Publicado en el periódico Aeromarket
Al cierre de la presente edición de Aeromarket, una resolución de la jueza Claudia Rodríguez Vidal, detenía el desalojo de LAN Argentina del hangar que la aerolínea alquila en Aeroparque Jorge Newbery, hasta que se defina la legalidad de la decisión del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA). La decisión judicial marca cierto alivio en una larga saga de vicisitudes que parecen alinearse en una misma dirección e intencionalidad.
LAN ha sufrido varias dificultades en los últimos tiempos, entre ellas recordamos la obligada suspensión de servicios al exterior desde Rosario, los aumentos y adelantos exigidos por Intercargo, las trabas para mejorar su flota, las restricciones para operar en más rutas y el actual conflicto, son sólo algunas de las peripecias que tuvo y tiene que soportar la aerolínea.
LAN Argentina es una empresa privada que como tal no recibe subsidios ni prebendas para prestar servicios a un creciente número de argentinos que, por diversas razones, prefieren volar en una compañía aérea que no sea ni Aerolíneas Argentinas ni Austral. Su flota e infraestrustrua surgen de inversiones genuinas y su plan de negocios tiene por objeto generar dividendos a sus accionistas. Un término a tener en cuenta en esa ecuación –que puede llegar a parecer una extrañeza en la enmarañada Argentina actual– es que la empresa brinda trabajo a cientos de argentinos que hoy por hoy sienten que sus empleos están en peligro. Respecto de esa realidad, varios empleados de LAN han manifestado por diversos medios que no desearían ser absorbidos por las empresas estatales, sino que prefieren que LAN siga operando como lo venía haciendo.
En ese contexto, han sido varias las organizaciones que han manifestado su preocupación por lo que sucede con LAN, entre ellas, podemos citar al Foro de Consultoras de Viajes Empresariales (FACVE), que emitió un comunicado para manifestar su preocupación ante la política aerocomercial en curso. La institución, conformada por agencias de viajes corporativas, sostuvo que dentro de sus objetivos está el propiciar una política aerocomercial que estimule el libre acceso al transporte aéreo “con una creciente competencia comercial, evitando eventuales monopolios en la oferta”.
La nombrada institución no fue la única que definió su postura en torno a los problemas aerocomerciales presentes y sus consecuencias, también lo hicieron varias cámaras y, lógicamente, buena parte del arco político opositor al Gobierno.
Va de suyo, que los reiterados frenos y restricciones impuestos a LAN son observados por inversores del exterior que recelarán aún más de la seguridad que la Argentina brinda a quienes confiaron al traer su capitales al país.
Hace algo más de un año, el directivo de una empresa privada de capitales nacionales dijo a Aeromarket que para poder seguir operando tenían que encontrar un nicho rentable que Aerolíneas Argentinas no estuviera explotando, luego debían procurar la anuencia de los funcionarios estatales puestos a gerentes y las autorizaciones formales para, recién ahí establecer el servicio; todo el proceso podía resultar medianamente exitoso si la línea de bandera no advertía, con el trascurrir del tiempo, que al privado le iba demasiado bien. Sin dudas esto no puede manejarse así.
Bs. As. 28 de agosto de 2013
Los comentarios están cerrados, pero trackbacks Y pingbacks están abiertos.