La FAA (Federal Aviation Administration) será dirigida por un aviador. Se trata de Stephen Dickson, un piloto que voló en la Air Force, la aviación civil y se desempeñó por 27 años en Delta Air Lines, primero como tripulante de la aerolínea y luego como vicepresidente senior a cargo de las operaciones de vuelo de la compañía.
El trámite final de aprobación para asumir el cargo se realizó, como indica la ley en los Estados Unidos, en el Senado norteamericano. La votación fue de 52 a 40 porque los demócratas ventilaron un caso de maltrato de personal de parte de Dickson que no incidió decisivamente en su designación.
La FAA ha estado conducida interinamente por Daniel Elwell, otro ex piloto de American Airlines.
Elaine Chao, secretaria de Transporte de los Estados Unidos, declaró que el designado titular de la FAA es un profesional “altamente calificado que tiene la visión, el conocimiento y la experiencia para dirigir a la FAA en este momento crucial para la agencia y para la aviación comercial”. Seguramente lo crucial del momento tenga que ver con la crisis desatada en torno a Boeing 737 MAX y su certificación.
Donald Trump consideró desde el comienzo de su administración, que el titular de la FAA debía ser un piloto y no un burócrata sin experiencia de vuelo.
Donald Trump consideró desde el comienzo de su administración, que el titular de la FAA debía ser un piloto y no un burócrata sin experiencia de vuelo. En un primer momento el mandatario evaluó la posibilidad de nombrar al piloto de su propio avión particular en el cargo, pero los resortes institucionales de los Estados Unidos se pusieron en funcionamiento para impedir una designación demasiado sesgada.
Tanto las empresas como las organizaciones de la aviación civil norteamericana elogiaron la designación del profesional. Algunas entidades ya han emitido gacetillas de reconocimiento y disposición para trabajar con el nuevo jefe de la FAA, tal el caso de GAMA (General Aviation Manufacturers Association), entre otras organizaciones.
El ejemplo de los Estados Unidos en la designación de sus más relevantes funcionarios haciendo intervenir al Senado, es digno de imitarse por ser un claro ejemplo de republicanismo. Además, el Senado somete al candidato a un verdadero examen de idoneidad.
En el caso de la aviación civil argentina, sería un buen ejemplo a copiar para nombrar al principal funcionario de un sector tan particularmente técnico.
Que diferencia a nuestro ANAC actual.El no tener a la cabeza de la ANAC a alguien idóneo,tanbien es destruir nuestra AVIACIÓN.
Que diferencia con nuestra ANAC actual.Como dice Sergio esperemos que algún día se respete la entidad,poniendo en la dirección de la ANAC a quien este capacitado y entienda de AVIACIÓN.
Espero algun dia tomemos como ejemplo el respeto a la trayectoria e idoneidad a puestos tan especificos ( por lo menos concursos de oposicion y antecedentes)y tambien se revea analize y de ser necesario se copie la estructura y funciones de la FAA para aplicarlas en la ANAC