No es posible asegurar nada, pero ni el jueves 27 ni el viernes 28 salió al aire una nota que América TV realizó el mismo jueves sobre el cierre del histórico Aeródromo de San Justo, sede del Aero Club Argentino. El motivo de la demora –o cancelación definitiva– no es desconocido.
Son muchos los cabos que hay que unir en el complejo asunto Aero Club Argentino – Aeródromo San Justo.
El Aero Club Argentino (ACA) estaría perdiendo definitivamente el histórico aeródromo y sólo le quedarían unas 3 ha. del predio conforme a la Ley 13.393 que las declaró como “Bienes de Interés Histórico Testimonial”. Dentro de esa superficie están: el hangar principal “Jorge Newbery, la torre de control original, el hangar secundario de chapa, la torre de control actual, el edificio social, compuesto por el salón comedor, la sala Jorge Newbery, el lugar de adiestramiento y los terrenos adyacentes; es decir, casi todo el espacio donde hoy funcionan –tanto al aire libre como en el interior de los hangares donde solían guardarse los aviones del ACA cuando éstos existían– una buena cantidad de canchas de fútbol que son explotadas comercialmente por una fundación vinculada al Municipio de La Matanza (FPV), sin que se pueda establecer cuáles son los beneficios que recibe el ACA por ceder el espacio.
Lo que sucede es que toda información sobre el Aeródromo San Justo y el Aero Club Argentino, desde que la señora María Rolandelli desconoció los resultados de la elección de autoridades en octubre de 2014 (asamblea en la que también se impugnó el balance presentado), es un gran misterio y por ahora no hay quien haga cumplir los Estatutos ni la ley en esa institución histórica ni aclare lo que ocurrirá con el aeródromo. La Inspección General de Justicia no ha resuelto lo que las autoridades electas en aquella asamblea han solicitado en diferentes presentaciones. La Justicia ha desestimado el Recurso de Amparo presentado por un usuario y sólo seguiría en pie una denuncia penal presentada en el Juzgado de Instrucción Nº 27, fiscalía 47, contra María del Pilar Rolandelli timonel de los peores años de la institución que fundaran Jorge Newbery y Aarón Anchorena en 1908.
El viernes, en inmediaciones del aeródromo, reunimos información sobre lo que se haría con el resto de la tierra del aeródromo, lo que pudimos confirmar es que el Fondo Fiduciario Pro.Cre.Ar lotearía la superficie para construir viviendas y entregar, con urgencia electoral, los títulos de propiedad de los terrenos. Algo que los vecinos del lugar no estarían dispuestos a admitir.
Por otra parte, el hospital cuyo edificio se levantó en proximidades de las cabeceras de pistas de aterrizaje del aeródromo, no se ha terminado, tal como ocurre con otros muchos nosocomios que se construyeron en el Gran Buenos Aires.
Es justo agradecer la buena predisposición de varios periodistas de la televisión que están preocupados por estos temas, comprendemos que muchas veces es difícil mostrar todo lo que está ocurriendo en nuestro país.
Por nuestra parte, seguiremos trabajando para que esto se aclare y para que el patrimonio de la institución origen de nuestra aviación no sólo siga existiendo, sino que pueda volver a ser lo que fue.
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