El final feliz de la historia de las escuelas de vuelo que debieron dejar el sector usurpado del aeródromo Presidente Rivadavia (MOR), es que la solución que propuso la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y el esfuerzo de las escuelas fue coronado hoy, casi a las 16 horas, con la inauguración un nuevo sector en lo que fueran las instalaciones de la ex empresa CATA.
Con una importante inversión, coordinación y no poco trabajo “a pulmón”, unas seis escuelas abrieron sus oficinas y aulas al público.
Estuvieron presentes en el acto, el titular de la ANAC, Ing. Juan Pedro Irigoin, el responsable de la Dirección General de Infraestructura y Servicios Aeroportuarios, Licenciado Alejandro Alvarez, directores de escuelas, pilotos y público en general. Previo al tradicional “corte de cintas”, el Ing. Irigoin manifestó su satisfacción por el logro mancomunado entre la autoridad aeronáutica y el sector privado, y subrayó la importancia que el actual gobierno asigna a la educación, en este caso, la educación aeronáutica. “Estamos en el quinto lugar en términos de actividad aeronáutica en Latinoamérica y el país tiene que volver a los niveles de actividad que le corresponden, el crecimiento que buscamos demandará muchísimos pilotos, por eso la formación y capacitación de profesionales es una prioridad para esta administración”, dijo Irigoin.
A su turno, Carlos Lupiañez, Presidente de la Sociedad Argentina de Aviación y socio activo de la Cámara Argentina de Escuelas de Vuelo, destacó la colaboración y solución que proporcionó la ANAC y el trabajo que se realizó para poner en valor el edificio temporalmente facilitado.
Las instalaciones quedaron realmente muy bien, lo que hasta hace pocas semanas era un edificio abandonado, es hoy un lugar recuperado para la actividad aeronáutica. Todo un símbolo de épocas que de a poco van cambiando para mejor.
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