El jueves 2 de octubre por la noche, se avistaron varios drones en las inmediaciones y dentro del Aeropuerto de Múnich. Los primeros informes se recibieron alrededor de las 20:30 horas. Inicialmente, se vieron afectadas las zonas aledañas al aeropuerto, incluyendo Freising y Erding.
La policía estatal inició de inmediato una extensa operación de búsqueda con un gran número de agentes. Simultáneamente, la policía federal realizó operaciones de vigilancia y búsqueda en el recinto aeroportuario sin que fuera posible identificar al autor.
Alrededor de las 21:05 horas, se reportaron drones cerca de la valla del aeropuerto. Alrededor de las 22:10 horas, se produjo el primer avistamiento dentro del complejo aeroportuario.
Conforme a las medidas de seguridad, se dio la orden de suspender las operaciones gradualmente a partir de las 22:18. El cierre preventivo afectó a ambas pistas a partir de las 22:35. Los avistamientos finalizaron alrededor de la medianoche. Según el operador del aeropuerto, para entonces se habían registrado 17 cancelaciones de vuelos y 15 desvíos. Helicópteros de la policía federal y de la policía estatal de Baviera también se desplegaron para supervisar el espacio aéreo y llevar a cabo búsquedas.
El Aeropuerto de Múnich, en colaboración con las aerolíneas, atendió de inmediato a los pasajeros en las terminales. Se instalaron camas plegables y se proporcionaron mantas, bebidas y refrigerios. Además, 15 vuelos que llegaban fueron desviados a Stuttgart, Núremberg, Viena y Fráncfort. Las operaciones aéreas se reanudaron con normalidad hoy (viernes 3 de octubre).
Responsabilidades y cooperación
En el marco de sus respectivas funciones, el Control de Tránsito Aéreo Alemán (DFS), las autoridades estatales de seguridad aérea, las fuerzas policiales estatales y la policía federal son responsables de la detección y defensa contra drones en aeropuertos comerciales.
Las medidas se llevan a cabo en estrecha coordinación entre todas las partes implicadas y el operador aeroportuario, basándose en planes de emergencia desarrollados conjuntamente. La policía estatal local es responsable de la vigilancia preventiva en las inmediaciones del aeropuerto, mientras que la policía federal se encarga de la vigilancia en el recinto aeroportuario.
El periódico alemán Bild informó hoy (6 de octubre) que las autoridades desplegaron un sistema láser en inmediaciones del aeropuerto, que podría ser utilizado para neutralizar drones en caso de nuevos avistamientos. El equipo láser permitiría a las autoridades determinar la distancia entre el dron y el aeropuerto.
En las últimas semanas, aeropuertos en Lituania, Letonia, Dinamarca, Noruega, Rumanía, Polonia, Estonia, Alemania, Bélgica y Francia han sufrido incursiones de drones, entre otras interferencias en su territorio en los últimos tres meses.
Los líderes europeos acordaron en las reuniones celebradas en Copenhague la semana pasada impulsar los planes para construir el llamado «muro de drones» a lo largo de la frontera oriental del bloque porque sus sistemas de inteligencia han constatado que es parte del hostigamiento de Rusia sobre el espacio aéreo europeo.
Condena de la OACI a Rusia
La agencia para la aviación civil de las Naciones Unidas (OACI) acaba de terminar la 42.ª Asamblea trianual; una de las últimas decisiones que se tomaron fue la de condenar a Rusia por las perturbaciones en los sistemas de navegación por satélite que violan
las normas internacionales. La decisión se tomó ante las denuncias de Estonia y Finlandia por perturbaciones a los dispositivos de navegación GPS en su espacio aéreo. Según las autoridades de esos y otros estados, los incidentes relacionados con el sistema global de navegación por satélite (GNSS) están empeorando a un ritmo alarmante. Rusia ha negado cualquier irregularidad, pero la asamblea, que es el órgano superior de la OACI, ha ordenado a su consejo que desarrolle un programa de trabajo específico para monitorear zonas de conflicto. La organización también planea actualizar su manual de evaluación de riesgos para las operaciones de aviación civil sobre o cerca de zonas de conflictos.
Más allá de estos controles, las naciones tienen que actuar rápidamente con contramedidas para evitar que las operaciones aéreas sean perturbadas, ya que no solo se está afectando la sagrada seguridad operacional de las aeronaves y sus pasajeros, sino que está estresándose la rentabilidad del transporte aéreo por las cancelaciones y suspensiones de vuelo con los mayores costes que esas alteraciones significan.



