Las noticias son buenas. Dentro de las grandes dificultades que plantea la apremiante decisión por las obras en el Aeropuerto Internacional San Fernando, el equipo del Aeródromo Presidente Rivadavia (Morón), con el jefe de aeródromo a la cabeza, señor Ricardo Palazón, estarán a la altura de las circunstancias brindando apoyo a la gran actividad que se concentrará en ese importante centro de la aviación civil.
Ayer, la preocupación por los trascendidos nos llevó a emitir una Alerta Aeromarket pues, escaldados por la forma en que se tomaron las últimas decisiones aeroportuarias, temimos que las escuelas de vuelo quedaran paralizadas o minimizadas. Afortunadamente, nada de eso se confirmó.
Hoy se informó que el grueso de la aviación que se reubicará temporalmente en Morón operará de la plataforma norte y podrá hangarar algunas de las aeronaves en las instalaciones de la ex CATA que habrían sido concesionadas a una empresa privada (sobre la que informaremos próximamente). Allí se habilitaría una extensión de la oficina de plan de vuelo para facilitar las operaciones. También se instalaría un sistema de balizamiento que permita extender eventualmente el horario de operación del aeródromo.
Como informamos, se implementará una credencial para acceder al sector norte (ingreso por Fray Justo Santamaría de Oro), mientras que el acceso por la avenida Eva Perón seguirá como hasta ahora.
La improvisación en toda la cuestión San Fernando no puede ser soslayada, pero es justo señalar que el equipo de Morón parece responder adecuadamente colocándose a la altura de las circunstancias.
Tal vez, después de todo, la intempestiva decisión respecto de San Fernando permita dimensionar la importancia que Morón tiene para la aviación civil.