Los Estados Unidos debe prepararse para un crecimiento en el número de pasajeros del 57 por ciento en los próximos 18 años, lo cual hará que para 2036 atienda a más de mil millones de viajeros anualmente, señaló Alexandre de Juniac, CEO de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), en un discurso que dio en Nueva York con motivo del Día de la Aviación de los Estados Unidos.
También urgió al gobierno de ese país para que se prepare, ya que el último gran aeropuerto en los Estados Unidos se inauguró hace más de veinte años. “Para cubrir la demanda que tendremos necesitamos suficiente capacidad en términos de pistas, terminales y espacio aéreo”, puntualizó.
De Juniac también habló de la preocupación de la IATA acerca de la privatización para el desarrollo y mantenimiento de la infraestructura aeroportuaria, por lo que pidió que ésta continúe en manos públicas, del gobierno.
Aún tenemos que ver los beneficios prometidos por parte de la privatización aeroportuaria en términos de mayor eficiencia para las aerolíneas y una mejor calidad de experiencia para los clientes. Invitamos a que el sector privado traiga su experiencia en disciplina comercial y servicio al cliente, pero dejen el control en manos públicas”, indicó.
También señaló el apoyo de la IATA al plan gubernamental de los Estados Unidos de colocar el sistema de tráfico aéreo en manos de una estructura sin fines de lucro independiente del gobierno. “Los controladores aéreos de los Estados Unidos están haciendo un gran trabajo, pero el sistema de control del tráfico aéreo en este país está quedándose atrás con respecto a las nuevas tecnologías”, dijo.
Las preocupaciones que planteó el funcionario de IATA, son válidas para otros países. En la Argentina es necesario revisar las dificultades que presenta la infraestructura y la eficiencia que será necesaria para sostener la actual “Revolución de los Aviones” que impulsa el Gobierno. Por ejemplo, al momento, una sería y profunda auditoria sobre lo realizado por la Empresa Nacional de Navegación Aérea (EANA), se hace imprescindible, ya que estamos a tiempo de reestructurar la “empresa” estatal y hasta cambiar su concepción para, por ejemplo, emular al admirado y eficiente modelo canadiense.
Los comentarios están cerrados, pero trackbacks Y pingbacks están abiertos.