la administración Bolsonaro así lo decidiera.
El mercado aerocomercial está efervescente por varias razones y Embraer debería tomar una decisión porque una de ellas es una competencia cada vez más dura. En el caso del fabricante brasileño, por ejemplo, en el último trimestre se registraron pérdidas en el orden de los 22 millones de dólares.
¿Repentino interés militar de Boeing?
Aunque en la negociación del acuerdo entre ambas compañías se había establecido que Boeing no participaría de los negocios militares de Embraer, hace algunos días surgió una información que señalaba que el gigante aeroespacial norteamericano estaría interesado en establecer en los Estados Unidos una segunda línea de montaje para el avión de transporte KC-390 que Embraer ha diseñado y fabricado para competir en el segmento del Super Hércules C-130J de Lockheed Martin.
Seguramente la discusión seguirá abierta hasta pasada la asunción del nuevo gobierno brasileño, pero los ojos de la industria están sobre este importante acuerdo que podría significar mucho para la aviación y la propia supervivencia de Embraer.