La Comisión Paritaria de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) rechazó la propuesta de 7% de mejora salarial presentada por Aerolíneas Argentinas, al considerar “inadmisible que a 15 meses del último acuerdo paritario realizan dicha propuesta”.
El disgusto fue mayúsculo, al menos de cara a los afiliados (antiguos y recién llegados).
“La negativa empresaria a recomponer nuestros salarios representa una marcada incitación a un conflicto innecesario. Durante meses fuimos sumamente prudentes en cada instancia de diálogo. Pero la ausencia de buena fe en las negociaciones por parte de la compañía pone un límite a nuestra paciencia”, reza un comunicado oficial.
“A esta altura no hay tiempo que perder. Es hora de que los directivos de Aerolíneas Argentinas empiecen a trabajar, de una buena vez, en la búsqueda de soluciones para llegar a un acuerdo”, continúa el texto que firma la Secretaría Gremial.
Pareciera que los compañeros no se están acompañando, o que los líderes de los pilotos no han salido del simulador para ver el mundo tal y como es desde el llano y las alturas. ¿Ignora APLA ignora lo que sucede en todas las aerolíneas? ¿Desconoce las quitas en los salarios a lo largo y ancho del planeta? No es el único error de juicio: también llama empresarios a quienes no lo son ni lo serán por la naturaleza misma de las cosas. Aeronáuticamente están en una desorientación espacial profunda, es decir, confundidos por sensaciones psicofisiológicas propias de un vértigo gremial desactualizado.
Controladores
En ATEPSA, el gremio de los controladores de tránsito aéreo, sucede otro tanto, pero se fijó un impasse en las negociaciones con la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) hasta el 8 de enero. Los gremialistas han señalado que no aceptarán un “ofrecimiento atado a la pauta estatal” e insistirán con un 35% y el adelantamiento de aumentos acordados.
Al menos ATEPSA no utiliza un lenguaje de confrontación como el de APLA.
Es posible que vengan conflictos estivales aunque ponderar la situación general podría llevar a otras actitudes.
En medio de todo está la política. O, mejor dicho, antes que los compañeros está el “movimiento”.
