Rolls-Royce da otro electrizante paso

Compra la división de motores eléctricos a Siemens

Rolls-Royce ha completado la adquisición de las actividades de propulsión aeroespacial eléctrica e híbrida-eléctrica de Siemens, confirmando un pre-acuerdo que se había celebrado a fines de junio pasado. Con esta operación Rolls-Royce le da un impulso significativo para avanzar el desarrollo en la propulsión aeroespacial híbrida eléctrica y posicionarse en lo que comienza a denominarse “tercera era de la aviación”.

El director de Rolls-Royce Electrical, Rob Watson explicó la razón del acuerdo con las siguientes palabras: «Estamos en los albores de una ‘tercera era de la aviación’ que nos conducirá a una nueva clase de transporte aéreo más silencioso y limpio y nuestros nuevos colegas (de Siemens) agregarán habilidades vitales, experiencia y nueva tecnología a nuestros productos”. Según Paul Stein, director de tecnología de Rolls-Royce: «La cartera de tecnología y las habilidades que hemos adquirido complementan nuestros desarrollos existentes en electrificación, que incluyen microredes y trenes eléctricos híbridos, así como aplicaciones aeroespaciales. La electrificación es sólo una de las formas en que estamos haciendo que la aviación sea más sostenible”.

El comunicado del fabricante de motores para la aviación puntualiza que la empresa sigue aumentando la eficiencia de sus turbinas de gas, a la vez que mejora la integración del fuselaje con el motor y alienta el desarrollo de combustibles sostenibles.

El división de Siemens que ha sido adquirida tiene sede en Alemania y Hungría, emplea a unos 180 diseñadores e ingenieros eléctricos especializados que han estado desarrollando una gama de soluciones de propulsión totalmente eléctrica como así también híbridas para la industria aeroespacial.

Rolls-Royce ha estado trabajando junto a Siemens en el programa de demostración E-Fan X que logró realizar avances significativos en un contexto de creciente electrificación de la aviación. Con ese rumbo, el fabricante inglés ha realizado pruebas exitosas en tierra de un sistema de propulsión híbrida que se puede utilizar en una gama de plataformas de transporte más pequeñas, incluidos EVTOL (vehículos híbridos de despegue y aterrizaje vertical eléctricos), aviones de aviación general y helicópteros híbridos.

El cierre del acuerdo muestra una vez más que Rolls-Royce tiene la determinación de liderar la industria de la aviación eléctrica. En agosto pasado la empresa había anunciado un programa conjunto con la aerolínea Widerøe –la más grande de Escandinavia–, para profundizar las investigaciones que posibiliten eliminar completamente las emisiones. Ese programa es parte de del objetivo que tiene la aerolínea de electrificar su flota regional para 2030.

En agosto, Rolls-Royce firmó una carta de intención con el Estado de Brandeburgo, la Universidad de Tecnología de Brandeburgo, Cottbus y otros socios industriales, para la construcción de una planta de demostración para la producción de combustibles sintéticos, lo que demuestra a firme convicción de la empresa en la aviación eléctrica.

Rolls-Royce tiene uno de los programas de desarrollo e integración de turbinas aeroespaciales híbridas más completos del mundo. Dentro de ese programa, está la fabricación de un avión demostrador totalmente eléctrico que intentará romper el récord mundial de velocidad para vuelos totalmente eléctricos en el marco de la iniciativa ACCEL (Acelerando la Electrificación del Vuelo, en su sigla en inglés). La aeronave, que estaría lista para 2021, tendrá el pack de baterías más denso que se haya instalado en un avión, podría alcanzar los 480 km/h y recorrer una distancia de aproximadamente 322 kilómetros con una sola carga, lo que equivaldría a realizar un vuelo directo entre Londres y París.

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