La Federal Aviation Administration (FAA) sigue de cerca el problema que representan los ataques con lásers a la cabina de los aviones. Si bien disparar un láser a una aeronave está sancionado por multas elevadas y acciones penales, los incidentes siguen incrementándose.
Apuntar con un láser a una aeronave representa un serio riesgo para la seguridad aeronáutica, por eso, tanto la Administración Federal de Aviación (FAA) como el Departamento de Transporte de EE. UU. han desarrollado un software que identifica tendencias y registra las áreas geográficas en que se producen los ataques, los datos per cápita y la fecha y hora del día en que se producen los incidentes. Según los datos disponibles, los golpes de láser se vienen incrementado constantemente desde 2010. La FAA está compartiendo la información relevada para llamar la atención sobre la alta tasa de impactos láser en aviones y la peligrosidad subsecuente.
“Apuntar con un láser a un avión puede cegar temporalmente al piloto, pero no sólo afecta a la tripulación, sino que pone en peligro a los pasajeros y las comunidades sobre las que sobrevuelan todas las noches”, dijo el administrador de la FAA, Steve Dickson.
Los disparos de láser aumentaron en 2020 a pesar de la disminución de vuelos por la pandemia COVID-19.
Los pilotos denunciaron a la FAA 6.852 golpes de láser el año pasado, lo cual es un gran incremento si se compara con los 6.136 incidentes en 2019, cuando las operaciones aéreas estaban en su récord histórico. El número de ataques reportados en 2020 fue el total anual más alto desde 2016.
En los Estados Unidos las personas que disparan rayos láser contra aeronaves enfrentan multas que llegan a los USD 11.000 por infracción y hasta los USD 30.800 por múltiples incidentes con láser. La FAA ha emitido USD 600.000 en multas desde 2016, USD 120.000 del monto total corresponden a 2021. Los infractores también pueden enfrentar sanciones penales establecidas por leyes federales, estatales y locales.
La FAA permanece alerta para crear conciencia sobre los peligros de apuntar con láseres a las aeronaves y alienta al público a denunciar la detección de rayos láser a esa agencia y a las autoridades locales.
Aunque en la Argentina este modo de ataque no está muy difundido –seguramente por lo poco que se vuela– es importante que se establezcan normas que sancionen severamente este tipo de acciones contra las aeronaves. Está claro que en importantísimos aeródromos como el Presidente Rivadavia, en Morón, provincia de Buenos Aires, hay ataques salvajes contra las aeronaves con piedras, pero eso, que hoy está más o menos controlado por la presencia policial, parece ser parte de otro problema.
Fuente: FAA.