Una vez leí en una editorial de Aeromarket lo siguiente:
“En la Argentina el orden institucional es una especie de Juego de la Oca con casilleros móviles. El juego no es más divertido por esa imprevisibilidad forzada, más bien se torna trágico porque los jugadores no sólo tienen el riesgo que emana de la Ley de los Grandes Números, sino que responde a voluntades específicas y arbitrarias que acomodan los casilleros a gusto y hasta cargan los dados a su favor”.
Es cierto, yo vivo casi siempre que vuelo un Juego de la Oca cambiante y generalmente incomprensible.
Te explico.
Llegamos, tenemos un vuelo programado, hay mucho tiempo, pero nunca es lo suficiente cuando partís de San Fernando.
El semáforo no te deja doblar a la derecha, hay que esperar. Atrás, una fila de autos que quieren girar para la izquierda tienen que tener paciencia porque la barrera “está lenta”. Si me animo a pasar en rojo, avanzo una casilla.
Como tengo que volar debo pasar por ARO-AIS, AA2000; también por MET, aquí es in situ. Luego viene la PSA (Policía de Seguridad Aeronáutica). No debo olvidarme de pagar la tasa. Si logro todo, avanzo varias casillas.
Llegar a PLN no siempre es sencillo. Todavía estoy esperando que avance la cola de la barrera porque ¿recuerdan?, no se puede girar a la izquierda. No hay dónde estacionar, ni dónde dejar el auto 10 minutos para hacer trámites de operaciones. Si logro un espacio, avanzo una casilla. Están estacionados los vehículos de los jefes de cada jefatura. Pertenecer tiene sus privilegios. Vuelvo atrás una casilla y pierdo un turno.
Luego de los trámites, volvemos a la barrera. Estoy como en un rulo eterno. La presión arterial debe haber subido algunos mm HG.
Luego vendrá la credencial facilitadora que con sudor logré obtener…
Plan de vuelo, FDG, abrir baúl, el escaner… ¿En qué casilla estoy?
Llego al hangar. Respiro profundo. Ya estoy avanzado en el juego que a esta altura es una desgracia. Acá no hay diversión lúdica.
¿Habrá respetado YPF el turno que saqué para el combustible? ¿Pudo llegar el camión?, si es así paso a la otra casilla.
En vuelo internacional hay otros horrores. Se debe pedir la posición para ir a plataforma. De nuevo a tirar los dados.
¡Está saturada! Me dicen a veces. Muchas veces. Se suele volver varias casillas. ¡AA2000 no dio la posición! No se sabe si se echan la culpa o es verdad es verdad. A veces el juego muta al “El gran bonete”.
Si llego a plataforma avanzo una casilla más.
Empieza el embarque. Si a la Aduana le llegó el mail (o lo encuentra)… Si en migraciones no se superpusieron más de 2 vuelos, avanzo algunas casillas.
En vuelos nacionales el ruego es que lleguen los pasajeros, no por el tránsito, los piquetes o la inseguridad, sino por la FDG que está en la barrera. Si los pasajeros no tuvieron que lidiar con las valijas porque a alguien se le ocurrió que no pueden entrar con el auto, todo irá más o menos bien. De lograrlo son varias casillas para adelante.
Llegan los pasajeros pongo mi mejor sonrisa, se lo merecen. Trato de minimizar todo para que no se desalienten, vendan el avión o prefieran viajar en línea o su propio auto. A veces llegan antes a destino por tierra. O sufren menos.
— ¡Esto es un infierno!, –dice uno de ellos– ¡45 minutos para entrar!.
— ¡50!, protesta la esposa que lo acompaña.
— ¿Sabe que pasa?, estimado don … ¡Estamos colaborando con la seguridad!
El pasajero no sabe de safety y security. Trato de hacer el mejor vuelo de mi vida para compensar tanto problema. Por ahí se olvida de las penurias. Yo no.
Despegamos. Fin del Juego de la Oca versión FDO.
A veces sospecho que los dados están cargados.