La gran volatilidad en la aviación civil y comercial reitera que es imposible hacer pronósticos sobre la industria y que lo único que se puede asegurar es que la aviación continuará desarrollándose. Se estima que pasarán más de dos años antes de recuperar el nivel de actividad al nivel de 2019.
Thiele cuestionaba que el Estado comprara acciones a un precio nominal que consideraba inferior al del mercado y no estaba conforme con la injerencia que tendría el gobierno en la nueva realidad de la aerolínea …
Hace pocos días Heinz Hermann Thiele, el tercer empresario más acaudalado de Alemania e importantísimo accionista de Lufthansa, sacudió el mercado al cuestionar el rescate estatal de la aerolínea cuya tramitación ante la Unión Europea estaba en la etapa decisiva. Thiele cuestionaba que el Estado comprara acciones a un precio nominal que consideraba inferior al del mercado y no estaba conforme con la injerencia que tendría el gobierno en la nueva realidad de la aerolínea, su posición ante los recortes que se harían para enderezar la empresa, además de la cesión de derechos en los aeropuertos de Frankfurt y Münich.
Al cierre de esta edición la situación se había resuelto. Thiele cedió y apoyó la solución federal y pocas horas después Bruselas aprobó la inyección de 9.000 millones de euros del gobierno alemán en la aerolínea.
La decisión del empresario sumada a la comprensión de los empleados al aceptar acompañar la situación por la que atraviesa la aviación general en todas partes y una rebaja en los sueldos ayudó a que todo el proceso alcanzara una solución. Al menos hasta el momento. En este sentido, UFO, el sindicato que reúne a los tripulantes de cabina, decidió sumarse a los otros gremios aceptando una rebaja de salarios con el objetivo fundamental de conservar la mayor cantidad de puestos de trabajo posibles.
La pregunta es ¿por qué el empresario estaba tan dispuesto a comprar una participación mayor en una empresa aérea que pierde casi 1 millón de dólares por hora para imponer un criterio distinto a la solución estatal?
La pregunta es ¿por qué el empresario estaba tan dispuesto a comprar una participación mayor en una empresa aérea que pierde casi 1 millón de dólares por hora para imponer un criterio distinto a la solución estatal? En principio porque la aviación volverá a atraer inversiones pronto. Esto está corroborándose en ciertos datos confiables que indicarían una recuperación mayor a la prevista de la aviación turística dentro de Europa, por lo que se está re-estimando la actividad aumentaría un poco más rápido que lo pronosticado. En otras palabras, la tendencia es auspiciosa. También las encuestas señalan que los europeos que están dispuestos a viajar en avión aumentan semana a semana al son de buenas promociones (lo mismo se registra en sondeos realizados en los Estados Unidos) para vuelos domésticos.
Luego de conocerse el visto bueno al acuerdo que posibilita el ingreso de recursos del Estado, la predisposición de los sindicatos y la visión de empresarios del peso de Thiele, las acciones de Lufthansa en la bolsa de Frankfurt treparon un 14%.
Pero hay algo más. Hace unas semanas, al describir la situación de la empresa, el propio CEO de Lufthansa, Carsten Spohr dijo que después de los tres años más exitosos en su historia la aerolínea se enfrentaba a una crisis única y casi imposible de soportar, por lo que el objetivo primordial era evitar la quiebra para luego concentrarse en preservar la mayor cantidad de empleos y la competitividad que habíamos logrado. Esto demostraría que el escenario post COVID-19 podría ser muy similar al preexistente a la pandemia, esto es, de mucha competencia y diversidad de modelos de negocios.
La discusión sobre el regreso de las aeronaves estatales o los modelos privados se va saldando. Hoy los estados salieron a sostener, pero la mayoría sabe que no podrán distraer recursos necesarios para la reconstrucción de sus economías, para sostener empresas aéreas si hay fondos y ahorristas privados dispuestos a invertir en el negocio.
Va a ser muy interesante observar lo que sucederá en los próximos meses en materia las relaciones laborales en un mercado que irá retomando la actividad paulatinamente pero de manera continua en medio de caídas del PBI y un escenario de desocupación por un lado, el interés de los inversionistas por el otro y la necesidad urgente que tiene Europa por el retorno esencial del turismo, entre otras actividades. También la resolución del distanciamiento social que parece estar cediendo en todas partes. Los aviones con tabiques o asientos libres de por medio y otras rarezas no serán viables, por lo que lo más posible es que cuando mientras el virus siga bajo control, los barbijos y auscultar a pasajeros en el abordaje y desembarque serán las única medidas que queden en pie.