El brillo no es el usual. La crónica periodística dice que el Salón Aeronáutico de Singapur 2022, que se realiza entre el pasado lunes 14 y el viernes 18, está saturado de controles sanitarios, pero ese problema no tiene punto de comparación con la preocupación que tiene la aviación por la lentitud de la producción derivada del manejo de la pandemia. Subrayamos aquí que nos referimos al manejo y no al virus SARS-CoV-2 porque desde el principio advertimos que las consecuencias de cerrar economías y suspender la vida normal de la manera en que se hizo en la mayoría de los países traería sufrimientos que, aunque aún es difícil probarlo, serán superiores a las historias de terapias intensivas abarrotadas transmitidas millones de veces por las cámaras de televisión y circunspectos presentadores de noticias.
Lo que surge por estos días, y sobrevuela la reunión de Singapur más que las demostraciones de los aviones más novedosos, es que la cadena de suministros está quebrada por la escasez de técnicos y operarios especializados y la producción de componentes como el titanio, los microchips, el acero y hasta el aluminio que se ha ralentizado de un modo tal que imposibilita el ritmo en las líneas de fabricación de aeronaves, a la vez que eleva los precios de todo a niveles que nadie hubiera pronosticado.
Algunos expertos opinan que la posición dominante de Airbus luego de la crisis de los MAX y los problemas del 777X, permitirán al fabricante europeo presionar a sus proveedores para que bajen los precios de los productos y acompañen ritmos de fabricación que permitan cumplir con una demanda sostenida de aviones, sólo faltó que digan cómo podrá lograrse tal cometido si los suministros no se pueden producir a tiempo porque está faltando todo lo que se necesita.
A los problemas de entregas que se registraban antes de la pandemia ahora se le suman restricciones y obstáculos inesperados como los problemas de logística a partir de una crisis por falta de camioneros en distintas latitudes, o dificultades como las que ocurren en la frontera entre Canadá y los Estados Unidos por bloqueos de protestas rayanos en “la rebelión de las masas”.
“Dondequiera que mire en la cadena de suministro, veo problemas”, dijo Gary Lowe, director ejecutivo de Thyssenkrupp Aerospace North America, en una conferencia de proveedores de Estados Unidos en vísperas del Salón Aeronáutico de Singapur 2022. El ejecutivo sintetizó lo que todos comentan de mil formas distintas.
Otro factor que talla en la realidad productiva general y de la aviación en particular, es que la recuperación pospandémica es más veloz de lo que se esperaba y la demanda de aeronaves de fuselaje estrecho ha crecido. Aunque esa posibilidad sí se pronosticaba
por la naturaleza de los viajes y restricciones remanentes de los cuidados sanitarios, la industria no alcanzó a prepararse para escenarios como los que se presentan hoy.
A lo anterior hay que sumar la fragilidad financiera de las empresas, ya que muchas de ellas vienen de una interrupción abrupta y prolongada del flujo de caja. Esto es un obstáculo que se suma para hacer de este embrollo la tormenta perfecta.
Suministros, falta de trabajadores, inflación salarial (y monetaria), caída de la rentabilidad y reservas diezmadas, entre otras variables, son factores perturbadores que no permiten ver la “luz al final del túnel”, sino una realidad que requiere soluciones que en este momento no se estarían encontrando.
Para colmo de males la crisis entre Ucrania y Rusia afecta el sistema financiero y la capitalización de las compañías. De producirse algún conflicto mayor lo primero que occidente hará es aplicar sanciones a Rusia, el gran proveedor de titanio del planeta.
Lo único que se puede hacer es seguir adelante, buscar soluciones y esperar a que la normalidad retorne lo antes posible. Todo está en plena reconfiguración. Hace poco más de un años no se sabía que una vacuna para proteger contra un virus podría hacerse en un puñado de meses. Esperemos que la creatividad y la tecnología permitan que la producción pueda abastecer la demanda de aeronaves y todos los otros productos.
