Un oferente sorpresivo se llevó por 137 millones de dólares, los siete Bombardier CRJ 900 que usó PLUNA antes de paralizar sus servicios.
Hasta el momento, el Gobierno no brindó ninguna información, pero se sabe que las aeronaves fueron compradas por Antonio Sánchez, un español que según informó el diario El País de España, representó a la empresa Cosmo Líneas Aéreas que realiza vuelos entre Madrid, Lutuania e Islandia.