Warren Buffet y el jet privado como herramienta

El llamado «Oráculo de Omaha» y un cambio decisivo a la eficiencia • Por Luis Alberto Franco

El multimillonario Warren Buffett (hoy la octava fortuna personal del mundo) solía decir que tener un jet privado era un despropósito. A pesar de mantener una posición irreductible sobre el gasto absurdo que significaba tener un avión, Aerowise300un día decidió comprar un Falcon 20 al que llamó con fastidio «el indefendible» por considerarlo un gasto superfluo, a pesar de que la aeronave le permitía sortear demoras en los aeropuertos y las frecuentes cancelaciones de las aerolíneas regulares. Luego de volar en su Falcon, cambió de aeronave por una más amplia que habría sido un Challenger de segunda mano. Evidentemente, Buffett se fue convenciendo de que los aviones privados suelen ser un recurso que hace a la productividad de un empresario, al punto de empezar a denominar a su propio avión como «el indispensable».

Más allá de la anécdota, el multimillonario fue descubriendo el potencial que tenía la aviación privada, hasta que en 1998 decidió que el fondo de inversiones que administraba, Berkshire Hathaway, invirtiera US$ 750 millones para adquirir el 50 % de NetJets, una empresa que le ha dado muchas alegrías.

¿Por qué Buffett cambió su opinión sobre los aviones privados? Pues porque paso de pensar de que los jets ejecutivos eran un lujo y una demostración de opulencia, a reconocer que ahorraban tiempo y mejoraban la productividad de las personas que tomaban decisiones muy serias todo el tiempo.

Viajar a lugares donde no van las aerolíneas es una realidad importante que justifica en parte el utilizar un avión privado, pero ese sería solo un aspecto menor al que habría que sumarle las demoras con las conexiones en aeropuertos congestionados, con las consecuentes postergaciones de reuniones importantes como lo son las visitas a lugares productivos claves sobre los que hay que tomar decisiones. A eso hay que agregar las ventajas que tienen los aviones ejecutivos, por ser verdaderas oficinas conectadas permanentemente con cualquier lugar del mundo, que, además, están preparadas para mantener reuniones de equipos a 10.000 metros de altitud.

El modelo NetJets

NetJet es la derivación de una tradicional compañía de taxis aéreos con aviones propios llamada Executive Jet Aviation Corporation. El modelo, inicialmente denominado «Programa NetJet», fue ideado por Richard Santulli, un exejecutivo de Goldman Sachs, que había comprado la empresa en 1984 con la idea de innovar en materia de aviación privada. La idea era simple, y explicada simplemente, consistía en aprovechar el tiempo ocioso de los aviones de empresas y particulares que las subutilizaban, a la vez que se vendían fracciones (copropiedad), permitiendo a los clientes adquirir una participación porcentual de un avión, lo que les posibilitaba acceder a una flota global sin las complicaciones de la propiedad total, pagando por horas de uso con compromisos mínimos y acceso garantizado a diferentes aeronaves con un reducido tiempo de preaviso, abonando una porción mensual del costo de mantenimiento y una tarifa horaria por uso (dentro de ese modelo, hay variantes).

Luego de su experiencia personal con la aviación ejecutiva, a Buffett y su equipo les atrajo el claro modelo de negocios de NetJets y, cuando tuvo la oportunidad, compró parte de la empresa.

Buffet es un inversor que siempre prioriza lo concreto por sobre las promesas del potencial de un negocio. Él suele decir que difícilmente analiza poner dinero en una empresa o proyecto que necesite más de tres, cuatro o cinco carillas para tratar de explicar de qué se trata el asunto; por lo que jamás acepta leer carpetas llenas de números y prospectivas. Tal vez eso, sumado a su experiencia personal como propietario de un avión, hizo que viera el potencial irresistible que presentaba NetJets.

Es cierto que no todas son rosas, y que la crisis financiera de 2009 afectó a Berkshire Hathaway como a todas las empresas del mundo, y a NetJets en particular, que sumó pérdidas de alrededor de 711 millones de dólares, pero como dice el «Oráculo de Omaha”, todo se vuelve a acomodar con el tiempo cuando la inversión ha sido realizada sobre empresas que hacen cosas concretas. Por lo visto tuvo razón, ya que la compañía de servicios aéreos fraccionales retomó el crecimiento y sumó pedidos con depósitos no reembolsables que se proyectan a varios años por delante.

Cinco mil millones para NetJet

En 2023, Berkshire Hathaway aprobó que su compañía NetJet acordara la compra de unos 250 aviones medianos Praetor 500 a Embraer por 5.000 millones de dólares. Para entonces, el vicepresidente de Berkshire, Charlie Munger, se mostraba tan entusiasta como Buffett, al punto de declarar ante una audiencia global que lo seguía por la cadena CNBC que el desempeño de «NetJets ha sido excepcional (y que) se puede argumentar que vale tanto como cualquier aerolínea actual».

Otra adquisición aeronáutica

En 1997, Berkshire Hathaway adquirió la empresa de simulación, capacitación y entrenamiento FlightSafety International. Esa inversión fue un tanto curiosa porque Buffett habría descrito la operación como «un negocio que me gusta», lo cual es como inapropiado a un hombre tan analítico y frío a la hora de referirse a los negocios y el dinero. Aquella compra fue por 1.500 millones de dólares que, con el tiempo, se ha reconocido como una gran inversión que de algún modo se complementa con NetJet.

www.bahelitours.comEste año, Berkshire Hathaway informó que los ingresos de sus negocios aeronáuticos –incluida Flight Safety– aumentaron un 6,6 % interanual en el primer trimestre, hasta alcanzar los 5.493 millones de dólares. Esto se debió en gran medida a un aumento del 10,4 % en los ingresos por servicios de aviación. Al analizar los números con más profundidad, se puede observar que las ganancias de grupo vinculadas a la aviación antes de impuestos aumentaron un 9,6 %, hasta alcanzar los 648 millones de dólares.

Warren Buffett anunció su retiro hace unas semanas, realmente ha sido un referente del inversor estadounidense y se ha destacado como todos los de la vieja guardia a la que no le satisfacía hacer ostentación de riquezas, verse rodeada de lujos y aparecer en los medios como snobs.

En cuanto a la aviación, el llamado «Oráculo de Omaha” desconfió de ella por décadas. En el informe que escribió en 2007 para los accionistas del fondo Berkshire dijo respecto a los negocios aeronáuticos: «Si un capitalista con visión de futuro hubiera estado presente en Kitty Hawk, les habría hecho un gran favor a sus sucesores derribando a Orville». Años más tarde compraría una empresa que le ha dado lo que tal vez sea la satisfacción más grande de la última etapa de su vida.

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