Un nuevo sistema de control de tránsito aéreo denominado I-4D acaba de probarse en el vuelo de un A320 entre Toulouse, Copenhagen y Estocolmo. La iniciativa es parte de un plan de Airbus cuya finalidad es reducir el consumo de combustible y contribuir a emitir menos CO2.
El proyecto está alineado con las normas SESAR (Single European Sky ATM Research) que procuran mitigar la congestión de aeronaves y reducir la emisión de contaminantes de efecto invernadero.
Airbus sostiene que con el sistema utilizado se reducirán emisiones en un 10%, se mejorará la puntualidad de los vuelos y se reducirá su duración.
El I-4D es un sistema que gestiona la trayectoria de las aeronaves y predice y transmite los datos a tierra procurando un trayecto más preciso y una coordinación con los controladores aéreos más eficiente.