Embraer, el tercer fabricante de aviones comerciales del mundo, registró pérdidas de 12,3 millones de dólares en los tres primeros meses del año. El año pasado, en el mimso período había ganado 53,2 millones de la moneda norteamericana.
La cartera de negocios pendientes, pedidos en firme que tiene el fabricante, suman unos US$ 19.500 millones, una performance algo mejor que la registrada al concluir 2017.
Entre enero y marzo de este año, Embraer entregó 14 aeronaves comerciales y 11 jets ejecutivos, 4 aviones menos en cada categoría que el año pasado.
Los ingresos en materia de aviación comercial, fueron US$ 379,7 millones (38,3% de los ingresos netos), en el sector defensa, con US$ 242,5 millones (24,4%), que creció 62,9% con respecto a los primeros tres meses de 2017. En cuanto a la aviación ejecutiva, los ingresos fueron de US$ 127,8 millones (12,9% de los ingresos netos).
La deuda neta de la empresa alcanzó este año los 758,6 millones de dólares (2.521,5 millones de reales).
En este escenario, Embraer negocia un acuerdo con Boeing que dividiría a la empresa, probablemente separando la parte de defensa y aviación agrícola —en las cuales Boeing no tiene interés— del resto de la compañía.