El aeropuerto Schiphol de Ámsterdam, Países Bajos, ha comenzado a probar una unidad de energía terrestre impulsada por hidrógeno. El equipo, que fue desarrollado por la startup holandesa Zepp.solutions y el fabricante austriaco Dynell, se denomina H2-GPU, y se utiliza para proporcionar electricidad a los aviones KLM Cityhopper en la tierra para suministrar energía para la iluminación y los equipos en la cabina.
En la práctica, este generador de hidrógeno complementa las e-GPU alimentadas por baterías, que ya utilizaba el aeropuerto. “ Estas e-GPU deben llevarse a puntos de carga especiales para recargarlas, pero la nueva GPU H2 se puede repostar in situ, lo que ahorra un tiempo considerable. Un problema con las e-GPU es que tienen una capacidad insuficiente, por lo que aún es necesario utilizar unidades diésel.”, explica el comunicado de prensa del aeropuerto.
Presentada como una primicia mundial, esta iniciativa forma parte del proyecto TULIPS de la Comisión Europea, centrado en el aeropuerto de Schiphol. El programa reúne a 33 actores e institutos de investigación de la aviación europeos para trabajar en tecnologías destinadas a hacer que los aeropuertos sean más sostenibles.
Durante la prueba piloto en Schiphol sólo se utilizará hidrógeno verde producido sin emisiones de CO2, ya que la electricidad procederá del sol y el viento.
Además del desarrollo de este generador de hidrógeno, el proyecto trabaja en particular en combustibles de aviación sostenibles (SAF).
Fuente: www.h2-mobile.fr y Zepp.solutions