El Virgin Galactic avanza

Un formidable proyecto privado para el espacio.

El Virgin Galactic en su segundo vuelo supersónico. Foto: Virgin Galactic.

Sir Richard Branson es un empresario innovador que contribuye con proyectos y modelos de negocios exitosos al desarrollo de la aviación civil y tiene, además, una visión muy precisa de lo que quiere hacer más allá de la atmósfera terrestre.

El objetivo más osado de este empresario, dueño de un enorme grupo de compañías que conforman el Grupo Virgin y creador de Virgin Galactic, es volar comercialmente al espacio y suborbitar el planeta con naves tripuladas que puedan realizar navegaciones científicas, lanzamientos de pequeños satélites y hasta llevar pasajeros turísticos.

Hace unos días Virgin Galactic anunció que ha avanzado en el montaje de otra nave espacial. Al completarse la fabricación de piezas de las estructuras primarias del ala, fuselaje, cabina, morro y conjunto de derivas y se integre el sistemas para el ala y la construcción de la instalación del cockpit, la nueva aeronave espacial será otro hito para una industria que piensa más allá de la atmósfera.

El primer paso en el montaje es unir la estructura interna para completar lo que los técnicos llaman la «caja de huevos». Concluida esta etapa se unirá la estructura interna a las capas o “pieles” de las alas superiores. En esta etapa la estructura del ala está abierta y el equipo tiene acceso para comenzar la instalación de los sistemas esenciales, es decir, componentes tales como el tren de aterrizaje, el sistema de control de reacción (RCS), los controles de vuelo y el tubo neumático que alimenta el sistema de morro y derivas que proporciona a SpaceShipTwo una configuración tan particular. Junto con estos sistemas, el equipo también instaló el cableado de la aviónica.

Después de instalar los sistemas, el equipo movió la estructura del ala a su lugar para comenzar el cierre. Cerrar el ala consiste en integrar ambas estructuras y sistemas antes de unir las capas inferiores y completar la estructura principal del ala. Una vez que la estructura está completa se ensambla el ala al fuselaje.

Virgin Galactic hace todo esto en su centro de operaciones en Mojave, California, Estados Unidos.

El vuelo fue impulsado por un cohete híbrido que dio un impulso al avión espacial que llegó a Mach 3,04 y lo elevó a casi 90.000 metros.

El proyecto ya tuvo varios vuelos en los que llegó a los límites del espacio por encima de nuestro planeta y a velocidades supersónicas. Fue como parte de los ensayos y de un cronograma que avanza a pesar de los grandes desafíos del proyecto. En el segundo vuelo la nave transportó a tres personas, los dos tripulantes y un pasajero, algo inédito para la aviación privada. El vuelo fue impulsado por un cohete híbrido que dio un impulso al avión espacial que llegó a Mach 3,04 y lo elevó a casi 90.000 metros.

El Virgin Galactic en pleno montaje. Foto: Virgin Galactic.

El cohete fue diseñado y construido por TSC, subsidiaria de Virgin Galactic. Se trata de un motor que ha sido registrado en el Guinness World Records como el cohete híbrido más poderoso de la historia para ser utilizado en vuelos tripulados. Con un peso aproximado de 1361 kg. tiene un empuje 320kN y un quemado que se extiende por 60 segundos, brindando la energía suficiente para impulsar VSS Unity al espacio y, como se ha dicho, a casi tres veces la velocidad del sonido.

El piloto de aquel histórico vuelo fue Dave Mackay y el copiloto Michael «Sooch» Masucci quienes fueron acompañados por Beth Moses, la instructora principal de astronautas de Virgin Galactic, que a pesar de ser instructora de astronautas, fue como pasajera.

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