Se vuelve a pensar en la escasez de pilotos

Tendencia y datos que muestran un crecimiento de la demanda de profesionales • Por Luis Alberto Franco

Pilotos de American Airlines reciben el Boeing 737 MAX recertificado. Foto: American Airlines.

Sin que aún se haya salido de la pandemia hay voces que alertan sobre la escasez de pilotos. Uno de los primeros en advertir sobre la situación fue Scott Kirby, director ejecutivo de United Airlines, al declarar que probablemente habrá escasez de pilotos en los Estados Unidos. Kirby declaró a AXIOS.com que existe una relación directa entre la escasez esperada y una disminución en el ritmo de pilotos y técnicos que se forman en las fuerzas armadas, por lo que debería cambiarse la forma en que United recluta y capacita a sus profesionales.

Lo que sucede es que un buen porcentaje de los pilotos y técnicos de las aerolíneas fueron formados por las fuerzas armadas y de seguridad, lo cual ha sido un problema para esas instituciones que han invertido en una costosa capacitación con recursos de los contribuyentes. El fenómeno es global.

Luego de la Guerra de Vietman y el fin de la Guerra Fría la formación militar de pilotos mermó, por lo que se fue configurando un nuevo desafío para las aerolíneas que comenzaban a transitar el período de mayor expansión de la historia.

Así estaban las cosas cuando irrumpió el SARS-CoV-2, a principios de 2020, para frenar en seco al transporte aéreo de personas y producir una ola de despidos y licenciamiento de miles de pilotos y anticipar la jubilación de los que estaban más cerca de la edad de retiro. Con el correr de semanas que se hicieron meses, y meses que constituyeron un año y más, el escenario se hizo lúgubre sin que se alcanzara a ver “una luz del otro lado”, por lo que muchos profesionales comenzaron a buscar trabajo en otras actividades. Sin embargo, ahora la tendencia parece estar cambiando gracias a la vacunación y a la franca recuperación de los vuelos domésticos en Estados Unidos y entre las américas con una creciente demanda de pasajes y, consecuentemente, personal para operar las aeronaves. Es así que, por ejemplo United, pasó de la decisión –no totalmente ejecutada– de despedir o suspender 16.000 empleados, 3.000 de ellos pilotos, a frenar el proceso a reincorporar o contratar nuevo personal.

Hace unas semanas la consultora Oliver Wyman realizó un estudio sobre la escasez de pilotos para arribar a la conclusión de que la pandemia sólo habría detenido temporalmente la crisis por falta de aviadores profesionales previendo que, entre 2023 y 2025, la constante recuperación del transporte aéreo global demandará alrededor de 50.000 pilotos.

Tal como se está experimentando, las compañías aéreas de América del Norte y Asia-Pacífico, con China a la cabeza, son las primeras en notar que la demanda de pilotos comienza a presionar sobre la oferta.

Los estudios especializados muestran que en América del Norte el envejecimiento de profesionales, y las jubilaciones anticipadas que la prolongada pandemia provocó, atenazan a las aerolíneas que se estima necesitarán unos 12.000 pilotos para 2023.

En lo concreto del día a día, Delta Air Lines acaba de cancelar una considerable cantidad de vuelos argumentando que se vio en la necesidad de tomar esa decisión por no contar con suficientes pilotos para realizar esos vuelos. Otras aerolíneas de los Estados Unidos se vieron obligadas a hacer lo propio en recientes fines de semana porque no pueden completar las tripulaciones. Esta situación se podría prolongar en el tiempo.

Las cancelaciones en los Estados Unidos están decepcionando a los viajeros por falta de opciones de vuelo, retrasos y reprogramaciones que nada tienen que ver con el COVID-19, lo cual bien podría ser otro indicio de firme reactivación.

La semana pasada se hizo pública una carta escrita por John Laughter, jefe de operaciones de la aerolínea Delta, a los empleados de la aerolínea, que en un párrafo decía: “Esta es una noticia emocionante tanto para los pilotos que buscan unirse a Delta como para aquellos de ustedes que ya están en la lista desde hace tiempo, porque significa oportunidades de progreso profesional a medida que continuamos nuestra recuperación, contabilizamos los retiros de pilotos programados y planificamos la expansión de la red”. Lo que Laughter comunicaba es que las operaciones están retomando un ritmo interesante y que las oportunidades de empleo comienzan a incrementarse.

Hoy se sabe que Delta Air Lines contratará a 1.000 pilotos para evitar chocar con la escasez de tripulantes de vuelo el próximo verano. Dado que la espontaneidad no es lo normal en esta industria, lo que busca Delta Air Lines es anticiparse para no tener que soportar una crisis como la del fin de semana largo de las últimas Pascuas, en que la demanda superó sus capacidades por falta de pilotos, lo que bien podría repetirse en el largo receso del próximo Día de Acción de Gracias, en noviembre y las fiestas de fin de año.

A nivel global se esperan 11.000 nuevos aviones que llevarán la demanda de pilotos en los próximos 10 años a 264.000, en esta cifra influye el retiro de profesionales que en muchos países es a los 65 años y la merma de la formación de pilotos militares a la que aludió el ejecutivo de United Airlines. De la señalada cifra se estima que 126.000 de esos puestos deberán ser cubiertos por nuevos pilotos.

En Europa también se recupera la actividad. No caben dudas de que el virus afectó a muchas compañías, incluso se sabe que algunas de ellas han quedado en el camino y otras no lograrán superar la crisis; sin embargo, hay varias aerolíneas que se sostienen e invierten en su futuro. Wizz Air es un claro ejemplo de lo apuntado, ya que en 2020 pudo cumplir con el 81% de su cronograma de vuelos. Además, en lo que va de 2021, abrió 18 nuevas bases. Otra low cost que sigue con proyectos es Ryanair, ya que está operando nuevas rutas y acordó la compra de 75 Boeing 737 MAX de cara al futuro.

Para apuntalar la perspectiva cabe citar otro estudio sobre la demanda de pilotos, en este caso el  de Statista Data Platform, que señala que para 2029 se necesitarán 3.900 pilotos en Europa, 12.352 en Medio Oriente, 20.629 en Norte América y 22.670 en la región Asia-Pacífico. Esta proyección contempla regiones con creciente apertura de mercados y desregulación para la aviación comercial. Cabe subrayar que cuando se mencionan cantidades de pilotos se alude también a otros profesionales que están íntimamente relacionados con la operación aérea, es decir, diversos técnicos que hacen posible el mantenimiento de todo el sistema aerocomercial.

El resto de la aviación, es decir las actividades de trabajo aéreo que no son transporte de líneas aéreas, ha podido sobrevivir gracias a su flexibilidad intrínseca y ciertas necesidades especiales que planteó la propia pandemia. Lo que se estima es que el sector crecerá y demandará pilotos y técnicos con un ritmo superior a 2019 pronto.

Es arriesgado hacer una prospección determinante en materia de necesidades de personal aeronáutico, eso no se debe sólo a que mientras se escriben estas líneas la variante Delta del SARS-CoV-2 preocupa a la ciencia, sin embargo, los científicos más prestigiosos sostienen que la propagación no se podría evitar y que la vacunación completa, e incluso revacunación, son las herramientas imprescindibles para sobrellevar la pandemia actual. De ser así, la normalización de la actividad aeronáutica podría sorprender por su vigor y por su capacidad de resiliencia. En ese contexto la demanda de pilotos y técnicos, dentro de modalidades de contratación razonables y nuevas formas empresariales en gestación estaría asegurada.

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