El crecimiento sostenido de la aviación privada, entendiendo por ese segmento a los viajes ejecutivos, charters o conocidos con el vetusto concepto de “taxis aéreos”, es una de las derivaciones positivas de la pandemia, si acaso a la peste pudiera extraérsele algo bueno. La expansión de los vuelos privados en todas partes, incluso en la Argentina, se fue convirtiendo en una realidad gracias a que esa modalidad dejó de ser tan onerosa como solía serlo. Esto se debe a ciertas variables de las que se destacan la eficiencia de los nuevos aviones, el apoyo de la tecnología de datos y, entre otras, a la flexibilidad y mayor competencia que tanto apetece el mercado.
El lujo de la aviación ejecutiva sigue existiendo para los vuelos de negocios o de un público exclusivo, pero asociados a ese clásico tipo de vuelos sofisticados, se está desarrollando un segmento que comenzó, entre otras razones, para aprovechar las capacidades ociosas con plazas disponibles que permitían viajar a precios que son un poco mayores a la clase business de una aerolínea.
Según el portal WingX, en 2021 se operaron en todo el mundo alrededor de 3,3 millones de vuelos, un siete por ciento más que antes de COVID-19. En aquellos tiempos de pandemia, la preocupación por la salud y la reducción al mínimo de la aviación de transporte tradicional, dieron especial impulso al uso de aviones privados
En los países menos desarrollados el vuelo privado está permitiendo volar a destinos a los que no van las aerolíneas o que son escasamente servidos por ellas.
El incremento de vuelos en los países más desarrollados ha llamado la atención: “Los números fueron aún mayores a fines de 2021 en comparación con el punto más alto anterior en 2019, al registrarse un aumento global del 23%. Esas cifras fueron aún más asombrosas para el mercado interno de EE. UU., al alcanzar un salto del 46 % en los vuelos en los dos últimos años, con picos en el período de Navidad y año nuevo”, dice una nota aparecida en International Airport Review.
Con el virus SARS-CoV-2 más controlado el mercado de viajeros para este segmento siguió sumando nuevos clientes en casi todas partes del mundo, la principal razón del crecimiento es que el vuelo privado brinda flexibilidad, comodidad por el uso de aeropuertos menos congestionados y prácticos, y esmerados servicios de a bordo.
Según la empresa Globeair, en Europa hay 7 razones que llevan a decidirse a contratar un vuelo privado: 1. se administra mejor el tiempo de las personas muy ocupadas; 2. para las personas que viajan por trabajo aumenta la productividad durante el vuelo en un 150%; 3. en Europa es posible volar a más de 984 destinos; 4. el servicio es mejor y la relación precio-servicio es óptima; 5. se viaja con más seguridad; 6. se ahorra tiempo para disfrutar o rendir (familia, amigos, ser más productivo) en destino y 7. contribuye al crecimiento económico de los destinos (incremento de turismo, negocios, etcétera) y de la industria aeronáutica.
La tecnología ayuda
La ciencia de datos es un factor determinante para optimizar los recursos de las compañías aéreas que prestan estos servicios. En los países desarrollados las empresas monitorean constantemente las tendencias de viajes de los consumidores para establecer dónde deberían ofrecerse vuelos, los sistemas se basan en algoritmos e inteligencia artificial que utiliza big data para establecer las necesidades de sus clientes, ya sean de cartera o potenciales.
Las empresas más grandes invierten mucho dinero en tecnología y ciencia de datos que ayudan a los potenciales pasajeros a buscar asientos, vuelos y precios, entre otras cosas. Los pasajeros que han utilizado los servicios normalmente quedan registrados, y con toda la información disponible las empresas emiten boletines con ofertas utilizando todo tipo de medios, especialmente las redes sociales.
“Ahora, cualquiera puede reservar vuelos bajo demanda sin ningún compromiso. Además, hay más opciones disponibles con vuelos chárter privados de aviones completos y opciones de «vuelo compartido». En esta última modalidad, los vuelos financiados bajo el sistema crowdfunding (inversión de sumas pequeñas) permiten a ahorristas obtener beneficios a partir de inversiones pequeñas que ayudan a consolidar las plazas de un avión y cubrir el costo de un avión chárter privado”, dice un ejecutivo de la empresa XOJET Aviation.
La normalidad es un peligro
Los expertos opinan que a medida que se normalicen los vuelos comerciales tradicionales podría haber una merma en los servicios de vuelos privados, pero que eso sólo afectará a ciertas rutas, por lo que esta modalidad de vuelos habría llegado para quedarse.
Ryan DeBruyne, director de una empresa de charters basada en New York dice: “La aviación privada nunca será la misma. La versión 2019 ya no existe, ya que la pandemia ha reformado positivamente todo el ecosistema. Se espera una disminución de los movimientos en algunas rutas nacionales una vez que la aviación comercial reanude su actividad, sin embargo, la semilla de la confiabilidad se ha plantado en cientos de nuevos clientes y volver a las largas filas y muchas horas de espera en las terminales será una píldora difícil de tragar para quien probó estos servicios”.
Disponibilidad de aviones
Los vuelos privados podrían tener un obstáculo en la disponibilidad de aeronaves nuevas. Las entregas de los principales fabricantes están planteando un desafío a corto plazo debido a la posible falta de cierto tipo de aviones.
Las entregas de aviones han sido muy sorprendentes en este último tiempo, debido al impulso de este negocio. Por ejemplo, Textron informó a principios de enero que el año pasado entregó 167 aviones frente a los 132 que había despachado el año anterior, la empresa aseguró que está haciendo todos los esfuerzos para aumentar la producción. Por eso, al menos en los países más desarrollados, el crecimiento de esta modalidad de vuelos significa un incremento de todo el ecosistema aeronáutico con su correspondiente impacto en el PBI.
Nubarrones
Otros datos inquietantes sobre el futuro los vuelos charter están relacionados con la guerra que Rusia desató en Ucrania. Los primeros datos producidos por WingX encienden luces de alarma por la reciente caída de la actividad. El problema no sólo se circunscribe a la región en conflicto y la paralización de vuelos en Rusia como consecuencia de las sanciones económicas y, también, al detenimiento de la flota de aviones ejecutivos que la oligarquía rusa ha dejado estacionados en Medio Oriente y especialmente en Dubai. El problema de la guerra ha producido un gran incremento en los precios de los combustibles, lo cual siempre es una mala noticia para la aviación.
“La guerra está frenando los niveles récord de actividad de aviones de negocios en Europa, que antes del conflicto estaba un 14% por encima de las cifras anteriores a la pandemia. Si bien todavía está un 7 % por encima de los niveles de abril de 2019, un número que, con Rusia excluida aumenta al 10%. El Reino Unido, España y Suiza están más del 20% por encima de los totales de abril de 2019, pero Alemania ha visto el mayor impacto del conflicto con una disminución de la actividad del orden del 13% en lo que va del mes comparado con los datos de hace un año”, informa el portal AIN en base cifras proporcionadas por la consultora WingX.
En las próximas semanas se sabrá cómo evolucionará la situación y se podrá trazar una estimación del impacto de la guerra en este incipiente y próspero negocio aeronáutico.
Fuente: WinX, AIN, International Airport Review, Globalair, Netjet, Textron Aviation y Simple Flight.