Reproducimos un texto escrito por un ex aviador que recuerda a sus camaradas aviadores militares a 30 años del “Bautismo de fuego” de la Fuerza Aérea Argentina. Sea este nuestro homenaje y reconocimiento.
“Palco: lugar elevado donde se colocan autoridades u homenajeados para ver un espectáculo, así reza algún diccionario por ahí.
“Hoy (por ayer) se hizo el acto de conmemoración de los 30 años del bautismo de Fuego de nuestra Fuerza Aérea Argentina. Como un ex integrante de ella, como buen amigo de muchos de sus miembros y como ex alumno de instructores de lujo que formaran lo que soy ahora, asistí a los actos programados en honor a las acciones que aquel 1º de mayo de 1982 dejaron en nuestra historia.
“Iba pensando en estos tiempos en los que todo se pone en duda y no me equivoqué, ya que el discurso del Ministro de Defensa comenzó poniendo en duda la legitimidad de la guerra… Aquellos pilotos, héroes después, nunca pusieron en duda el mandato que les pedía poner en juego su vida, simplemente obedecieron y volaron.
“Al llegar, accedí al lugar de invitados especiales, al costado del ‘palco’. Tardé un tiempo en saludar a alguien porque miraba al ‘palco’ para ver si conocía alguna de las personas que siempre admiré, no pude conocer a nadie. Estaba repleto y, como de costumbre, varios más intentaban subir, pero nadie conocido.
“Para mi sorpresa, estaba yo parado entre todos los pilotos que fueran una leyenda, los protagonistas de la historia de Malvinas.
“Me costó entender, si los héroes estaban aquí ¿quiénes estaban en el ‘palco’?
“Autoridades quizá, gente importante de hoy. ¿Sabremos de alguno de ellos dentro de 30 años?
“Justo cuando pensaba esto, se inició el pasaje de los aviones y mi cabeza, al igual que la de tantos ex pilotos de combate allí presentes, giraba de un lado a otro viendo pasar su propia historia. Imagino que fue duro para muchos, nostálgico para otros, la razón de ser de la mayoría, bellísima para mí.
“Comprendí entonces porqué estos pilotos no estaban en ese ‘palco’. «Aquellos valientes que se lanzaron sobre las gélidas aguas y bla, bla bla…» el discurso del ministro, políticamente correcto, pero los llamó ‘aquellos’, utilizando un pronombre que designa lo que física o mentalmente está lejos de la persona que habla y de la persona para quién habla’, como si siguieran tan lejos como inexistentes, imposibles de nombrar, ni siquiera mirar, o animarse a decir ‘estos’…, aunque estaban aquí …
“Aquellos hombres dijo …, poniendo una distancia de 30 años y 3000 km a su existencia, sin negar su importancia pero siempre lejanos, sin posibilidad por ello de nombrarlos o mirarlos … y yo, aquí nomás, a pasos, distinguía en cambio a mi alrededor, los rostros de Perona, Ureta, Isaac, Bertoldi, Ratti, Román, Dimeglio, Rodhe, Macaya, Demierre, Cruzado, Díaz y detrás de ellos muchos más, casi todos estaban; no parecían ser del pasado o de otra raza, al contrario, todos lucían con orgullo 30 años más en su cabellera. Tampoco se preocuparon de que se los viese, miraban como cuando niño, con la boca abierta y la sonrisa franca el vuelo de los aviones que alguna vez fueran suyos.
“Es que ese es el verdadero ‘palco”, aquel en donde quedaron los que no volvieron y aquel en el que estuvieron por horas y horas admirando el espectáculo que, solamente desde allí, se puede ver. El verdadero Palco, con altura infinita, que lo ganaron con su valiente obediencia.
“Un ‘palco” con lugar para todos, pero al que no todos se animan o pueden subir.
“Un ‘palco” maravilloso, que permite permanecer en él, tanto a prohombres como a audaces, a profesionales como a deportistas, militares o civiles, basta que tengan un alma capaz y sensible de apreciar la maravilla que desde allí se puede ver. Un ‘palco’ al que siempre querrás volver.
“Volví a mirar entonces (y ahora quiero usar su propia palabra) «aquel» ‘palco’ de autoridades, con techo, quizá para no tener que ver hacia arriba y se me ocurrió gracioso.
“Hombres de mente pequeña, podrán luchar mezquinamente por un lugar en un “palco’ de algunos centímetros de elevación pero deberán saber que para los hombres del aire y en especial para «aquellos», el verdadero ‘palco’ es el Cielo,
“Ya subieron, no les van a pedir que les guarden un lugar, al contrario, quizá un día los inviten un ratito.”
César Falistocco
cesar@hangardelcielo.com