Una vez más da la impresión de que Aerolíneas Argentinas ha llegado a un punto de no retorno en su larga decadencia y es necesario buscarle un salvador. Por un lado vive un conflicto gremial grave, cuya máxima expresión fue un paro del personal navegante por 24 horas y por el otro el gobierno han iniciado una ronda de conversaciones con supuestos interesados (no está muy claro interesados en qué) para ceder la operación de la línea estatal. Tampoco está claro qué quiere decir “ceder la operación”.
No es la primera vez que se ve esta película. En 1990 Menem vendió la empresa a Iberia que no pudo encauzarla y terminó vendiéndola en 2001 a Marsans, que tampoco pudo o quiso hacerlo y, en 2008, en otro momento de crisis, Cristina la nacionalizó para llegar ahora adonde estamos, pidiendo un nuevo salvador.
En esta línea de pensamiento, parecería que la solución siempre tendría que venir de afuera.
La pregunta inevitable es quiénes son los candidatos a salvadores con los que habla el gobierno, y qué pueden hacer. Por lo que se sabe hubo una reunión con gente de Gol y algunos sondeos con Flybondi y JetSmart, y trascendió que podrían estar en la lista Avianca, Azul Líneas Aéreas, Latam, Sky, Germán Efromovich y algún otro.
Las reglamentaciones argentinas se han suavizado en los últimos tiempos, pero el ingreso de empresas extranjeras exigirá la extensión de certificaciones y habilitaciones que la ANAC tendrá que encarar con los inspectores de la FAA respirándole en la nuca.
Además, hay que tener en claro que el objetivo de este proceso no es que vengan aviones relucientes de empresas extranjeras, tripulados por capacitados pilotos y eficientes TCPs para dar un servicio abarcador y puntual. Lo que va a buscar cualquiera que venga es tener beneficios que satisfagan a sus accionistas.
Tampoco puede esperarse hacer una gran venta. Seguramente todos van a querer llevarse la empresa gratis, a lo sumo haciéndose cargo de la deuda. No sería de extrañar que pidan aportes estatales.
Otro punto es que hoy no hay exclusividades. Si una empresa extranjera quiere volar cualquier ruta en la Argentina, o hacia ella, según las prácticas libertarias, se lo tendrían que permitir, algo que quita interés a la posibilidad de hacerse cargo de Aerolíneas para alcanzar algo que está al alcance de todos.
Por último, para quitarle dramatismo a la cosa, digamos que cualquier empresa tiene la obligación profesional de interesarse por la liquidación o venta de una compañía de su región. Quizás por eso se hable de tantos interesados en Aerolíneas. La lista tentativa es la que sigue.
Avianca
Su flota es fundamentalmente de A-320 y Boeing 787, lo que complica su adaptación a la operación de Aerolíneas. Forma parte del Abra Group junto con Gol.
En 2020 ingresó voluntariamente en el capítulo 11 de la ley de quiebras norteamericana (un mecanismo para proteger a las empresas frente a sus acreedores sin suprimir su funcionamiento) logrando reducir sus deudas y juntar liquidez. La empresa espera casi duplicar su red en los próximos tres años, llegando a cerca de 200 rutas en todo el mundo, para lo cual piensa tener una flota de más de 130 aviones para fines de 2025.
Adicionalmente, tiene varios antecedentes traumáticos relativamente recientes: una huelga masiva de pilotos en 2017, que duró 51 días y canceló miles de vuelos, una pelea a muerte entre sus socios (grupos Kriete y Efromovich) entre 2016 y 2019, con el trasfondo de una deuda que la empresa no podía pagar sin ayuda externa, que vino de United, y el capítulo 11, y la quiebra de la sucursal brasileña, que arrastró a la Argentina Avian.
Azul
Tiene una flota de A-320 y 330 que totaliza unos 160 aviones. Tenía servicios regulares al país que se suspendieron durante la pandemia y no se renovaron, por ahora sólo hace charters de temporada.
Actualmente pasa por un mal momento financiero, con una deuda de corto plazo del orden de 600 millones de dólares, para lo que está negociando con sus acreedores, al tiempo que el valor de sus acciones se deteriora y el real brasileño se deprecia. Sus alternativas serían una emisión de acciones, una fusión (se habla de la compra de Gol) o el ingreso al capítulo 11, algo que la empresa desmiente enfáticamente.
Flybondi
Fundada en 2016, Flybondi es la segunda línea aérea de Argentina, con una participación del 23% en el mercado doméstico y el 4% en el internacional. Su flota está formada por 15 Boeing 737-800. Funciona con un modelo low cost.
A pesar de su magnitud, tiene malos resultados en el cumplimiento de horarios, con un notable record de demoras y cancelaciones, sin una correcta atención al pasajero en estas circunstancias.
Gol
Es la principal aerolínea de Brasil. Tiene una flota de alrededor de 120 Boeing 737NG y MAX, compatible con la de Aerolíneas, y su plan de rutas es volar adonde pueda llegar punto a punto con esos aviones. Desde 2007 tiene un amplio acuerdo de códigos compartidos con Aerolíneas.
Durante la pandemia contrajo deudas por más de 4.000 millones de dólares que no pudo cancelar, y desde principios de este año está bajo la protección del capítulo 11 de la ley de quiebras norteamericana.
Junto con Avianca forma el Abra Group
JetSmart
Es una multinacional norteamericana con sucursales en Chile, Argentina, Perú y Colombia y servicios a Brasil, Ecuador y Paraguay. Funciona con un modelo de ultra low cost y su flota es exclusivamente de Airbus A-320/321. Tiene una alianza estratégica con American Airlines, que participa de su capital.
Ha anunciado un aumento de su actividad en Argentina, con el ingreso de dos aviones con matrícula chilena.
Latam
Sucesora de LAN-Chile, es una multinacional con filiales en Chile, Perú, Ecuador, Colombia y Brasil. Tuvo una sucursal en la Argentina que se cerró en 2020, durante la pandemia, ante el asedio desmesurado del gobierno para sacarla del medio. Tiene más de 210 aviones, fundamentalmente A-320/321 y Boeing 787.
Estuvo en el capítulo 11 entre y 2020 y 2022. El principal accionista es el grupo Cueto, chileno, pero también participan Delta Air Lines, Qatar Airways.
Sky Airline
Es una low cost chilena, con una porción minoritaria de capital norteamericano, que tiene una filial en Perú. Es una empresa ordenada y sin mayores sobresaltos, con una flota de Airbus A-320/321.
Más de una vez sus directivos han declarado que no tienen intenciones de tener una sucursal radicada en la Argentina, aunque no reniegan de hacer vuelos dentro del país
Germán Efromovich
Empresario que comandó Avianca hasta 2019, fecha en que se peleó con sus socios y que lo separaron de la empresa con la ayuda de United.
Retuvo su empresa Avianca Brasil, que es independiente de Avianca, y compró la argentina Macair Jet, que convirtió en Avian, que funcionó entre 2016 y 2020. Ambas cayeron como consecuencia de la quiebra de un astillero de Efromovich. También tuvo alguna causa por corrupción en Brasil.
Desde 1922 tiene una participación en AeroItalia, una aerolínea regional italiana surgida después de la desaparición de Alitalia.
Mercenarios
En el ambiente aeronáutico siempre hubo mercenarios dispuestos a hacer vuelos de cualquier tipo según los deseos del cliente, en tiempos de paz y de guerra. Son caros, pero pueden ser una opción, como lo fue la islandesa Air Atlanta, para Southern Winds en 2002, cuando Estados Unidos le asignó la categoría 2 a la Argentina.
Apostillas
Contratar a una empresa para hacerse cargo de la operación de otra es una acción complejísima en tiempos normales, pero estos no son tiempos normales porque, con las crisis de Boeing y de los motores, hay una gran escasez de aviones en el mundo. Además hay pocos pilotos, lo que complica cualquier arreglo de este tipo. Esto cambia la definición del problema, que ya no es privatizar o tercerizar o lo que sea como si fuera una gestión comercial rutinaria´y cabe preguntarse si hay en el mundo alguien serio con capacidad para hacerse cargo de Aerolíneas Argentinas.
Y como yapa, no podemos obviar el fantasma de la inspección de la FAA, con su eventual categoría, 2 y el cepo cambiario, que dificulta cualquier pago.
Buen dato para conocimiento de aquellos que bombardean Aerolíneas sin tener la menor idea del mercado aeronáutico. Para reflexionar un poco, recuerdo que en 1981 1) un Boeing 747-200 TOP avión de Línea Aérea costaba VALOR VENTA=us$ 28,500.000; 2) el barril de petróleo = us$35 y; 3) el pasaje aéreo Buenos Aires-Madrid (turista) aprox.=us$ 1,400. Pues bien… el reemplazo del TOP 1) hoy es el B787-900 Dreamliner que cuesta la friolera de us$ 415,000,000; 2) el Barril del petróleo (luego de la conformación de la OPEP) actualmente está en us$ 72,25 y 3) El pasaje en avión a Madrid SIGUE COSTANDO us$ 1,400. MÁS NO SE PUEDE COBRAR. En resumen, ninguna compañía compra aviones. Los adquiere bajo la modalidad de leasing a varios años que se pagan mensualmente. Y aerolíneas es una de Ellas. Tiene muchos aviones en Leasing después del desastre que dejaron los administradores españoles. A los que escuchan verdaderos disparates en los medios, por favor ABRAN LOS OJOS. Se ha vuelto un negocio muy caro A NIVEL MUNDIAL. Es por eso que todas las empresas están muy comprometidas financieramente. En este contexto todos los ciudadanos aspiramos en Argentina para que, de una buena vez, quienes tomen decisiones intempestivas y perjudiciales para el país puedan ser responsables de sus actos. Los resultados han sido siempre nulos y hablan por sí solos. El país sobrevivirá solo si hay una cuota de patriotismo que inocule definitivamente la sombra que supuestamente esconden negocios ocultos.
Totalmente de acuerdo.