Martyn Fiddler, una consultora que desde 1984 asesora compañías de aviación ejecutiva y taxis aéreos en estrategia impositiva para reducir la responsabilidad fiscal y aduanera, elaboró un informe para clientes en el que confirma que Europa sigue siendo el segundo mercado más grande del mundo y “difícil para la aviación de negocios”. Entre las razones que detecta esta consultora están una regulación excesiva, los altos costos y la opinión pública negativa sobre la aviación de negocios, a lo cual se agrega “la poca simpatía que tienen los políticos y medios de comunicación que afirman que el sector es insostenible y antiecológico”.
Los consultores aseguran que la sostenibilidad de la aviación de negocios plantea un reto para el sector en Europa, a pesar de que el año pasado representó tan solo el 0,8 % de las emisiones de la aviación en la UE; sin embargo, genera una reacción contundente y emotiva respecto de los aviones de negocios por ser muy visibles, estar al servicio de los ricos y ser percibidos como innecesarios, sin que se logre convencer de que su papel en la provisión de viajes de negocios flexibles, apoyo a las empresas y una facilidad para la inversión, a la vez que constituye un formidable apoyo a los servicios de emergencia, lo cual rara vez influye en el debate público.
No solo el problema ambiental
La consultora observa que las normas europeas sobre certificación, operación y mantenimiento de aeronaves son más estrictas que las de Norteamérica; que la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA) suele aplicar límites más estrictos sobre el ruido y las emisiones, y que los fabricantes muchas veces deben enfrentarse a grandes retrasos y mayores gastos antes de poner en servicio nuevas aeronaves. Además de esas trabas, los costos de la región siguen en ascenso, ya que Europa impone más tasas en casi todos los puntos de operación, el combustible es más caro, los aeropuertos aplican tasas de aterrizaje mayores y los impuestos que se cobran a pasajeros en vuelos privados vigentes en algunos países tienden a incrementarse y extenderse.
El informe agrega que las diferencias en las normas entre los sistemas nacionales de espacio aéreo también siguen siendo un problema. Los pilotos se enfrentan a distintas clasificaciones, procedimientos y estándares de comunicación. Todo esto puede ralentizar los vuelos, aumentar el consumo de combustible y añadir carga de trabajo a las tripulaciones.
“Las recientes normas de la UE sobre el abastecimiento de combustible han aumentado la presión, y los operadores que realizan más de 500 salidas desde aeropuertos de la UE al año deben demostrar que el 90 % del abastecimiento de combustible se realiza dentro de la Unión”, lo cual muestra un nivel de exigencias rayano en lo imposible. Además, el seguimiento y la notificación de esto generan trabajo adicional y reducen el margen para tomar decisiones que permitan ahorrar costes en cuanto al abastecimiento de combustible.
Impuestos y más impuestos
En Europa, el incremento de impuestos está en auge. Francia está aplicando el “impuesto de solidaridad» a los servicios de chárter privados desde marzo pasado, lo cual muestra la agresiva presión fiscal que cada día es una amenaza existencial para la aviación comercial de esa nación.
En el Reino Unido, están pendientes de aplicación los aumentos a los pasajeros aéreos que, si bien se aplican también a los pasajeros de aerolíneas, existe un impacto intencionalmente desproporcionado en los que utilizan aviones de negocios o contratados especialmente.
Según declaraciones de Kyle Martin, vicepresidente de asuntos europeos de la Asociación de Fabricantes de Aviación General (GAMA), el impuesto francés es «el mayor y más frustrante avance fiscal» en Europa y representa una seria amenaza para los operadores de vuelos chárter comerciales. En su opinión, no es más que una «medida punitiva para impulsar los ingresos del gobierno francés».
Por su parte, Holger Krahmer, de la Asociación Europea de Aviación Comercial (EBAA), dijo: “Deberíamos alejarnos de la mentalidad prohibicionista y centrarnos en políticas que apoyen la innovación, la descarbonización y la competitividad”.
El sistema crece de todos modos
No obstante la situación, existen perspectivas tanto a corto como a largo plazo sobre la rentabilidad de la aviación comercial en Europa. Las cifras proporcionadas por ARGUS en 2024 mostraron que Europa era el segundo mercado de aviación más grande en términos de movimiento, y se esperaba que su actividad superara a la de Norteamérica este año. El Reino Unido lidera el área europea en términos de movimiento de aeronaves. Francia, Alemania y Suiza cuentan con redes concurridas, pero el crecimiento se dará si los políticos no arruinan el negocio con su voracidad fiscal.
Por ahora, el desafío es lograr que la aviación logre mejores números en cuanto a sostenibilidad, y que el público comprenda que el progreso demanda que los sectores que producen mejores condiciones de transporte y a la vez generan más recursos para la economía tengan una mayor libertad de acción responsable, lo cual demuestra constantemente el sector aeronáutico.