
Ayer, en Everett, Boeing entregó a All Nippon Airways, el primer 787 Dreamliner, un avión que promete ser el más confortable, económico y ecológico en su tipo.
La ceremonia de entrega fue en un espacio adyacente al lugar de montaje de la aeronave con la asistencia de unos 500 empleados que representaron al arduo programa 787. Otros cientos de expectantes invitados observaban la aeronave luego de tantos años de contratiempos que, como suele suceder con las nuevas generaciones de aviones, son tropiezos razonable por las metas de innovación tecnológica que prometen alcanzar.
“Hoy celebramos un momento muy significativo en la historia del vuelo” dijo Jim McNerney, presidente y CEO de Boeing. “El 787 Dreamliner es la la mayor innovación en la aviación comercial desde que el Boeing 707 introdujo al mundo en los viajes de pasajeros en jet, hace más de cincuenta años. Yo quiero agradecer a All Nippon Airways y a todos los empleados de Boeing y a las compañías asociadas al proyecto, por el talento, tecnología y trabajo en equipo que le ha dado vida a un avión que cambiará las reglas de juego … No es común que tengamos la chance de hacer historia, hacer algo grande que cambie el mundo de una manera impredecible tal que durará aún cuando ya nos hayamos ido”.
Para el pasajero, el Dreamliner tiene novedades realmente atractivas como ser los sistemas interactivos de entretenimiento con entrada para conectar la PC, sus espaciosos maleteros o las ventanillas electrónicas que permiten regular la luz y “verlo todo” si es que del otro lado hay luz. Estos avances se suman al confort que significa viajar en una cabina con humedad adecuada y sistemas que permiten una mejor tolerancia a los cambios de altitud lo cual, a su turno, hará que el pasajero no sufra sequedad o dolor de cabeza durante el viaje.
Desde sus comienzos, toda la comunidad aeronáutica mundial siguió con atención la evolución del programa Dreamliner, sufrió como propias sus vicisitudes y apostó a su éxito por entender lo que podría llegar a ser: un gran paso hacia una aviación más eficiente.
La transición del metal al compuesto –camino en el que el competidor de Boeing, Airbus, transitó mucho con sus aeronaves– no es sencillo y el Dreamliner se propuso un porcentaje de nuevos materiales en su estructura que realmente significaban correr los límites más allá de lo imaginable. Durante estos años, el fabricante norteamericano ha sufrido mucho por lo que se propuso, ha tenido que desandar tramos importantes del trayecto y esforzarse de nuevo, por eso el momento es, sin dudas, histórico. Hoy el 787, con las certificaciones de la FAA y EASA, se levanta orgulloso ante los desafíos superados y los retos de un futuro que exige aeronaves cada vez más eficientes.
En el B787 hay muchos avances que no están a la vista del gran público en los que a tecnología aplicada se refiere, pero tal vez uno de los más importantes sea el porcentaje del avión construido en compuesto. Ese creciente uso de nuevos materiales es el que permite que la aeronave sea más resistente a la corrosión, más liviana y fuerte, más fácil de reparar, más veloz y, lo que resulta muy atractivo a las líneas aéreas, más económica de operar. También, la combinación de los innovadores compuestos han permitido a los ingenieros de Boeing diseñar un ala sumamente eficiente que puede llegar a impresionar por la forma en que se dobla y por las punteras curvadas como rastrillos. Esta nueva técnica para la construcción del B787 tiene otras muchas virtudes que redundan en beneficio del pasajero, como ser la reducción de soportes de metal en el fuselaje lo cual permite, entre otras cosas, un mayor espacio de cabina. Además, y volviendo a la sensación que la aeronave brinda al observador, el B787 da un gran impacto visual por sus superficies puras, sin superposiciones, remaches o uniones en metal.
Recuadro
Boeing Dreamliner 787-8
Asientos: 210 a 250 pasajeros.
Alcance: de 14.200 a 15.200 km.
Configuration: Doble pasillo.
Ancho: 574 centímetros.
Envergadura alar: 60 meters.
Largo: 57 meters.
Alto: 17 meters.
Velocidad de crucero: Mach 0.85
Volumen de bodega de carga: 4.400 pies cúbicos.
Peso máximo de despegue: 227.930 kilogramos.
Boeing Dreamliner 787-9
Asientos: 250 a 290 pasajeros.
Alcance: de 14.800 to 15.750 km.
Configuration: Doble pasillo.
Ancho: 574 centímetros.
Envergadura alar: 60 meters.
Largo: 63 meters.
Alto: 17 meters.
Velocidad de crucero: Mach 0.85
Volumen de bodega de carga: 5.400 pies cúbicos.
Peso máximo de despegue: 247.208 kilogramos.