A fines del año 2018 la información oficial de ANAC señaló que en los cielos argentinos hubo 38 Resoluciones TCAS (Traffic collision avoidance system) y 19 PNSO (Notificación de Eventos y Deficiencias de Seguridad Operacional) por “pérdidas de separación en vuelo”. Interpretación sin eufemismos para los no especialistas: Un incidente de tránsito aéreo entre aeronaves en vuelo cada 4,7 días. A esto se sumaba un historial de situaciones de demoras, desvíos, y desorden sistemático en el flujo del tránsito aéreo en los cielos porteños y bonaerenses que aún se sufren, especialmente en días y horarios claves. La gravedad de la situación impulsó a los funcionarios a reflotar el viejo anhelo de un rediseño completo del espacio aéreo para hacerlo más eficiente, y así colaborar desde las bases con la tarea de los controladores aéreos. La situación era tal que el rediseño fue parte del Plan de Inversiones de EANA S.E. 2017 – 2019 que, en líneas generales, copiaba proyectos anteriores. Recordemos que cuando los servicios de navegación aérea estaban a cargo de la Fuerza Aérea Argentina, se habían presentado proyectos en OACI. Finalmente, la Administración Macri llamó a una Licitación Pública (06/2018) que en abril de 2019 el Directorio de EANA adjudicó a la empresa Indra S.A. por lo que se supone presentó la mejor propuesta, o la única. El año pautado para la instrumentación del TMA Baires rediseñado fue 2022.
De un tiempo a esta parte, los profesionales que colaboramos con ARMKT planteamos dudas sobre la posibilidad real de que el proyecto cumpliera en tiempo y forma los plazos autoestablecidos; especialmente cuando se publicó que sería probado en los simuladores de Mendoza dado que los de Ezeiza carecían de la capacidad para los ensayos.
En agosto de 2023, y habiendo tomado estado público los vergonzosos números de la calificación alcanzada por los servicios de navegación aérea argentinos en la auditoria USOAP de la OACI (37,37%), Logatto decidió “mostrar gestión” como un recurso que minimizara la calificación que la involucraba como partícipe necesario, como líder de EANA y, sobre todo, exdirectora de la Dirección Nacional de Inspección de Navegación Aérea (DNINA). Para ello, reimpulsó el demorado proyecto asegurando que finalmente sería puesto en vigencia en abril de 2024. La decisión anunciada con bombos y platillos estaba plasmada en una serie de documentos y gacetillas de prensa –algunas con errores groseros– en que EANA aseguraba tener resueltas varias dificultades para la fecha fijada, entre ellas la información aeronáutica (coordinada con ANAC y DINACIA-Uruguay), varios sensores ADSB-B y Modo Sierra en sus radares secundarios, además de un radar primario en Ezeiza funcionando para engrosar su infraestructura tecnológica y así respaldar el nuevo y tan ansiado diseño del espacio aéreo. Tal cuestión me llevó a escribir la nota “Cambia la forma de volar en Buenos Aires”, donde cuestionaba varias afirmaciones de EANA y dejaba en evidencia el grado de improvisación del proyecto.
Así las cosas, Logatto y sus adláteres, los comandantes de Aerolíneas Argentinas Rodrigo Devesa y Matías Miller, redoblaron los esfuerzos para mostrar su logro al frente de EANA y complementaron la información con presentaciones a los medios especializados que no parecieron reflexionar técnicamente sobre lo que se les mostró. Logatto también realizó reuniones en diferentes lugares, quizás la más recordada fue en el Aeropuerto Internacional de San Fernando, donde se encargaron de asegurar el funcionamiento pleno de rediseño para abril de 2024.
Para noviembre de 2023 EANA insistía que se había avanzado en la implementación del Rediseño del TMA Baires con más de 3.500 horas de instrucción en simuladores bajo los mandos de las empresas que colaboraron en el rediseño, sin embargo, no informaron nada sobre los avances en la eventual colocación de los sistemas tecnológicos comprometidos -u otros que los reemplacen- y/o en la información aeronáutica (documentación y cartas) que deben publicarse con antelación normada para que los stakeholders puedan conocerlas. En este punto, debo resaltar, que se deberían eventualmente cambiar todas las cartas de controles adyacentes incluyendo las de la DINACIA.
Finalmente en “Conversaciones de Alto Vuelo”, el programa de ARMKT TV emitido el 24 de noviembre de 2023, la presidente y gerente general de EANA reconoció que el rediseño no comenzaría a implementarse hasta mediados de año y que se hará de manera parcial con sólo 2 puestos de control y no 4, como fue inicialmente promocionado, lo cual tiene una relación directa al déficit de controladores aéreos entrenados.
Por ahora hay algo cierto: llegó abril de 2024, pasaron 5 años desde la adjudicación de la licitación y Buenos Aires no tiene el rediseño de su TMA, por lo que se incumple por segunda vez con la una fecha harto difundida. Mientras tanto, seguimos con los problemas de siempre en los cielos de Buenos Aires, recordemos que Logatto expresó en su ya célebre carta a Aeromarket que en 2023 existieron 18 Resoluciones TCAS TA/RA.
La situación es preocupante por los problemas técnicos que están saliendo a la luz, por lo cual tampoco hay certezas de que dentro de 2 meses, salvo milagro de la providencia, se vea algún fruto de una inversión de más de 4 millones de dólares que debería garantizar la tranquilidad de todos los que vuelan y controlan la zona más transitada del país.
Nota del autor: Mientras termino esta nota, el 2 de abril de 2024, a las 17 horas, al regreso del fin de semana largo, escucho a los controladores dar 1000 vectores para direccionar la afluencia de tránsito aéreo. ¡Vaya si se necesita un nuevo TMA Baires!
Desconzco si los procedimientos fueron implementados en la República Argentina, pero recuerdo que no había ninguna recomendación de limitar los rate of climb/descend durante los últimos 2000 ft antes de alcanzar el nivel de vuelo aceptado.
Por ejemplo, si una aeronave es limitado su ascenso a FL120 y otra aeronave mantiene FL130, el TCAS puede dar un RA a ambas aeronaves si la que asciende supera los 1500 ft/min cuando esta entre FL100 y FL120.
En las regulaciones EASA se encuentra la recomendación de limitar los rate of climb/descend, como regla general, 3000 ft antes de llegar al nivel se debería limitar a 3000 ft/min, 2000 ft antes de llegar al nivel 2000 ft/min y finalmente 1000 ft antes no superar los 1000 ft/min.
Con esa recomendación estoy más que seguro que se reducirian los casos de RA.