In office
Desde el mediodía del domingo pasado Javier Milei es Presidente en ejercicio. Al publicarse la presente columna, su mandato habrá llegado a las 80 horas. En el discurso inaugural, el Presidente informó que “no hay plata”, agregó que “… no hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al shock…” y anticipó que para salir del desastre en que ha quedado la Argentina habrá que transitar el dolor. Citando a Julio A. Roca Milei dijo:
«Nada grande, nada estable y duradero se conquista en el mundo, cuando se trata de la libertad de los hombres y del engrandecimiento de los pueblos, si no es a costa de supremos esfuerzos y dolorosos sacrificios.»
Ayer, el ministro de Economía Luis Caputo, presentó en sociedad una serie de medidas urgentes para evitar que el país entre en hiperinflación. Aunque técnicamente se discute cuándo se está en hiperinflación, la verdad es que el país la transita. No hay un término como “estanflación” para describir un estancamiento con hiperinflación. En realidad, todo indica que el Gobierno está tratando de evitar el 15.000 % de depreciación de la moneda, más que una hiperinflación menor Dicen que Milei ha desarrollado una interesante capacidad para calcular y proyectar hacia dónde puede derivar la situación actual. Aunque alguno pueda pensar que cuando se cae a un pozo lo suficientemente profundo, 10 metros más o menos no harán la diferencia, intentar detener la caída es un recurso que vale la pena. Aunque sea para las próximas las próximas generaciones, ya que las naciones no suelen morir, aunque el tiempo relativo de los humanos sea evidentemente más acotado.
Ciertos analistas dicen que las medidas de Caputo se parecen al “Rodrigazo”, pero para ser justos son un “Massazo”. Esta vez hay que ser precisos, don Celestino Rodrigo abrió la Caja de Pandora que construyó José Gelbard, y El “Toto” la que dejó Sergio Massa.
Milei ha llegado con promesas que se pueden cumplir e intenciones que no se pueden llevar a la práctica, al menos por el momento. El Presidente está mostrando capacidad para discernir unas y aceptar otras. Una vieja oración irlandesa reza:
«Señor, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las cosas que puedo, y sabiduría para reconocer la diferencia entre ambas.»
Posiblemente por eso hay cosas que, con la realidad al frente, hay que cancelar o postergar, para alcanzar metas prioritarias o, lisa y llanamente, sobrevivir.
Hace unas horas, el doctor Ricardo López Murphy fue muy preciso al reflexionar sobre el estado en que se encuentra la Nación. “El (estado de la Nación) es estremecedor (…) Cuando yo era ministro había 2 millones de empleados públicos y 4 millones de jubilados. Ahora hay 4 millones de empleados públicos, 10 millones de jubilados y 5 millones de planes sociales…”, dijo el ahora diputado, a Eduardo Feinmann, en LN+.
Milei viene exponiendo su adhesión a las ideas de la libertad y la sociedad abierta desde una perspectiva libertaria. Se podría decir que ha mostrado un profundo convencimiento sobre los principios económicos de la Escuela Austríaca (mejor hablar de praxeológicos). Sin embargo, la urgencia de la realidad es la que impone la agenda. Por eso es posible inferir que el Presidente ha mostrado en poco tiempo un sentido práctico al tomar decisiones a todas luces coyunturales.
Es interesante tener en cuenta la experiencia de otros países que han superado de enormes crisis. Hay muchísimas para analizar, pero la mayoría que han reducido la pobreza y creado mejores condiciones de vida para sus ciudadanos en menor tiempo, son las que liberaron las fuerzas de la iniciativa privada, protegieron la propiedad y redujeron el tamaño del Estado. Dentro de esas experiencias, Irlanda es un caso muy significativo.
Charles Haughey no fue un primer ministro libertario, sino todo lo contrario. Él y su partido, Fianna Fail, propusieron políticas populistas (1979-1982) alejadas de la austeridad que incubaron la crisis de 1987, la cual obligó a realizar cambios profundos y en sentido contrario a lo que sostenían, por lo que se puede decir que la modificación de rumbo del país no se basó en un giro ideológico de los políticos, sino en la comprensión mayoritaria (consenso) de que la única salida era tomar decisiones antipáticas de sentido común u orientadas a lo que habían hecho otros países.
En aquellos años Haughey dijo:
«Las políticas que hemos adoptado son dictadas enteramente por las realidades económicas y fiscales, deseo indicar categóricamente que ellas no se toman por ningún motivo ideológico o político (sino que surgen de) la pura necesidad de supervivencia económica.»
Aquella Irlanda no tenía una inflación descontrolada como la de Argentina, es más, había reducido la tasa del 19,8 % al 4,6 % anual en cinco años, y aplicado una política de apertura económica a lo largo de varios lustros, pero también había acumulado una deuda equivalente a un PBI completo. Sin embargo, hay que resaltar que aquel gobierno de convicciones ligadas a la socialdemocracia, pero enfrentado a una contundente realidad, adversa, decidió recortar gastos estatales de una manera que no se había visto en décadas (en un principio 3 % en gasto corriente y 16 % en gastos de capital). En un año se eliminó el déficit primario y la deuda comenzó a bajar. El gobierno de Haughey recortó 6 % los gastos en salud, 7 % en educación, 18 % los subsidios agrícolas –supuestamente importantes para una Irlanda preocupada por la seguridad alimentaria–, 11 % en transporte y vivienda, y la lista sigue. Como ejemplo cabe destacar que entre los organismos que se eliminaron estuvieron Ambiente, Servicios Sociales, Educación Sanitaria y Desarrollo Regional por citar los más resistidos. Además, el empleo en el sector público se redujo consistente y constantemente. Con estas medidas más la apertura de la economía en curso, la competencia, la baja de los impuestos y otras reformas desregulatorias que se hicieron antes y después de la crisis de deuda, Irlanda creció en forma sostenida. Muchos atribuyen el surgimiento de ese país a otros motivos, por ejemplo, ser parte de la Unión Europea, pero es justo reconocer que el denominado “Milagro Celta” se logró fundamentalmente por la libertad, políticas promercado y un Estado suficiente que posibilitó reducir impuestos, es decir, dejar que el esfuerzo de los irlandeses se quedara en sus bolsillos.
En los próximos días, semanas y meses habrá que soportar muchísimos tragos amargos, remontar caminos empinados, e incluso corregir rumbos en medio de fuerzas adversas, alguna de ellas al acecho, y otras, más razonables, conscientes de que el cambio y ajuste es tan inevitable como conveniente que lo ejecute otro partido; pero hay algo que parece ser imprescindible: que los argentinos internalicemos que no hay algo así como un “plan B” alejado de las ideas de una sociedad más abierta, desregulada y un Estado reducido y financiable.
Un dato: Irlanda tuvo tiempo para reformarse porque sus políticos no cometieron los estropicios y crímenes que sufrió la Argentina, y ciudadanos que creyeron que no existe la gratuidad o, como dijo Milton Friedman, un “almuerzo gratis”. Por eso, ahora hay que hacer todo junto y en la misma dirección. El apoyo de cada ciudadano será decisivo.
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La Aviación Civil Argentina en tiempos de crisis y decisiones
Son pocos los idóneos que quieren liderar ANAC. Los que pujan no están en condiciones. En verdad, ninguna persona calificada consultada ha aceptado semejante misión por una remuneración tan magra como la que ofrece el Estado. Claro que siempre hay excepciones, como es el caso de algún patriota idealista y, por supuesto, los que tienen objetivos propios. Más allá de esas afirmaciones lo que habría sería una intervención, y uno de los candidatos sería Gregorio Borda quien es gerente de Relaciones Laborales de Aerolíneas. Otro nombre que circula es Pablo Vasallo. Todo raro.
“Mirá, te aseguro que el desastre que es la ANAC estremece. Los empleados no entran en los edificios, los autos, camionetas, choferes y gastos no se pueden creer. Recibiremos todo a beneficio de inventario. Hay que auditar todo. Esa es la orden y lo que yo haría…”, dijo una de las personas que trabajan en el equipo de desregulación del Gobierno.
En estos momentos hay por lo menos un equipo que trabaja en lo que parece ser una adecuación de normas orientadas a la apertura del mercado aeronáutico. Los que integran el grupo asesor, según fuentes de ARMKT, son liderado por Federico Sturzenegger, tal como se dijo en esta columna la semana pasada. En principio, y lamentablemente, allí no se discuten cuestiones vinculadas a la aviación general y trabajo aéreo, aunque sí se han trazado líneas sobre una reorganización integral de “los organismos” y la conveniencia de que la ANAC sea puramente técnica, aunque tenga injerencia en ciertas políticas novedosas que en épocas de abundancia se denominaron fomento. “Acá se piensa en trabajar con incentivos positivos. Supongamos que se logra alguna línea de créditos de organismos financieros internacionales para ese fin, tal vez pueda hacerse algo para ayudar a las entidades que tengan todos sus papeles muy prolijos. Quizá, estableciendo un sistema de scoring y con devolución de préstamos a largo plazo…”, arriesga el interlocutor de ARMKT sin demasiadas esperanzas en fondos frescos.
“En cuanto a los demás organismos, hay que eliminar cantidad de ravioles en el organigrama, hacer todo de nuevo. Fijate el ORSNA, tiene oficinas como la de ‘Experiencia del Pasajero’, la ‘Dirección General de Operaciones’, ‘Medio Ambiente y otras’ ¿decime para qué? Son dependencias con decenas de personas que además de cobrar un salario generan gastos. ¡Hay que reformular casi todo!, agregó la fuente.
Una de las principales urgencias de la Aviación Civil Argentina es atender el desembarco de la Federal Aviation Administration (FAA) el próximo 8 de enero. La llegada de funcionarios de los Estados Unidos traería malas noticias: la pérdida de la Categoría. Si para entonces Paola Tamburelli aún está en funciones, tal vez les muestre el informe “ANAC 2019-2023” que redactó para rosquear ante la casta y quienes, con algún poder de decisión, no distinguen entre alas fijas y rotativas. Y, ya que mencionamos a la responsable de estos casi cuatro años de angustia, hay que recordar que Tamburelli podría quedarse hasta el próximo 23 de enero, fecha en que se cumplirían los cuatro años desde su nombramiento. Según fuentes de ARMKT, la licenciada no se ha quedado quieta –o al menos callada– ya que compartió con varios que Florencio Randazzo le habría prometido que haría lo posible para que se quede o logre algún puesto aeronáutico dentro o fuera del país. Todo es posible, como dijo Eduardo Angeloz, hay “Hombres (y mujeres parece) de amianto que cruzan sin chamuscarse los incendios de inoperancia que han encendido.” Aunque parece que la suerte de la licenciada está echada.
Volviendo a la FAA, la pérdida de la Categoría debe ser evitada. Al parecer el Jefe de Gabinete ha sido alertado sobre la gravedad y urgencia del problema, y aceptado que la única solución posible es que por vía diplomática se posponga por unos meses el arribo de los funcionarios aeronáuticos estadounidenses. Al parecer, la canciller Diana Mondino ya tendría el problema en sus manos. Si no se logra ese objetivo, la permanencia de Tamburelli en donde está sería una acto de justicia.
Como se adelantó la semana anterior, el culebrón de Agustín Rodríguez Grellet con EANA no tendría “segunda temporada”. Sin embargo, al cierre de esta edición se decía que el abogado Hernán de Arzuaga era número puesto para intervenir EANA. Un mero dato: Arzuaga ocupó la secretaría general de EANA en tiempos de Rodríguez Grellet, es coautor de la ley de creación de EANA y luego pasó por el ORSNA hasta que salió de la pantalla de los radares primarios. Uno más uno, dos. Aunque aseguren que el binomio, que en algún momento tuvo un bufete en conjunto, fracasaron como socios. Otra rareza.
La opción Palermo sigue con tanto movimiento como el parque de bosques homónimo. Aunque se niegue.
EANA es una posición interesante desde lo profesional, y para muchos un verdadero botín porque, diferencia de la ANAC, ahí habría otros flujos de caja y potencialidades. Como dijo Liza Minnelli en la película Cabaret Money makes the world go round, pero cualquier parecido es pura coincidencia.Digamos.
Otro nombramiento podría ser el de Juan Mangiameli en la Junta de Seguridad del Transporte. Todas serían intevenciones. Hace tiempo que Mangiameli forma parte de la JST. Llegó a la JIAAC de la mano de Pamela Suárez, una gran profesional.
Se verá.
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Me sucedió hace unas horas • Por Paco Falabella (El Juego de la Oca)
En primera instancia mi vuelo estaba programado a Bahía Blanca pero, para los que conocen nuestra profesión, me vi en la necesidad de cambiar mi plan a los efectos de buscar un pasajero en Mar del Plata para, desde ahí, dirigirme a Bahía Blanca. Desde mi celular efectué la transferencia de la tasa FDG desde el Aeropuerto Internacional San Fernando. Cuando llegué a Mar del Plata presenté mi FLP a Bahía Blanca y también pagué la FDG correspondiente cometiendo un error: en vez de pagar $ 260 por pasajero pagué $ 250. Dada esa diferencia la PSA de Mar del Plata no dejó embarcar al pasajero, por lo que no podía continuar con la operación porque faltaban 30 pesos. Como no tenía señal se ofreció realizar el pago en efectivo, pero no fue aceptado. Afortunadamente, uno de los pasajeros logró utilizar su celular y realizó la transferencia, pero todavía había que padecer más: aunque le mostré el comprobante digital del celular al agente de la PSA, no se consideró suficientemente probatorio que el pago se hubiera efectuado.
Al final pude despegar luego de las demoras y acumulando estrés.
Es muy difícil responderse por qué hay que operar así ya que n ningún aeropuerto del mundo sucede algo tan absurdo. ¿Estamos limitados operar sólo en los aeropuertos en que hay señal telefónica? ¿Esta es la security por la que se paga la tasa FDG? ¿Qué decir del SAFETY?
Es evidente que el nuevo director de la PSA tiene una muy difícil misión por delante para anticiparse a que este tipo de conductas y falta de sentido común ocasionen un incidente irreversible.
El Juego de la Oca continúa.
Se verá.
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El avión de YPF
Por estos días se ha escrito y hablado de los viajes de la exvicepresidente Cristina Fernández de Kirchner. Aunque tal vez se explicó en algún medio no leído, hay que considerar algunos temas irregulares adicionales al vuelo en un avión de esa compañía en general y el Praetor 500 en particular, a saber:
- YPF es el una sociedad anónima (con mayoría accionaria del estado) que no puede ceder una aeronave a alguien del gobierno por ética, pero también por regulaciones.
- Los aviones de YPF son para uso exclusivo empresario dado la empresa no puede vender ese servicio sin ser transporte aéreo, por consiguiente, si vende el servicio está en infracción, y si lo cede gratuitamente también, ya que se considera dádiva.
Además, el Embraer adquirido (sería bueno investigar esa operación) voló con matrícula November porque la ANAC no otorgó el certificado tipo luego de seis meses de operación. Parece que Tamburelli es ineficiente en forma pareja, ya que no mueve expedientes para los ciudadanos de segunda ni de primera.
Habrá que continuar con la investigación.
Se verá.
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¡Hasta la próxima!
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©AEROMARKET. Permitido difundir citando fuente. Director: Luis Alberto Franco.
La Sra Tamburelli que tan orgullosamente expone el informe de su gestión 2019-2023 en el cual muestra
muchas fotos, sonrisas y selfies, debería incluir los dos informes de la auditoria USOAP de la OACI del presente año los cuales seguramente mostrarían un aumento significativo de los porcentajes de INCUMPLIMIENTOS de los elementos críticos que forman parte del sistema de vigilancia de la seguridad operacional de ntro país.
Sra Tamburelli los logro de su gestión no son los que Ud muestra en su informe, el éxito o fracaso de su gestión están reflejados en los resultados de la auditoría de la OACI, Ud como funcionaria pública DEBE difundir el informe con los resultados de la auditoria de la OACI.