Los suizos Bertrand Piccard and André Borschberg, fundadores del programa Solar Impulse, presentaron el pasado 20 de enero, en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos, junto a sus auspiciantes, el plan de vuelo alrededor del mundo que piensan realizar entre los últimos días de febrero o primeros de marzo y los últimos días de julio o primeros de agosto de 2015.
El trayecto de 35.000 km., que recorrerá el Si2 (Solar Impulse 2), volando tanto de noche como de día impulsados por la energía renovable del sol, incluirá aterrizar en 12 ciudades entre las que se encuentran Abu Dhabi (punto de partida), Muscat, en Oman; Ahmedabad y Varanasi, en India; Madalay, en Birmania (Myanmar); Chongqing y Nanjing, en China; para luego cruzar el Oceáno Pacífico, vía Hawai; atravesar los Estados Unidos, con descensos en Phoenix, Arizona; un destino a determinar en el oeste medio (según las condiciones meteorológicas) y Nueva York, en el mismísimo Aeropuerto Kennedy; para proseguir sobre el Océano Atlántico y encarar el tramo final con aterrizajes técnicos en el sur de Europa, el norte de África y completar el recorrido en la misma ciudad árabe de la que partió.
El vuelo demandará unos 25 días que se distribuirán en 5 meses, en los que el Si2 volará cubriendo unos 35.000 km, a una velocidad de entre 50 y 100 km/h.
“Con nuestro intento por completar el primer vuelo alrededor del mundo potenciados por la energía del sol, intentamos demostrar que las tecnologías para utilizar energías limpias y renovables pueden alcanzar objetivos casi imposibles. Nosotros queremos que los jóvenes, líderes, organizaciones y actores políticos comprendan que las metas que buscamos alcanzar con el Solar Impulse en el aire se pueden lograr en la tierra. La energía renovable puede integrar nuestras vidas de todos los días y así ayudar a ahorrar los recursos naturales del planeta”, declaró Piccard, fundador y líder del proyecto.
Luego de 12 años de estudios de factibilidad, diseño y construcción, el equipo del Si2 está listo para el lanzamiento de la misión alrededor del mundo. Para ello, se requirió la ayuda de 80 socios tecnológicos y decenas de ingenieros y técnicos trabajando en pos de una visión que parecía imposible. Hay que tener en cuenta que esta aeronave extremadamente eficiente de un solo asiento es la más grande que se haya construido y se dispone a recorrer todo el mundo con la única fuente de poder que brinda el Astro Rey.
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