El drama de Bahía Blanca

El cambio climático, los eventos Daansgard-Oeschger y las exigencias a la aviación y la industria.

El pasado viernes 14 de marzo, en el programa “Fenómenos”, que se transmite en el canal de cable TN, fue entrevistada Cintia Pícolo, una meteoróloga, doctora en oceanografía y experta en variabilidad climática, que también es investigadora del CONICET, quien hizo interesantes declaraciones sobre lo sucedido el 7 de marzo en la ciudad de Bahía Blanca y el sudeste bonaerense. Una de las frases más trascendentes, sobre todo por provenir de una científica argentina tan especializada, que además es una vecina bahiense, fue la siguiente: “Lo que le va a pasar a la atmósfera va a depender de los océanos (…) De hecho, ya se están realizando las primeras mediciones (…) en las corrientes oceánicas. A veces a los océanos no se les ha prestado tanta atención; ahora se está hablando mucho de contaminación, que es importantísimo eliminarla y demás, pero hay un cambio fundamental en la circulación de los océanos, y ya se está midiendo la Corriente del Golfo, como la Corriente Circunpolar en las que hay mediciones y trabajos publicados, y creo que hay que prestarles atención a eso, porque un cambio en el flujo de las corrientes oceánicas (genera un) cambio de clima es absoluto.” La científica puntualiza datos sobre el cambio climático que no es muy frecuente escuchar en las corrientes de difusión científica global en materia de cambio climático en general, ni en la de sus colegas locales en particular.

La relación de los grandes sucesos, que en el caso de Bahía Blanca es la repetición de un evento similar al del año 1944, lleva a alertar sobre que se haga sintonía fina sobre la situación climatológica, sobre todo para hacer frente a las consecuencias de los cambios, más que a evitar lo que se presenta como inevitable. Sobre todo, cuando la corriente dominante del calentamiento global no se cansa de impulsar costosas decisiones políticas que llevan a establecer metas que no sólo son imposibles de alcanzar, sino que, de alcanzarse, tendrían un impacto muy acotado aún si se aceptase la cada vez más precaria teoría del CO2 y otras emisiones. Dicho esto, vale subrayar que la aviación es un sector particularmente jaqueado por las corrientes que buscan logros en base a frágiles fundamentos.

 

El enfoque Dansgaard-Oeschger

Para abordar con más profundidad el tema, cabe presentar un estudio basado en la evidencia de eventos Dansgaard-Oeschger observados principalmente en el océano Atlántico Norte y sus alrededores, específicamente en los núcleos de hielo de Groenlandia. Los eventos Dansgaard-Oeschger reciben su nombre del meteorólogo y geofísico danés Willi Dansgaard y del geofísico suizo Hans Oeschger, sobre los que Aeromarket se ha referido en algunas otras oportunidades.

La corriente dominante

Varias veces se ha escuchado a expertos climáticos decir que la humanidad está ante un calentamiento global cuya rapidez no tiene precedentes, a partir de información demasiado reciente en términos de historia geográfica y geofísica, sin tener en cuenta que si se retrocede unos 800 mil años es posible observar los eventos Daansgard-Oeschger (DO), que han quedado registrados especialmente en Groenlandia, y que muestran que los aumentos de temperatura de hasta 8 grados en apenas 50 años no son una novedad, como así tampoco que se sostuvieran 200 años en promedio, antes de retornar a la temperatura previa. Estos ciclos se reinician aproximadamente cada 1.470 años, apareciendo durante la fase más fría de los periodos glaciares para luego aparentemente desaparecer con la llegada de los interglaciares.

Esos eventos de características globales son asincrónicos, comenzando primero en el hemisferio sur con un desfase de 220 años, donde la temperatura aumenta lentamente; por el contrario, en el hemisferio norte la variación térmica se ha mostrado más brusca.

 

Figura 1: Temperaturas de Hemisferio Norte y Sur, T. Van Ommen 2015, fuente del gráfico: www.judithcurry.com/2017/02/17/nature-unbound-ii-the-dansgaard-oeschger-cycle/

Adicionalmente, sabemos que tales aumentos de temperatura están efectivamente correlacionados gracias al aumento de metano (CH4) en la Antártida, el cual está correctamente sincronizado con los DO y el metano en Groenlandia, mostrando que, si bien el fenómeno afecta principalmente el hemisferio norte, tiene causas globales.

El metano presenta un aumento de 400 a 500 ppb de manera casi sincronizada con los eventos DO.

Figura 2: En azul, proxy dO18 para temperatura en Groenlandia; verde: Metano (CH4) en Antártica; Naranjo: proxy dO18 temperatura en Antártica. Fuente: WAIS Divide Project Members 2015. Nature 520: 661–665.

El evento Heinrich: H Event

Para volver aún más complejo el panorama, se conocen en el mismo periodo eventos de muy baja temperatura llamados Eventos Heinrich; estos eventos se conocen por el inusitado aumento de escombros arrastrados por icebergs en el hemisferio norte. (ice rafted debris, IRD) y, aparentemente, logran interrumpir los eventos DO en un ciclo.

Figura 3: (a) Rojo arriba, proxy dO18 para temperatura en Groenlandia; línea negra: acumulación de detrito; barras celestes: Eventos Heinrich; (b) Línea azul: proxy dO18 temperatura en Antártica; (c) Línea roja en medio: CO2 antártico, (d) Línea café: concentración de CH4 antártica y línea verde: CH4 Groenlandia. Fuentes: J. Ahn, and Brook, E.J. 2008. H0 to H2 S.R. Hemming, 2004.

Nula correlación con CO2

Otro dato interesante visto en el registro paleoclimático es, a diferencia del CH4, la nula correlación que tienen los eventos DO con el CO2 atmosférico. El CO2 solo parece ser sensible al aumento de temperatura en la antártica y por sí mismo parece no empujar aumento de temperatura alguno.

Figura 4: De izquierda a derecha: tiempo presente a pasado (a) d18O Groenlandia; números negros son DO eventos. HS Heinrich estadial (frío) (b) CH4 de Groenlandia (gris), Antártica (rojo)24 and EDML Antártica (azul) (c) CO2 Antártica (d) Temperatura d18O Siple Dome (azul) y EDML (gris). Fuente: Jinho Ahn & Edward J. Brook 2014. Notar que el gráfico va de derecha a izquierda, a diferencia de las figuras anteriores.

Teorías que explican el fenómeno DO

Hasta el momento no está claro qué gatilla los eventos DO, pero existen varias teorías al respecto: la teoría del “Oscilador Salino”, otra teoría que considera la estratificación de las aguas calientes bajo de las aguas frías en el Atlántico norte; también existen teorías sobre la influencia de ciclos lunares.

Lo único que se tiene claro es una cierta influencia oceánica sobre el fenómeno, que permite explicar el retraso entre el aumento de temperatura del hemisferio norte y el sur.

Conclusión

Los eventos Daansgard-Oeschger son uno de los fenómenos más abruptos en el registro geológico y su origen es aún incierto. El único punto que parece quedar claro es el nulo efecto del CO₂ en su aparición o viceversa, y además, su inexplicable desaparición cuando aumentan las temperaturas globales. Queda mucho por aprender de cómo funciona el clima de nuestro planeta.

Fuentes: Emilio Meneses • www.plumahoplita.com/2017/10/29/introduccion-al-cambio-climatico-6-los-eventos-daansgard-oeschger/ • www.judithcurry.com/2017/09/15/nature-unbound-v-the-elusive-1500-year-holocene-cycle/

www.hjargentina.com

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