El domingo 14 de abril finalizó con gran éxito la Feria Internacional del Aire y del Espacio. Aeromarket estuvo toda la jornada del miércoles 10 de abril. Esta vez con un día bastó para recorrer los stands y chalets que los expositores prepararon para atender clientes y visitantes de los más diversos países del mundo. La Argentina también estuvo presente.
Por razones políticas –postura del Presidente Gabriel Boric de excluir a Israel– varias empresas que habían pactado su presencia se retiraron en las últimas semanas, lo cual afectó el despliegue en el encuentro en materia de presencia de compañías aeronáuticas, de defensa y seguridad. Por eso, de las varias muestras a las que asistimos, la F de este año fue menos que las precedentes, sin embargo, la dinámica de la organización ha sido tan impecable como siempre, lo cual cimentó que la feria Aeroespacial, de Defensa y de Seguridad chilena siga al tope como la de mayor trayectoria y reconocimiento de América Latina.
Este año, según los organizadores, se ocuparon 15.604 m2. Los expositores oficialmente informados fueron 420, las aeronaves estacionadas en las plataformas alcanzaron las 115, más de 50 países sumaron su presencia y unas 600 delegaciones oficiales y profesionales transitaron por el sector norte del Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez, en Pudahuel.
El día miércoles, en el cielo del predio se vieron el F-22 Raptor, F-16 Fighting Falcon, Black Hawk; vuelos acrobáticos del Esquadrão de Demonstração Aérea (EDA) de la Força Aérea Brasileira (FAB), la “Esquadrlha da Fumaça”y la Escuadrilla de Alta Acrobacia “Halcones” perteneciente al Grupo de Presentaciones de la FACH, entre otros.
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La Argentina estuvo presente con las empresas importantes que siempre se suman a este encuentro que definitivamente es, durante poco menos de una semana, el epicentro bienal de negocios y relaciones comerciales de la aviación civil y militar. En el recorrido pudimos encontrarnos con Aerotec S.A., CG Turbines, Cirrus / Cielo S.A., División Turbos, Redimec S.A. y las estatales Fadea e INVAP. También, hay que destacar, estuvo la muy conocida y prestigiosa AGSUR AVIONES, una empresa que para la Argentina es de enorme trascendencia.
La Fuerza Aérea de Chile organizadora de la feria volvió a mostrar su eficiencia en todo. La aviación, tanto en su versión civil como militar en Chile, volvieron a poner sobre el tapete su desarrollo y continuidad en materia de progreso más allá de toda dificultad o contexto adverso.
En lo personal, llegar en un vuelo privado al FBO de Aviasur, en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez, me recordó por enésima vez cómo opera la aviación comercial en el mundo moderno y algo más: desde mi última visita Aviasur creció muchísimo en instalaciones y esmerada atención. El contraste con los servicios que se brindan en la Argentina, siempre asociados a AA2000 y una pasada administración fallida de la aviación, es notable, lo cual confirma que la forma de concebir la actividad y la eficiencia (o al menos eficacia) para administrarla a lo largo del tiempo da resultados.
El balance de todo el viaje a Chile, y la recorrida por Fidae fue muy positivo. En verdad, el palpar la dinámica que tiene la actividad aérea mundial no requiere viajar a lugares distantes, con hacer poco menos de 2.000 km basta. Prácticamente todos los que vuelan, lo saben.