El pasado 13 de mayo, Boeing recibió una severa carta de la FAA en la que la autoridad aeronáutica civil exige se aumente la cantidad de vuelos de prueba programados para la certificación del avión 777X.
La información ha tomado estado público en las últimas horas a raíz de una nota publicada por The Seattle Times, un diario que por ubicación y tradición suele publicar las noticias más recientes del fabricante aeroespacial norteamericano.
La extensión del programa de pruebas podría demorar la certificación del moderno avión de Boeing que busca reemplazar a los B747 y A380 que ya no se fabrican, se podrían demorar hasta muy entrado 2023 o incluso más.
El problema que más preocupa a la FAA sería el control de vuelo de la aeronave luego de un incidente de brusco cambio de actitud de vuelo sin que los pilotos hubieran intervenido, que se registró durante una prueba de vuelo el 8 de diciembre de 2020.
El diario de Seattle informó que la carta de la FAA tiene la firma de Ian Won, gerente local de la autoridad aeronáutica.
La carta expondría, además del señalado problema de “cabeceo” del avión, que un sistema de aviónica crítico no cumpliría con los estándares regulatorios de la agencia estadounidense que controla la certificación de nuevos aviones y modificaciones sobre los ya aprobados. En ese sentido, tanto el software como el hardware de la aeronave podría presentar problemas que hacen recordar al Boeing 737 MAX y su sistema de compensación de maniobras denominado Maneuvering Characteristics Augmentation System y conocido como “MCAS”.
“El avión aún no está listo”, escribió Won, según The Seattle Times. “Los datos técnicos requeridos para la certificación de tipo no han llegado a un punto en el que parezca que el diseño de la aeronave está maduro (…)”, agregó el funcionario de la FAA.
Luego de los problemas iniciales con el Boeing 787 Dreamliner y los trágicos accidentes de los 737 MAX, la
atención de la FAA sobre el fabricante es sumamente rigurosa.
El 777X, que se basa en el exitoso avión Boeing 777 y sus diversas versiones y actualizaciones, buscaba ocupar un lugar preponderante en la preferencia de las aerolíneas que aspiran contar con un bimotor grande y cada vez más eficiente. En ese sentido el 777X prometía mejorar el consumo en un 10% respecto de los aviones de la competencia.
Para lograr una mayor eficiencia y confort, el 777X introdujo tecnologías innovadoras como el ala de materiales compuestos de cuarta generación con alerones plegables que, con 72 metros de envergadura en vuelo logran la eficiencia aerodinámica que redunda en menor consumo de combustible, sin dejar por ello de adaptarse a la infraestructura de los aeropuertos actuales. Otra novedad que presenta el avión es el motor GE9X.
El primer 777X, que se pensaba poner en servicio en 2020, es el modelo 777-9, que puede acomodar de 400 a 425 pasajeros en una configuración estándar y ofrecer un alcance de 14.075 km.