En una jornada que no reviste antecedentes en la Provincia de Buenos Aires, se reunieron los jefes de aeródromos con las autoridades aeronáuticas para informar, evaluar y hacer una devolución a cada uno de los requerimientos que surgieron en el encuentro. El mismo estuvo presidido por Subsecretario de Gestión y Logística, Ing. Pedro De Las Barreras y por el Director Provincial de Aeronavegación Oficial y Planificación Aeroportuaria, Fernando Sivak.
Estuvieron presentes la mayoría de los Jefes de Aeródromos de los 53 que dependen del Gobierno Provincial. También asistieron algunos intendentes y presidentes de aeroclubes. La actividad se desarrolló en el SUM de Casa de gobierno. Allí se dieron plantéos y preguntas relacionados a cada realidad, que se ajusta a la situación particular de los Aeródromos.
La provincia de Buenos Aires cuenta con 53 aeródromos bajo la órbita del Gobierno, y si bien el único que hace varios años no está operativo es el de Junín, lo cierto es que todos, en mayor o menor medida, necesitan una inversión millonaria para funcionar correctamente. “La inversión que debería hacerse es monstruosa, porque si bien la mayoría opera, muchos han bajado de categoría”, aseguró a DIB el director Provincial de Aeronavegación Oficial y Planificación Aeroportuaria, Fernando Sivak. Y puso como ejemplo que para poner en condiciones la pista en Junín habría que desembolsar más de 16 millones de pesos.
Según explicó el funcionario, ninguno de los aeródromos bonaerenses mejoró su situación en la última década, y por eso en el encuentro los jefes locales de cada una de estas terminales plantearon sus necesidades. “El objetivo es hacerlos sustentables y llevarlos a que estén entre los más importantes a nivel nacional o regional”, dijo. Aunque reconoció que para los que están en un segundo escalón, la idea es que “desarrollen o profundicen actividades deportivas” que posibiliten su financiamiento.
Sivak destacó que en la actualidad el ingreso de fondos está vinculado con el alquiler de hangares, actividades privadas o el arrendamiento de hectáreas para la siembra de soja. “La idea es seguir trabajando juntos con los jefes para determinar las prioridades de cada aeródromo”, concluyó.
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