Datos concretos muestran fallas radar

 A un mes de comenzar con el nuevo y promocionado TMA BAIRES: ¿Y ahora qué hacemos? • Por Federico D´latoure

Los servicios prestados por la Empresa Argentina de Navegación Aérea fueron calificados con un durísimo 37,37 % durante la última auditoria universal de la OACI a la ANAC (gestión Paola Tamburelli). Gabriela Logatto, gerente general y presidenta de EANA, y sus lugarestenientes los comandantes de Aerolíneas Argentinas Matías Miller y Rodrigo Devesa, y algún otro piloto retirado de la aerolínea de bandera recordado por su intervención en la compra de los Challenger y el nombramiento de pilotos que cobraron para nunca volar, en tiempos de Agustín Rodríguez Grellet, no tardaron nada en salir a minimizar el alcance de semejante calificación. Imposible no dejar de señalar que los mencionados, sin ponerse colorados, impulsaron –y/o publicitaron– una costosísima reestructuración del espacio aéreo más congestionado del país,  señalando que el proyecto utilizaría la misma infraestructura tecnológica existente. En otros términos, utilizarían los mismos radares para poder “juntar” más los aviones en vuelo sobre Buenos Aires y los alrededores, con el objeto de mejorar el rendimiento del espacio aéreo.

Así las cosas,  el jueves pasado se filtró un correo electrónico donde un alto funcionario de EANA señaló que los radares existentes NO FUNCIONAN CORRECTAMENTE. Para ser más precisos, el funcionario señaló que los radares secundarios monopulsos de Quilmes y Merlo, así como también el de Mamboretá –radar “móvil” o “comodín” instalado en Ezeiza*– que oficia de radar principal del sistema, están todos con problemas técnicos. Recordemos que el Mamboretá estaba reemplazando al verdadero radar principal del sistema de marca INDRA de Ezeiza que está en reacondicionamiento.

Según expresó un controlador consultado, el síntoma que evidencia el problema de los radares mencionados es el “desvanecimiento constante de las etiquetas” en la pantalla (screen) radar. Tal situación sucede en diferentes lugares del espacio aéreo pero especialmente en las posiciones VANAR y ARZOT, dos posiciones bien conocidas por todos los hombres del aire por ser los puntos base para luego iniciar los procedimientos de aproximación en los aeropuertos de Buenos Aires. En texto claro, por si hay algún lector no especializado: Los aviones en vuelo se les desaparecen de la vista a los controladores aéreos encargados de separarlos entre si imposibilitando sostener la seguridad operacional de las aeronaves en vuelo.

Ante semejante cuadro situacional, la gerencia de Operaciones no habría emitido ninguna advertencia a los usuarios ya que no encontramos documentación pública alguna  sobre el tema.  Tampoco EANA estableció “espaciamiento” entre las aeronaves en vuelo, ya que no se encuentra ningún NOTAM en la web ANAC. Demás está decir, que lo previsto en la normativa vigente ante las situaciones de baja fiabilidad de la infraestructura tecnológica, es justamente brindar restricciones temporales a las aeronaves en vuelo. El espaciamiento clásico argentino siempre fue una aeronave cada 10 minutos al ingreso al espacio aéreo de Baires. Sin embargo, nada de eso ocurrió.

Lo que si sucedió –según lo expresado por la importante autoridad de EANA- es que la gerencia de Operaciones, conjuntamente con su par de CNS (Técnica) habría decidido dotar a las pantallas de datos radar de las distintas dependencias de tránsito aéreo de los aeropuertos de Buenos Aires  con señal del radar INDRA que estaba en mantenimiento. Expliquémoslo: supongamos que ese radar está en óptimas condiciones y que no se aceleró el proceso al cual estaba siendo sometido (EANA dijo que estaba en un Up Grade). La pregunta de rigor es: ¿Está garantizada la seguridad de las operaciones aéreas con el actual entramado de información de datos radar de radares que fallan con otro que está por entrar o será sometido a un upgrade? Se da por descontado que el radar INDRA –y por qué no los demás que alimenten el sistema– serán controlados por las verificaciones aéreas pautadas en la normativa vigente para garantizar la fiabilidad del sistema.

Mientras todo eso sucede, el nuevo gobierno debería evaluar designar rápidamente nuevas autoridades en EANA (profesionales serios, comprometidos y responsables). La información que circula en todo el ambiente es que el Dr. Gustavo Marón (a quien precede un prestigio importante) ha sido designado al frente de la ANAC, sería óptimo que este importante funcionario cuente con todas las facilidades y medios para auditar en profundidad los procesos del monopólico prestador estatal de los servicios de navegación aérea argentino, ya que debemos saber a ciencia cierta, cuál es el verdadero estado de seguridad operacional del sistema.

 

*https://es.linkedin.com/posts/eanaoficial_pusimos-en-servicio-el-radar-m%C3%B3vil-mamboret%C3%A1-activity-7123715070626254848-JGdN?trk=public_profile_like_view
N. de R.: EANA se comprometió a poner a disposición de la prensa un informe sobre la situación presente de los radares.

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