La demora en la liquidación de los haberes de Aerolíneas Argentinas es por la sencilla razón de que la compañía ya habría agotado el presupuesto 2012.
La línea aérea de bandera es un enorme agujero que devora todos los recursos que llegan de las arcas del Estado Nacional porque no es viable con la actual estructura y sin un plan de negocios realista. Por eso consumió en menos de 5 meses los recursos de todo el año.
La actual conducción encabezada por Mariano Recalde ha fracasado rotundamente en su gestión tal como se podía preveer a partir del magro curriculum empresarial y la total falta de conocimiento en materia aerocomercial de quien lidera formalmente a la empresa aérea.
El final de esta historia está abierto. ¿Cuánto más podrá aportar un Estado cuyas cuentas exhiben una debilidad cada vez más alarmante?