Datos concretos en pos de las cero emisiones

Inversiones y esfuerzos para lograr lo imposible • Por Luis Alberto Franco

Las metas que la política –y la ciencia asociada a los gobiernos– busca imponer sobre emisiones de CO2 y gases de “efecto invernadero”, parecen imposibles de alcanzar cuando se analizan las cifras de inversión (¿gasto?) que implican.

Un reciente estudio producido por Mission Possible Partnership (MPP), un colectivo de líderes de acción climática comprometidos con la descarbonización de las industrias con mayores emisiones del mundo, y Clean Skies for Tomorrow Coalition (CST), un grupo de defensa global de combustibles sostenibles (SAF) promovido por el World Economic Forum, informa que para alcanzar los objetivos de emisiones para 2050 será necesaria una inyección anual de U$D 175 mil millones (la cifra en esos 27 años es inabarcable), de los cuales el 95 % serían sólo para la producción de SAF. Trazando un paralelo, es el PBI (PIB) de ciudades altamente productivas como Berlín o Ámsterdam.

 

Redimec_ENE_23

 

El informe que apoya la estrategia, evidentemente busca presionar a los políticos para que inyecten dinero público en propuestas científicas que tienden a debilitarse. Atención: este es un gran negocio para muchos grupos privados cuyos ingresos desde el sector público son, cada día más importantes para su rentabilidad, y hasta para su supervivencia.

Entre las proyecciones que estima el estudio, aparecen otras cifras monumentales, veamos algunas de ellas:

 

  • Para 2030 se necesitarán 300 nuevas plantas de producción de combustibles SAF (sostenibles) sólo en Europa.
  • Para 2050 se podrían requerir entre 300 / 370 Mt SAF para satisfacer la demanda de combustible para aviones de un sector de aviación en pos de las cero emisiones netas, en consecuencia los niveles actuales de producción de SAF deben aumentar en un factor de 3.000 a 7.000 en menos de tres décadas.
  • Se estima que para 2050, el sector de la aviación podría representar del 5 al 10 % de la demanda mundial de electricidad renovable y del 10 al 30 % de la demanda del hidrógeno que se logre capturar (eficiencia aparte).
  • El transporte aéreo también necesitaría una parte sustancial de las materias primas requeridas para producir SAF. La estimación publicada señala que habrá una demanda de hasta el 25 % de la biomasa sostenible global, y entre 600 y 850 Mt de CO2 capturados de la atmósfera y transformados en combustibles líquidos sostenibles para aviación.
  • Los ductos para SAF actuales, de aproximadamente 8 Mt, son insuficientes y deben ampliarse en un factor de 5 / 6 para suministrar 40 / 50 Mt SAF para 2030.

 

Las cifras continúan y aumentan la alarma no sólo porque son enormes, sino porque se estima que serían posible de alcanzar.

Además, hay que considerar que la aviación, con un 3 % de CO2, sólo constituye la decima parte de las emisiones que generan el transporte marítimo y terrestre, la producción de acero y aluminio, como así también la del cemento y los productos químicos (otro 27 %), que son vitales para la economía del mundo tal como está planteada.

Como si lo anterior no fuera preocupante, hay otro dato que incrementa la preocupación: el esfuerzo económico de tantos cientos de miles de millones de dólares se basa en la quimérica meta de reducir la temperatura en 1,5 °C conforme al Acuerdo de París.

 

 

Si los datos parecían exorbitantes hace unos años, ahora lo son más, porque el mundo atraviesa las consecuencias de una peste (SARS-CoV-2), la realidad de una guerra, un proceso inflacionario y una incipiente e impredecible crisis bancaria, variables que están vinculadas y potenciadas unas por otras.

Hasta ahora el gasto o “las inversiones” como algunos prefieren llamar a la aplicación del dinero de los contribuyentes en enormes proyectos que los gobiernos estiman de interés público y estratégicos ha sido y es cuantiosa y los resultados son muy moderados. Afortunadamente, cada vez día se suman más voces que se oponen a decisiones de dudoso resultado y aportan con solvencia nuevas aproximaciones al problema del cambio climático o exponen las limitaciones de las estrategias en curso para reducirlo.

La dinámica de los acontecimientos es fenomenal, por lo que es muy posible que aquello que hoy se propone como paliativo al cambio climático, se vea en un futuro más próximo que lejano, como aquellas sangrías que en el Medioevo se suponían útiles para aliviar la agonía de un paciente cuya enfermedad se desconocía o no se podía controlar.

 

Te interesará

Comentarios

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

AeroMarket - Noticias Aeronáuticas e Interés General. Copyright © 2018 Todos los Derechos Reservados.
Quiénes Somos       Contacto

Diseño y Desarrollo Web - Emiliano Gioia