“La ETS (Tasa por emisiones de CO2) no tiene sentido. Provocará luchas, conflictos y una fragmentación de la industria, así como represalias y contra-represalias.” «Nada bueno puede salir de todo esto … Es un enfoque equivocado que tenemos que combatir. Un programa de ETS en Europa o en Estados Unidos o Asia, no tiene ningún sentido. Tenemos que hacer frente al problema de las emisiones de una manera global.»
Lo que precede son dos duras declaraciones de dos líderes aeronáuticos que hasta hace unas horas estaban enfrentados en un tribunal de la Organización Mundial de Comercio. El primer encomillado es una declaración de Tom Enders, presidente de Airbus; el segundo, parte de lo dicho por Jim Albaugh, jefe de Boeing, ambos luchando codo a codo contra la tasa que cobra Europa por las emisiones de las aerolíneas.
Para Enders, la norma europea no solo no cumplirá su objetivo medioambiental, sino que «costará miles de puestos de trabajo en la industria, particularmente en Europa» y causará una «reducción de los flujos comerciales y de los viajes». Y agrego: «Nosotros hemos tirado de todos los hilos posibles para tratar de convencer a la Comisión Europea y a nuestros gobiernos para no seguir por este camino» que, además, puede conducir a «una guerra comercial» entre Europa y el resto del mundo.
Airbus teme por las represalias que China amenazó tomar si se mantiene vigente la normativa, pero el problema podría ampliarse. «El problema es que no es sólo China. Recientemente los representantes de 25 o 26 países se reunieron en Moscú para deliberar sobre el tema y dijeron claramente que habrá represalias contra los europeos», advirtió el presidente de Airbus.
La estimación por el costo que insumirá la equivocada política ambientalista es de 20.000 millones de dólares, una cantidad que triplica las necesidades financieras que ayudarían para el uso de biocombustibles y permitirían una mejora sustancial en la gestión de tránsito aéreo.
Estos elementos sí redundarían en una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, en opinión de Enders, que dijo no estar sorprendido por que China congeló la compra de aviones Airbus por valor de 10.000 millones de euros como medida de presión contra la implantación del ETS.
Por su parte el líder de Boeing señaló: que la aviación padece una presión fiscal muy importante y a la vez que es una de las actividades que menos ganancias ha tenido en la última década, y consideró injusto que se le grave por sus emisiones de CO2, cuando solo genera el 2 {85a4615a806cefb2dddfb0dcbfd9bf5df1b58e8529622455c8f10f6f6ff0f7ce} del total mundial de emisiones.