La Administración Federal de Aviación (FAA) continúa investigando junto a Boeing ciertas fallas en conexiones eléctrica en el cockpit de los Boeing 737 MAX. El problema, que origino una Airworthiness Directives (AD) de la FAA , afectaría a 106 aviones, 71 de los cuales son de aerolíneas de los Estados Unidos.
El fabricante detectó que ciertos cambios de diseño de los paneles de soporte metálico que no tendrían una descarga a tierra lo suficientemente confiable para evitar una exceso de electricidad en el sistema que protege en caso de formación de hielo en el motor de la aeronave, lo cual podría derivar en la pérdida de funciones y/o otros efectos simultáneos que se registran en la cabina de vuelo.
Boeing había alertado a 16 clientes y operadores del 737 MAX 8 y 9, el 8 de abril pasado, para que se retiraran del servicio los modelos identificados hasta precisar la naturaleza del problema y diseñar su solución.
El señor Ivan Gale, funcionario de Prensa de Boeing, dijo ante una consulta de Aeromarket por correo electrónico lo siguiente: “Apoyamos plenamente la directiva de la FAA para abordar los problemas eléctricos identificados en ciertas ubicaciones en la cabina de vuelo de aviones 737 MAX identificados. La información de BOEING llegó luego del cierre del Aeromarket Review (4 de mayo).
Desde la aprobación de la FAA para devolver el 737 MAX a las operaciones en noviembre de 2020, Boeing ha entregado más de 85 aviones 737 MAX y 21 aerolíneas y aprestan servicios con el avión, dijo la compañía en sus resultados de ganancias del primer trimestre de 2021 publicados hace unos días.
Respecto del problema eléctrico, el propio CEO de Boeing, David Calhoun, se refirió a ellos en línea con la gacetilla de prensa del fabricante.
Hasta el momento la FAA no informó la aprobación de ningún boletín de servicios.