Las recientes declaraciones de Tomás Insausti, titular de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) al matutino Clarín, demuestran el alcance de sus conocimientos sobre el sector que debe gestionar, a la vez que exhibe una limitada compresión del texto (hoy tema de discusión en la educación básica) de la “Carta Abierta al Presidente de la Nación” que publicaran las entidades más representativas de la aviación general argentina, el pasado martes 15 de mayo. La precedente afirmación se basa en que Isausti dice:
“No es cierto que la aviación civil se esté muriendo. En estos años abrieron 40 centros de entrenamiento nuevos y hay más de 300 aeronaves nuevas matriculadas”. La propia carta de las entidades advierte sobre una aviación que tiene escuelas de vuelo marginales y que la ANAC no controla como debería los sectores que no están dentro del sistema (también empresas clandestinas de aeroaplicación y otras) sino aquellos que están registrados y al día en relación a la Autoridad Aeronáutica. Además, la mayoría de las nuevas aeronaves matriculadas en la actual gestión de gobierno son las que se compraron antes del denominado “cepo cambiario” que no pudieron ingresar hasta la llegada del Presidente Mauricio Macri. Aquí también vale una aclaración: en la Administración Macri los impuestos internos que habían bajado considerablemente en un primer momento, volvieron al mismo nivel que los de la era Kirchner, es decir, superan el 30%, lo cual está deteniendo otra vez la renovación del parque aeronáutico u obliga a buscar caminos alternativos para incorporar aviones y helicópteros modernos.
A esta situación, podemos agregar decenas de temas pendientes de solución que no pudieron ser incluidos en la “Carta Abierta” por razones de síntesis comunicacional, por ejemplo, la situación de unos 300 alumnos piloto o pilotos que buscan obtener una licencia superior, que están esperando rendir examen de vuelo desde hace meses. Esta situación se circunscribe, en buena medida, a temas administrativos de simple resolución.
Los reclamos que se hicieron públicos esta semana no son para nada secundarios pero las entidades han mantenido una extrema prudencia en sus planteos públicos para dar tiempo para que la ANAC, brazo regulador del Transporte y el Gobierno Nacional, reaccione con la rapidez y eficiencia que requiere la actual coyuntura y, sobre todo para diseñar una verdadera política para el sector.
Luego de la “Carta”, el director de Seguridad Operacional de la ANAC, que asumió hace unos días, aceptó reunirse con los dirigentes de la aviación civil y trabajan en una agenda interesante.SolCabe destacar que señor Tomás Insausti no estuvo presente. Ahora queda por verse si se avanzará en soluciones. El tiempo no sobra.
Siendo Jefe de Aeródromo no he recibido en 8 años una visita, control, chequeo de condiciones edilicias y/o capacitación alguna, estamos totalmente solos y con toda la responsabilidad de minimizar al máximo los riesgos, tema remuneración tenemos que lidiar con intendentes que poco les importa y utilizan los predios para usos Políticos, lamentable pero real