El extraordinario “superjumbo” A380 tendrá bajas anticipadas en Air France y Lufthansa, tal vez dos de las empresas más devotas de Airbus. No son los únicos que están pensando en esta dirección.
La aerolínea alemana anunció que la desprogramación del avión será en 2022, pero el proceso de baja comenzará con aeronaves alquiladas antes de que termine 2019. Air France también dejará de tenerlos el mismo año.
“La rentabilidad manda”, dicen en esas empresas que confirman que el consumo, entre otros costos, obligan a pensar en bimotores y aeronaves más flexibles. Traducido: no pueden afrontar un costo por asiento que llega a ser un 25% mayor en los A380 que en aeronaves como el A350.
Air France operó el A380 a partir de 2009, fue la primera en hacerlo hace casi diez años un 23 de noviembre, al volar la ruta entre París y Nueva York.
Air France operó el A380 a partir de 2009, fue la primera en hacerlo hace casi diez años un 23 de noviembre, al volar la ruta entre París y Nueva York.
La decisión en esa compañía no fue fácil. Se pensó en modernizar la cabina, entre otras opciones que prolongaran la permanencia del avión en sus flotas, pero los números del aggionamento resultaron exorbitantes (45 millones de dólares cada cabina de pasajeros) y la realidad se impuso.
Todavía hay aerolíneas que recibirán el avión. Emirates, la mayor operadora de A380 es una de ellas y su flota que se incrementará hasta 2021, pero ya canceló otros pedidos. El esfuerzo de Emirates está en financiar la operación de los aviones ofreciendo el proverbial lujo árabe en espacios inigualables, aunque el fulgor del A380 también se irá atenuando allí.
Qatar Airways también esperará y seguiría operando el avión hasta 2024. Singapore Airlines se suma a los que dejan las aeronaves, en este caso, luego de 12 años de volarlas.
Qantas había tomado decisiones a principios de este año al cancelar el pedido de 8 A380, lo cual parece haber sido movilizador para un mercado que estaba incómodo con los resultados del producto insignia de Airbus. La aerolínea australiana fue una de las primeras en adquirir el avión en el ahora cancelado acuerdo firmado en 2006. Mientras tanto, la compañía usará las aeronaves con una configuración ejecutiva ampliada y menos asientos en la clase más básica. Obtener renta o perder lo menos posible es prioritario en todas partes. La preocupación de Qantas –como los fundamentos de las decisiones de otras empresas– se respalda en varios estudios, uno de ellos el elaborado por Tony Webber, ex director de Finanzas de la aerolínea, en el cual cuestiona la viabilidad económica del avión frente a propuestas como las del B787 Dreamliner o el A350 que, al ser aviones bimotores, resultan muy eficientes en materia de consumo.
Otro aspecto que se suma a las preocupaciones es el mantenimiento del avión y algunas novedades que están surgiendo, por ejemplo, el problema de las grietas en la raíz de ala de la aeronave. Al respecto se está trabajando en solucionar el problema, pero es algo más que no hace felices a los propietarios de un avión que, si bien es tecnológicamente sorprendente, surgió de la hipótesis de la necesidad transportar más pasajeros por avión ante el congestionamiento de los cielos, algo que el mercado no validó.
En cuanto al futuro de esta aeronave, nadie está muy seguro sobre cuál será. Muchas se desguazarán y serán repuestos para los aviones que sigan en vuelo y tal vez haya un nicho en las empresas cargueras que no necesitan modificar las cabinas sino liberarlas como bodegas.
Lo cierto es que todo parece indicar que la suerte está echada y el A380 quedará más como un hito de la aviación que como un avión exitoso para los vuelos de pasajeros.