El caso del vuelo A447 no es “cosa juzgada”, por lo que tanto el fabricante Airbus como la aerolínea Air France, deberán defenderse ante la instancia superior del Tribunal de Apelación.
Al conocerse la apelación el sindicato de pilotos SNPL France ALPA expresó en un comunicado su profundo alivio ante el anuncio de la presentación que realizó el fiscal general contra la decisión que absolvió a Airbus y Air France en el juicio por el accidente del vuelo que cubría la ruta Río-París el 1º de junio de 2009.
El gremio de los pilotos dijo:
“(La) decisión de absolución era muy incomprensible dado que el Tribunal juzgó con dureza el comportamiento de Airbus (y) en particular, dictaminó que Airbus había cometido una falta grave al optar por no hacer obligatorio el entrenamiento regular de pilotos para el procedimiento de recuperación de pérdida, el cual resultó crucial en la emergencia”.
El SNPL también consideró que Airbus eligió un tipo de sondas que no reducían el riesgo por razones económicas, lo cual significó una “contradicción con la cultura de seguridad absoluta reivindicada por Airbus”.
La apelación del fiscal general complica a las dos empresas que deberán comparecer ante la Corte de Apelaciones que examinará nuevamente las responsabilidades que les podría caber por la tragedia y, de encontrar culpas, dictar una nueva sentencia que podría ser muy dura.
El sindicato dijo que “continuará su acción para que finalmente se reconozcan las responsabilidades penales de Airbus y Air France, (ya que) se lo debe a la memoria de las 228 víctimas del accidente del AF447”.
Este tipo de apelaciones no es lo más usual pero la fiscalía podría estar siguiendo una estrategia para que no queden dudas sobre la culpabilidad luego de que la instancia anterior marcara una absolución cuando había aceptado que quedaron probadas responsabilidades del fabricante y, solidariamente, de la aerolínea.
Respecto del accidente, el informe de Oficina de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil (BEA, por su sigla en francés) publicado en julio de 2012, considera que la formación de hielo en los tubos pitot durante el vuelo afectó la velocidad indicada en el cockpit, lo cual desorientó a los pilotos del A330 que trataron de reducirla modificando la actitud del avión hasta producir la pérdida de sustentación. Para los investigadores, ni los factores humanos por sí solos ni los factores técnicos por sí solos explican el accidente.