Entre las Sierras de San Luis y la cadena de Los Comechingones, se ubica el Valle del Conlara, sobre él, y a 18 km de la pintoresca Villa de Merlo, yace un moderno aeropuerto internacional de 400 hectáreas. No hay mucha actividad aeronáutica; hasta hace poco tiempo la empresa Sol Líneas Aéreas prestaba servicios regulares un par de veces a la semana, pero hoy, la falta de pilotos y otras cuestiones han llevado a suspender el servicio temporalmente. Sin embargo, el escenario del valle con su aeropuerto no permanecerá así. En unos cuantos meses el cielo será surcado por más tránsito aéreo, no serán grandes aeronaves, pero sí vuelos de instrucción, lo que bien podría llamarse un “semillero en formación” o, por qué no decirlo, el resultado de tener visión de futuro.
Muchos habrán transitado por San Luis, una provincia con algunos rasgos diferentes. Si bien la construcción de un gran aeropuerto podría marcar una suerte de asimetría respecto del resto del interior, son sus autopistas, los barrios de casas de clase media que se levantan por distintas zonas, las represas, en fin, la infraestructura y cierto orden a ojos vista, los que llaman la atención. Con la aviación parece suceder algo análogo, pues San Luis se propone ser diferente en materia aeronáutica.
El pasado lunes 26 de septiembre, varios periodistas y personas vinculadas a la aviación fuimos convocados a una reunión que se llevaría a cabo en el aeropuerto que describimos más arriba. Un cierto misterio cubría parcialmente el motivo del convite. Se sabía desde hace tiempo que el Gobierno de San Luis intentaba hacer punta en materia aeronáutica, pero la especie era más un rumor que un dato concreto. Allí, esa la tarde, se confirmó que la decisión por establecer una política provincial en la materia estaba tomada: “Como se ha dicho, el único modo de poder materializar los sueños es que al momento de concretarlos tenemos que estar bien despiertos …”. Con esas palabras, la Dra. María José Scivetti Arce, Ministra de Transporte, Industria y Comercio de San Luis, comenzaba con el anuncio de que la provincia estaba dando el puntapié inicial para establecer un polo de desarrollo aeronáutico de amplio espectro, que comenzará con la capacitación. “El Centro de Instrucción de Vuelo del Valle del Conlara, forma parte de las múltiples respuestas que el Estado sanluiseño brinda a las nuevas demandas que establece la sociedad del conocimiento” agregó la doctora Scivetti en un discurso en que precisó detalles sobre lo que la provincia estaba dispuesta a hacer para situarse a la vanguardia nacional en lo que a aviación se refiere.
Los anuncios incluyeron la descripción de las obras civiles que comenzarían a concretarse en pocos días. Se trata de un edificio moderno especialmente concebido para dar instrucción teórica y práctica a personas de todo el mundo que quieran ser pilotos profesionales dentro de un plan de carrera integral. “Bajo los parámetros que recomienda la Organización de Aviación Civil Internacional para América Latina y el Caribe (…) nace el centro de instrucción de vuelo que hoy estamos anunciando (…) para la realización del proyecto, hemos adquirido 11 aeronaves como material de estudio (…) se construirá un edificio con todos los adelantos incluyendo tres simuladores de vuelo…”, agregó la ministra, para explayarse luego en los aspectos académicos que el centro se propone alcanzar y los proyectos estratégicos que la provincia tiene para convertirse en un hub de vuelos regionales.
Para la concreción de esta primera etapa, la Provincia de San Luis convocó a la empresa BASA, que asumirá la gestión del Centro de Instrucción del Valle del Conlara. El convenio respectivo, fue firmado por la Ministro de Transporte de San Luis y el señor Walter Francone, titular de BASA. De esta forma, la empresa, con sede en el aeródromo de Quilmes, aportará el know how, personal y cierto material para el desarrollo del programa.
Por su parte, el Gobernador de la Provincia de San Luis, Dr. Alberto Rodriguez Saa, utilizando una anécdota sobre los equipos que trabajan en la NASA para que los vuelos espaciales se puedan llevar a cabo, dijo: “ Cada una de las personas que está frente a una computadora (en un centro espacial) es un genio en su especialidad que está colaborando dentro de un equipo; bueno, esto que estamos armando también es gracias a un equipo en donde se mezcla la educación, la infraestructura del aeropuerto, las obras que comenzarán, el sueño de ser un hub, las empresas privadas, las distintas competencias que se rozan, y esto es lo que ha logrado hoy la ministro y los distintos protagonistas que están aquí presentes. Y los gremios, los gremios que a veces miran a corto plazo … les pido que nos ayuden porque nuestro objetivo es el desarrollo. Buscamos que nada nos paralice. Esto que vemos hoy no es fácil, es redifícil. En noviembre comenzarán las inscripciones y con los cursos en marcha este lugar se convertirá en una suerte de Babel donde se hablarán decenas de idiomas, porque vendrán a capacitarse de todas partes del mundo. Será maravilloso y beneficiará a toda la región.” El lanzamiento fue algo más que la puesta de una “piedra fundamental”, se trató de poner en marcha lo que existe con imaginación y una cuota importante de pasión.
Mientras regresaba a Buenos Aires, muchas ideas confluían en la mente de este cronista. Pensaba en la infraestructura existente en tantos lugares, en el desperdicio de recursos y en el potencial que la Argentina tiene para una aviación pujante. La expectativa que genera lo vivido en San Luis es grande, tan grande como el deseo de que se corone con el mayor éxito y, de ser así, resulte útil como modelo para progresar en todo el país.