La ANAC en la cuarentena

Preocupa el “día después”. Por Luis Alberto Franco

La ANAC tomó algunas sugerencias que brotaban por los poros de la aviación productiva y prorrogó por 90 días la vigencia de distintas certificaciones, habilitaciones y licencias. Una buena. Podría haber sido más, pero es algo.

También estuvo activa en la “repatriación” de argentinos. Eso es algo que ya analizamos, aunque focalizados en la propaganda de ARSA y no en la autoridad aeronáutica.

Una iniciativa importante en el contexto de la pandemia y la inmensa crisis económica actual en todas partes (y la que se viene), fue la respuesta que la ANAC ensaya ante sendos documentos emitidos por las organizaciones que representan a las aerolíneas.

La secuencia fue la siguiente: A fines de marzo ACI (Airports Council International), ALTA (Asociación Latinoamericana de Transporte Aéreo), CANSO (Asociación de Proveedores de Servicios de Navegación Aérea) y IATA (Asociación Internacional del Transporte Aéreo), emitieron un comunicado destinado a los gobiernos y autoridades regionales para trabajar en forma coordinada y asertiva a los efectos “de mantener la viabilidad de la industria de la aviación”.

Las entidades solicitaban ayuda financiera, flexibilizaciones, alivio impositivo, postergaciones y/o diferimiento para que las diversas actividades privadas que hacen la aviación comercial pudieran sobrevivir a la desaparición abrupta del mercado como consecuencia del COVID-19.

En el terreno local, IATA elevó una nota al ministro de Transporte, Marío Andrés Meoni, en la que se solicita más o menos lo mismo que en la anterior, pero circunscripta a las especificidades del contexto nacional …

En el terreno local, IATA elevó una nota al ministro de Transporte, Marío Andrés Meoni, en la que se solicita más o menos lo mismo que en la anterior, pero circunscripta a las especificidades del contexto nacional (multas de Migraciones, IVA, II.BB., Impuesto País, etcétera). Lo que tal vez haya pasado por alto algún desprevenido, es que IATA pide la “eliminación y reducción o diferimiento por un año del pago de tasas de estacionamiento y aterrizaje aeroportuarios, tasas de sobrevuelo y apoyo al aterrizaje” lo que constituye una rareza –por no decir contradicción– respecto del documento cuya firma compartió con ACI y CANSO, asociaciones que representan a los aeropuertos y los servicios de aeronavegación respectivamente. Está claro que la discusión sobre los costos argentinos en materia aeroportuaria no por vieja dejó de tener vigencia, pero el doble discurso en medio de la crisis llama la atención. Acá nadie se puede salvar solo.

Como respuesta a las inquietudes planteadas, la ANAC emitió una Resolución el día 3 de abril, en la que se crea el «Grupo de Trabajo de Evaluación de Consecuencias Económicas del COVID-19 en el Transporte Aéreo (GECOVID) el cual funcionará en la órbita de ese organismo para: “Evaluar y determinar el alcance del impacto de la crisis ‘COVID 2019’ en el sector; analizar el rol de la aviación civil en la recuperación económica y social frente a la crisis (…) y consensuar las propuestas que ayuden a mitigar las secuelas adversas (…) en el sector».

Con ese objetivo, la Resolución invita a los ministerios de Transporte, Turismo y Deportes, ORSNA (Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos, Aerolíneas Argentinas (y empresas controladas), EANA (Empresa Argentina de Navegación Aérea S.E.), JURCA (Cámara de Compañías Aéreas en Argentina), a la AAACI (Asociación Argentina de Agentes de Carga Internacional), a la CAPSIA (Cámara Argentina de Prestadores de Servicios Internacionales) y IATA (Asociación del Transporte Aéreo Internacional).

… tenemos que adelantarnos para tener un diagnóstico técnico serio, sin ideologías ni oportunismos para definir el impacto real de las consecuencias e intercambiar opiniones de potenciales medidas a tomar.

Respecto de la convocatoria, una fuente de ANAC nos dijo: “Estamos tratando de anticiparnos a lo que sigue lo mejor posible. Sabemos que en algún momento se saldrá de esta situación, pero los efectos van a ser muy complicados. Por eso tenemos que adelantarnos para tener un diagnóstico técnico serio, sin ideologías ni oportunismos para definir el impacto real de las consecuencias e intercambiar opiniones de potenciales medidas a tomar. Las líneas extranjeras pueden aportar ideas, por ejemplo qué es lo que están haciendo sus países”. En ese sentido la iniciativa es muy positiva, o mejor aún, proactiva. Lo que no entendemos es por qué no fueron invitados, al menos hasta ahora, actores que no forman parte –o han dejado de pertenecer– a las organizaciones aludidas en la Resolución, tal el caso de las aerolíneas JetSmart, Flybondi y ANDES. Se comprende que dos de las compañías no son extranjeras, pero bien podrían aportar ideas para “el día después”. ¿O será que por ser low cost no alcanzan algún Pignet?

 

La aviación general

Por ahora todo parece encauzado en materia del transporte aéreo representado con solvencia por sus organizadas cámaras, pero ¿qué pasa con la aviación general, que aún es la base que se debe preservar para que haya un futuro en la aviación comercial argentina? Por ahora nada. Es delicado, porque cuando la cuarentena haya pasado lo más probable es que muy pocas escuelas, talleres, en fin, empresas de trabajo aéreo queden en pié. Ahí también tendremos un “día después” que merece proactividad. ¿O es que el sector no importa? Estamos seguros que sí, porque al inaugurarse la actual gestión se nos aseguró que estaría dentro de sus prioridades.

Lo que preocupa, y mucho, es que en este tiempo de hibernación forzada no se esté pensando al respecto. Al menos es lo que parece a juzgar por las señales.

Lo que preocupa, y mucho, es que en este tiempo de hibernación forzada no se esté pensando al respecto. Al menos es lo que parece a juzgar por las señales. Sino ¿cómo explicar que no se hayan cubierto puestos como los de directores de Operaciones de Aeronaves y Licencias al Personal? O ¿cómo es posible, que en un mundo que en días se adaptó a la educación a distancia, la consulta médica online, la receta electrónica y desarrolló aún más el home working no se pueda avanzar porque ANAC no acepta la capacitación en entorno virtual que permitiría aprovechar el tiempo, ese precioso bien que jamás se recupera?

La angustia que impera no es la mera ansiedad por la cuarentena, sino por el incomprensible silencio, ya que no se sabe si el nuevo director de Seguridad Operacional está en su puesto. ANAC por Twitter dice que su gente está “trabajando desde casa” en una serie de asuntos, pero no aparece Seguridad Operacional. Es cierto, no hay evidencia de que se esté trabajando. Ni CETAs, CESA, CIACs, etcétera que se firmen ni cursos que se aprueben y no podemos asegurar que se piense en ese inquietante “día después” que, paradójicamente se añora y asusta. El ingeniero electrónico Oscar Donikian no da señales de vida. Ni siquiera atina a tomar un teléfono y llamar a algún referente de la aviación para presentarse. No será una acción operativa pero definitivamente es un gesto de educación y presencia. Esperemos que en cualquier momento una sorpresa disipe toda incertidumbre y que, más temprano que tarde, emerja en la medular DNSO la ejecutividad que tan sensible dirección requiere. Ejecutividad y conocimiento. Y que aquel apotegma romano que dice “cuando la obligación es saber, la ignorancia es un crimen”, quede encerrado en las amarillentas páginas de un libro de aforismos y no se escriba como triste epitafio de una aviación general que estaba en terapia intensiva antes que el SAR-CoV-2 llegara a la Argentina.
Veremos.

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