El culto de la personalidad es una costumbre que se convierte en un vicio de la política. En todas partes, a todos los niveles.
También en la ANAC, que en los últimos tiempos ha redoblado la publicación de fotos de su administradora en las redes sociales. El ideal sería mostrarla haciendo lo que quieren los integrantes de la comunidad aeronáutica, incluyendo a los pasajeros, pero eso, en nuestro caso, es difícil, por lo que la política de la Administración es mostrarla participando de eventos organizados por terceros y firmando acuerdos diversos.
Así la información con la que la autoridad bombardeó las redes en los últimos días se refiere a los siguientes
temas:
Disertación en el panel “El presente de la aviación en Latinoamérica”, en el marco del #IAWA2021 (International Aviation Womens Association).
Firma de un tratado con Belice.
Actualización del tratado bilateral con Chile.
Firma de un acuerdo con Emiratos Árabes Unidos.
Homenaje a Carola Lorenzini.
Participación en ICAN (ICAO Air Services Negotiation Event).
Convenio bilateral con Kenya.
Tratado bilateral con Kuwait.
Tratado bilateral con la República Checa.
Firma del acuerdo de tolerancia cero a las violencias en el ámbito aeronáutico.
Todas estas acciones son positivas, absolutamente ninguna es censurable, todas están dentro de las atribuciones de la Administración y todas apuntan, de un modo u otro, al mejoramiento de la aviación civil argentina. Pero hay una cuestión de oportunidad que no puede soslayarse. ¿Es esto lo que la aviación civil argentinaestá pidiendo a sus autoridades? ¿Son éstas las reuniones urgentes que hay que llevar adelante?
Lamentablemente, la respuesta es no. Las fotos que nos harían felices serían las de la administradora con los actores de la aviación civil, con las líneas aéreas, con las cámaras … y los anuncios que estamos esperando tienen que ver con el futuro de la aviación civil argentina, con todo lo que se cortó con la cuarentena y con el modo de salir del atolladero en que estamos.