Con una concurrencia que superaba ampliamente los cien inscriptos, el martes y miércoles pasados se llevó a cabo en el hangar de la empresa Aerorutas, en el Aeropuerto Internacional San Fernando, el “Primer Taller con la Aviación Ejecutiva”.
El balance del encuentro es francamente positivo por la proximidad que se estableció entre la autoridad aeronáutica y los operadores, empresas, pilotos, etc. que pertenecen al segmento en particular y a la aviación general en un sentido más amplio, ya que las representaciones expresaban problemáticas que excedían a la “aviación ejecutiva”.
Con una organización sobria y un clima llano –más allá de algunas tensiones esporádica– por la naturaleza de los reclamos pendientes de solución que se efectuaron a los altos funcionarios de la ANAC, se podría decir que el convite fue otro paso en la dirección correcta.
En la primera jornada, se realizaron exposiciones de carácter más institucional. La inauguración del encuentro estuvo a cargo del Dr. Rómulo Chiesa, Director General Legal, Técnico y Administrativo de la Administración Nacional de Aviación Civil quien, además, ofició como moderador en los distintos momentos de preguntas que se llevaron a cabo después de cada exposición.
La empresa YPF también realizó una exposición referida a su especialidad en el ámbito de la aviación ejecutiva, su situación actual y su proyección.
A cargo de la Dra. Gabriela Logatto estuvo la exposición sobre el servicio de Tránsito Aéreo y Comunicaciones por parte de la ANAC. Mientras que sobre la normativa RAAC 67 (Certificado de Apitud Psicofisiológica) se explayó la Dra. Rossana Goette.
En representación de lo que tal vez sea la organización más amplia, variada y aglutinadora de la aviación civil, la Sociedad Argentina de Aviación, expuso el señor Carlos Lupiañez, quien realizó una exposición sobre los temas que tal vez sean los más “sensibles” para la seguridad (entendida como safety), la simplificación de las operaciones conforme a la experiencia disponible y, sin ánimo de reducir una completa gama de los puntos tratados, las falencias que se observan en el sistema para la realización eficiente de la actividad aeronáutica productiva. La metodología que utilizó Lupiañez fue muy interesante ya que, a partir de un “caso” hipotético –que no era más que la explicación de lo que ocurre en cada preparación, ejecución y culminación de un vuelo– describir las adversidades a que está sometida la mayor parte de la aviación civil argentina. Sin duda fue uno de los momentos culminantes ya que quedaron al descubierto muchas situaciones que vienen de vieja data y que no deberían continuar si lo que se pretende es facilitar la expansión del sector.
En la reunión también se trataron temas vinculados al Espacio Aéreo del TMA Baires, en este caso la exposición estuvo cargo del vicecomodoro Víctor De Virgilio.
La jornada continuó con el espinoso tema de la reubicación de las operaciones privadas de la aviación ejecutiva que estuvo a cargo del señor Miguel Livi. Este tramo de la Jornadas resultó álgido por la inminente situación de las empresas que deben dejar Aeroparque para ubicarse en otro lugar que, por cuestiones de servicios, sólo podría ser San Fernando. La cuestión desnuda per se viejas asignaturas pendientes que ahora deberán resolverse a la luz de los intereses comunes del sector.
Migraciones no estuvo ausente en las exposiciones y, de la mano del señor Alberto Rubio, se expusieron detalles del control migratorio en su aspecto operativo. Del mismo modo la Aduana expuso su visión del control específico en el sector de la aviación ejecutiva, en este caso el disertante fue el señor Alberto Romero.
Segunda jornada
El día miércoles, en el último día del Taller, se preveía una alocución de la empresa concesionaria Aeropuertos Argentina 2000, pero la misma no concurrió, lo que sin duda fue un desplante para con las autoridades nacionales en particular y el público en general que, si bien no resultó extraña, merecería un análisis profundo. En esta circunstancia ha quedado en evidencia el contraste entre los que desean aportar soluciones y los que son sin dudas uno de los graves problemas que tiene nuestra aviación civil. Dicho sea de paso, los reclamos de todos los participantes no oficiales respecto del monopolio artificial fueron una constante.
A continuación, el señor Carlos Colunga, realizó una exposición que se tituló “Necesidad de Constituir o Recuperar la Cámara del Sector”. Está claro que una cámara empresaria puede ser necesaria como representación de intereses y objetivos de las entidades con fines de lucro, pero fue en esta instancia que se generó un diálogo tenso y a la vez fecundo, acerca de una materia que tal vez no haya sido cabalmente percibida por la ANAC. En ese sentido, el doctor Chiesa mencionó que la Administración Nacional de la Aviación Civil no puede atender reclamos personales sino que necesita interlocutores institucionales que representen a cada sector. Fue allí que desde el auditorio, los responsables de la Sociedad Argentina de Aviación, en este caso Carlos Lupiañez y a su turno, José Vaca, pidieron la palabra para manifestar que la entidad tiene una representatividad muy importante ya que es la voz de un amplio abanico de personas vinculadas a diversas actividades aeronáuticas, algo que la ANAC debería ponderar en su justa medida. Se agregó que era comprensible que las empresas tuvieran una representación específica, pero que la Sociedad Argentina de Aviación tiene en su seno comisiones por especialidad que, si la autoridad aeronáutica así lo requiriera podrían trabajar con la Administración sin ninguna dificultad. Más aún, se recordó la participación de la Sociedad en las reuniones del Consejo Consultivo, las presentaciones realizadas por diversos problemas e, incluso, algunos asuntos que, por consenso con la autoridad, lograron solucionarse.
En esta instancia el señor Rogelio Cirigliano propuso que se discutiera todo lo necesario para utilizar los canales que ya están funcionando, que todo era cuestión de participar dentro de las estructuras existentes y organizarse, pero que la ANAC bien podía considerar como interlocutor válido a la Sociedad Argentina de Aviación más allá de lo que desde el sector empresario se pudiera implementar.
Es de destacar que en la figura del doctor Chiesa la ANAC escuchara con respeto cada concepto vertido por el auditorio y que el clima, tal vez álgido por momentos, nunca abandonara las consideraciones necesarias para que todo corriera por los carriles de las buenas formas.
La empresa de seguros La Holando, tuvo también su momento en la segunda jornada, al exponer distintos aspectos de la especialidad. La exposición estuvo a cargo del señor Juan Contrera y la participación del gerente comercial de la compañía, señor Marcelo Pagniez.
La participación como expositor del señor Rogelio Cirigliano también fue –como la de Carlos Lupiañez, secretario de la Sociedad Argentina de Aviación– ágil y descontracturada, el orador abordó temas inminentemente prácticos exponiendo con claridad problemas que en buena medida podrían solucionarse rápidamente, es el caso de algunas obras que coadyuvarían a que la operación en el Aeropuerto Internacional San Fernando fuera más dinámica, segura y eficiente. Asimismo, se refirió a los problemas en el diseño de la “seguridad” que impone desde hace tiempo la Policía de Seguridad Aeronáutica (PSA). Fueron muchos los tópicos que tuvieron lugar en los planteos de Cirigliano, algunos, con mucho humor, eran reclamos que por efecto de su larga permanencia en el tiempo son crónicos y, paradójicamente, por la urgencia con que se necesita una solución, agudos.
La PSA
Un párrafo aparte merece la participación del licenciado Gustavo Gómez, Director General de Seguridad Aeroportuaria Preventiva, de la PSA. Su participación fue de un enorme contraste con la desconsideración que la anterior gestión encabezada por el Dr. Postiglioni, mostró sin tapujos, a todo el sector de la aviación civil. Gómez, con mesura, cordialidad e incluso humildad, describió los objetivos que tiene la PSA y explicó, con sus más y con sus menos, lo que se entendió como el difícil problema del equilibrio entre libertad y seguridad. Se detuvo por varios minutos intentando demostrar que hay países que tienen medios para ejercer su función de prevención en materia de seguridad sin que esto se pueda observar a simple vista, mientras que en la Argentina, las limitaciones en materia tecnológica llevan a que, a veces, la seguridad sea más física que en otros latitudes. El tema daba para un gran debate que, además, también está sobre la mesa de toda democracia que se precie. Una de las aristas más polémicas de su intervención fue la imprecisión que se observó en materia del concepto de security y safety, el auditorio trató de diferenciar ambas ideas y el funcionario se mostró descolocado, aunque, siempre mantuvo una actitud receptiva respecto de los problemas de su área y convenció, al menos a este cronista, de que la PSA busca una mejora sustancial en sus procedimientos para facilitar el desenvolvimiento de la actividad aeronáutica. Una de las pruebas al respecto –reconocida varias veces por el auditorio– fue la excelente gestión que está llevando a cabo el señor Juan Tulino, jefe de la PSA en San Fernando.
Luego de la presentación del Lic. Gómez, se formaron los Grupos de Trabajo conforme a un esquema temático, que se reunieron por separado para elaborar propuestas unificadas.
Por la ANAC también estuvo presente el Dr. Marcelo Couvin, de la Unidad de Control de Gestión quien, por separado, atendió a Aeromarket para que podamos realizar un reportaje para la edición impresa de julio.
Nuevamente, la ANAC demostró un fuerte compromiso con el diálogo y el deseo de atender los reclamos del sector. Ahora comienza el tiempo para que se implementen –al ritmo que cada problemática demande– las soluciones necesarias.
Los comentarios están cerrados, pero trackbacks Y pingbacks están abiertos.