Hoy, pasadas la 7 de la mañana de la Argentina, despegó de Abu Dhabi, el Solar Impulse 2 (Si2), la aeronave que busca dar la vuela al mundo utilizando sólo el calor del sol como alimento para sus motores.
No será un vuelo sencillo, la pequeña aeronave de enormes alas, deberá recorrer 35.000 kilómetros en distintas etapas para, luego de cinco meses, volver al punto del cual partió.
Se trata de un verdadero hito en la historia de la aviación que busca promover el uso de tecnologías a los efectos de reducir –y acaso sustituir completamente– el consumo de combustibles fósiles y las consecuencias que su utilización producen en el ecosistema.
En la primera etapa, el avión es pilotado por el suizo André Borschberg, quien junto a Bertrand Piccard, ambos fundadores del proyecto, se alternarán al mando de aparato en el largo vuelo que circunvalará el planeta.
El Si2, que realizará sus vuelos tanto de día como de noche, aterrizará en 12 ciudades, entre las que se encuentran Muscat, en Oman; Ahmedabad y Varanasi, en India; Madalay, en Birmania (Myanmar); Chongqing y Nanjing, en China; para luego cruzar el Pacífico, vía Hawai, atravesar los Estados Unidos, con descensos en Phoenix, Arizona; aterrizar en un destino a determinar en el oeste medio (según las condiciones meteorológicas) y alcanzar Nueva York, ciudad en que se posará en el mismísimo Aeropuerto John F. Kennedy. Luego cruzará el Océano Atlántico para encarar el tramo final con aterrizajes técnicos en el sur de Europa, el norte de África y completar el recorrido el día en que vuelva a tocar tierra en Abu Dhabi, ciudad que lo vio partir hoy.
La aeronave, que se parece a una libélula, cuenta con 17.000 células solares que están distribuidas a lo largo de los 72 metros que comprenden la envergadura de las alas. Los cuatro motores eléctricos Solvay, son alimentados por el sol y baterías de ion-litio que le permiten desarrollar una velocidad promedio de algo más de 100 km/h, tanto de día como de noche.
El Si2, buscará aprovechar al máximo las condiciones meteorológicas, para eso, durante el día podría ascender hasta los 8.500 metros con el fin de mejorar su performance y acumular más eficientemente el calor del sol en sus baterías. Por la noche, el avión descendería a 1.500 metros para volar a una velocidad menor y aprovechar la mejor condición de sustentación nocturna.
Serán unos 25 días de aeronavegación distribuidos en cinco meses, lo cual llevaría al equipo Si2 a concretar el vuelo más largo jamás realizado con una aeronave impulsada por el Astro Rey.
El vuelo que hoy comenzó no es el primer desafío que asume el proyecto Solar Impulse. En 2013, otro modelo llamado Solar Impulse 1, realizó distintas prubas. Una de ellas fue volar por Europa, otra, cruzar desde ese continente a Marruecos y una tercera atravesar los Estados Unidos desde la Costa Oeste hasta el Atlántico.
Sigue el vuelo del Solar Impulse en www.aeromarket.com.ar
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