Con los finalistas de “Fly Your Ideas” 2011
Del 15 al 18 de octubre, se realizó en Buenos Aires, la edición del Foro Mundial de Educación en Ingeniería, WEEF 2012, con la colaboración de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), el Consejo Federal de Decanos de Ingeniería (CONFEDI) y el auspicio de entes gubernamentales y, entre otros, el fabricante de aeronaves comerciales Airbus.
El objetivo del WEEF es definir políticas que aporten al desarrollo sostenible y a la inclusión social desde la educación y el fomento de la ingeniería en todo el mundo. Al encuentro asistieron más de 300 estudiantes y unos 700 miembros del personal académico de gran cantidad de países.
Es la primera vez que WEEF se desarrolla en la Argentina y en la oportunidad Airbus se hizo presente en Buenos Aires para impulsar su concurso Fly Your Ideas 2013 a través de un taller al que concurrieron más de 100 estudiantes de diversos países y decenas de delegados académicos.
Una de las particularidades de la participación de Airbus en WEEF 2012, fue la presencia del equipo Cóndor, de la Universidad Técnica Federico Santa María, de Chile, que alcanzó a ser finalista en la pasada edición del concurso del fabricante europeo de aviones.
Aeromarket estuvo con los cuatro integrantes del equipo: Nicole Batarce, Javier González y Hans Schuler, además del profesor –y guía por la universidad– el Ing. Rodrigo Suárez, con quienes conversamos sobre sus vivencias durante el certamen.
Aeromarket – ¿Cómo llegan al programa, cómo se organizaron y fueron sumándose a este sueño llamado Fly Your ideas?
Nicole Batarce – Bueno, en la universidad había “flyers” que informaban sobre el concurso, pero nadie parecía estar interesado, así que yo fui y hablé con mi profesor (Rodrigo Suárez) y le dije: “profe, está este concurso, me parece súper interesante ¿qué opina usted? podría ser quien nos guíe, el mentor que elegiría, y el me dijo: ¡Ya, vamos al concurso, consíguete el resto del “team”! Y ahí fue que comencé… la verdad es que no me costó mucho pensar en el resto de las personas porque sabía que quienes están aquí conmigo hoy, que son sumamente inteligentes, aplicados, proactivos y los mejores técnicos aeronáuticos que yo he conocido en la universidad, además de amigos con quienes habíamos trabajado juntos en otra oportunidad, eran los indicados, así que les conté de la idea y se sumaron. Tuvimos una cantidad muy grande de reuniones …
– ¿Sus trabajos habían sido en el ámbito académico o afuera de la universidad?
N. B.: – Habíamos trabajado en el Centro de Estudiantes de la universidad , ahí siempre son cosas extra programáticas así que sabía que teníamos conexión.
Aeromarket (al profesor): – ¿Entonces, ingeniero, ahí comienza su intervención?
Rodrigo Suárez: –Bueno, yo había llegado hacía relativamente poco a la Academia de Ciencias Aeronáuticas, de la universidad, que es un área que está creciendo mucho, había trabajado con Nicole y otros alumnos y sucede esto: Nicole entra y me cuenta su inquietud, así que dije “excelente, qué bueno, interesante y la idea fue desde entonces seguir con esto hasta donde llegásemos. Luego Nicole me presentó a sus compañeros, Javier y Hans, se armó “team”, nos postulamos y partimos a buscar la mejor idea, así comenzó a fluir todo.
– Ese punto ¿Cómo surgió la “idea”, cuál fue la secuencia?
R.S. – Hubo muchas ideas, analizamos los pro y contra. Las fuimos poco a poco seleccionando y nos quedamos con una que era la de aprovechar el descenso de una aeronave para generar energía, cuando el avión se “deshace” de la energía que lo mantiene en vuelo aprovechar ese momento para generar electricidad …
Hans Schuler: – … muy básicamente, lo que presentamos fue que al descender la aeronave el flujo mueve un rodillo que genera electricidad. Pensamos en la energía que se consume al ascender pero sin recuperar nada al bajar, así que por ahí paso la idea básica.
– ¿Cuánto trabajaron?
N. B.: – Estuvimos seis meses en total. Ellos son de Santiago y yo de Valparaíso, somos de carreras distintas y venía la época de vacaciones …
R. S.: – Vacaciones para Chile, pero en Europa seguían trabajando, así que al principio hubo que hacer mayores sacrificios.
N. B.: Así que todos los fines de semana yo viajaba a Santiago y nos poníamos a trabajar, teníamos que utilizar muy bien el tiempo, pensar todos los detalles, porque en la semana todos estudiábamos para nuestra carrera.
– ¿Cuáles son sus especialidades?
Javier González: – Nosotros (por Hans y él) estudiamos del 2008 al 2010 en la Academia de Ciencias Aeronáuticas, somos técnicos en mantenimiento aeronáutico, Nicole, estaba en ingeniería en aviación comercial pero se cambió a ingeniería civil mecánica, por lo tanto estábamos separados desde hacía un tiempo pero nos conocíamos muy bien y veníamos de la misma Academia de Ciencias Aeronáuticas y sabíamos lo que nos gustaba y nuestros objetivos.
– ¿Cómo vivieron un proceso tan selectivo como “Fly Your Ideas”?
H. S.: – Es entretenido … es emocionante estar desarrollando el proyecto. Hay una fase que es la de presentar una idea general para ver si es viable o interesante para el mundo aeronáutico; luego se pasa a la siguiente etapa que es desarrollar el proyecto en sí, algo que resulta entretenido porque hay que investigar, ir aprendiendo, averiguar y descubrir cosas que uno no conocía y al final enviar el proyecto y estar expectante por la respuesta. El resultado vendría en diez días, así que horas antes del plazo prendimos el computador para ver qué pasaba con el listado, si habíamos quedado o no, eso fue excitante … Saber que uno compite con grandes universidades del mundo, Europa, Estados Unidos, Asia, pero ahí es cuando uno se da cuenta que aunque se esté en un país más chico, con menos recursos monetarios en lo que es investigación, se pueden hacer cosas grandes igual; “creerse el cuento” como quien dice, es parte de lo que resulta realmente entretenido.
N. B.: – En nuestra universidad tenemos elementos que pudimos usar, por ejemplo tenemos un túnel de viento donde pudimos hacer nuestras pruebas, también buenos profesores que prestaron laboratorios aeronáuticos para hacer los pequeños prototipos y maquetas, así que en realidad tuvimos un gran apoyo de nuestra universidad. Hay que ver que trabajábamos sábado y domingo que son días que no hay nadie en la universidad, así que nos dieron la llave del laboratorio, confiaron mucho en nosotros y nuestras capacidades.
– ¿Cómo es la interacción con Airbus?
H.S.: – Cuando comenzamos éramos unos 300 equipos compitiendo o algo así, luego quedamos unos 80 para la segunda ronda, en esa instancia nos fue asignado un ingeniero de Airbus que trabaja allí normalmente es decir que no tiene que ver directamente con el programa; ellos tuvieron la gentileza (o casualidad) de asignarnos un ingeniero español, con él iniciamos una amistad muy linda; durante todo el proceso estuvo con nosotros a través de conferencias telefónicas en fin, diría que en contacto permanente. El acompañamiento que lleva el concurso es muy importante para lograr el éxito, durante todo el tiempo que dura el programa surgen dificultades y se buscan soluciones, ahí la interacción es fundamental.
– Ingeniero ¿como docente nos podría decir qué significó para ustedes y para los que no participaron del equipo Cóndor esta experiencia?
R. S.: – Bien, fríamente hablando, al principio muchos decían “están perdiendo el tiempo, qué van a competir con Europa, Estados Unidos, estudiantes de doctorado de Suecia, Gran Bretaña…”, luego cuando pasamos a la segunda etapa se decía “bueno, pero esa idea no es nueva, los autos de carrera frenan y generan electricidad … no van a llegar a ninguna parte…”, pero también comenzó a surgir un grupo de gente que nos apoyaba, nos alentaba, felicitaba al grupo por lo que estaba intentando; cuando el equipo fue seleccionado, todo el mundo quería estar en la foto. Lo que podemos señalar es que todos los alumnos quedaron muy entusiasmados después del éxito y ahora muchos están preguntando “¿cómo podemos concursar?, ¡ y eso es positivo!
J. G.: – Nosotros ahora queremos difundir esto, cuando ingresamos al concurso teníamos en claro que se trataba de innovación, que podíamos hacer “volar” nuestras mentes, pero no vimos el real objetivo de esta competencia y lo que tiene como muy interesante es que a una empresa gigante como es Airbus le importan las ideas que tienen estudiantes de primero, segundo o cuarto año, esto es algo que no se ve mucho en las compañías y es algo que ojalá se pueda repetir en otros sectores e industrias. Esto es lo que queremos trasmitir ahora a otros estudiantes, muchos creen que hay que tener estudio súper acabados y una idea probada y comprobada y contar con muchísimos recursos, pero no es tan así, el tema es que puedas desarrollar tu idea y con simples procedimientos o principios puedes lograr mucho y a Airbus eso le interesa.
– ¿Ustedes, los participantes primarios del equipo, ya son ingenieros?
H.S.: – No, somos técnicos y estudiantes de la universidad.
– ¿Qué impacto laboral o beneficio están recibiendo por lo logrado?
J. G.: – Yo ahora he dejado la universidad, ya terminé mi plan de estudios, sólo que no estoy titulado todavía, y debo decir que sí me ayudó, ahora trabajo en otra área, que no es muy afín a la aviación, estoy en la industria de la automatización, pero puedo decir que cuando se supo sobre estos antecedentes me resultó de gran ayuda.
R. S.: – A ellos les falta terminar con una etapa, que es la premiación: la posibilidad de hacer una práctica de trabajo por seis meses en cualquiera de las instalaciones de Airbus alrededor del mundo, así que en el momento que cuando la carrera se los permita o pida, ellos van a postular para ir a Tolouse (Francia), China, Hamburgo, en fin, a cualquiera de los lugares en que Airbus tiene instalaciones; eso va a ser un gran impulso para sus carreras.
– ¿Tienen visto por dónde seguirá cada uno respecto de esa oportunidad?
J. G. – En mi caso, me interesa todo lo que tiene que ver con aviónica, electrónica, todo lo que son sistemas de computacionales para el manejo de la aeronave.
H. S. – A mí me gusta mucho todo lo relacionado con pruebas estructurales, el diseño de nuevas estructuras y nuevos materiales. Airbus nos estimula a revisar las ofertas que tiene para que veamos cuál es la que más se acerca a nuestros intereses y posibilidades. Siempre están cerca para ver qué es lo que queremos …
– ¿Y a ti Nicole?
– A mi me gusta el área de mecánica y también la termodinámica, aerodinámica, mecánica de fluidos, me gustaría ir a Toulouse.
– Ing. Suárez ¿Cuál a sido la reacción entre los profesores?
– Llevo, como decía al principio, muy poco en la universidad. Cuando se llegó a donde llegamos hubo un gran reconocimiento de la universidad y gran interés por fomentar este tipo de actividades. La Universidad Técnica Federico Santa María, en general, tiene mucha participación en todo lo que sea innovación pero esta fue la primera incursión en el área de aeronáutica, antes trabajó en innovación en arquitectura, computación, otras áreas; pero le tocó a la aeronáutica ser la primera en programas tan particulares como el de Airbus y de hecho se está expectante por lo que podría venir ahora. Concursamos para editar un libro y explicamos lo que pasó con todo este proceso y ganamos, actualmente estamos por lanzar en la primera semana de noviembre la primera edición de “Sin fondos: cuatro miradas para una misma aventura”. En la obra, cada uno explica su experiencia en forma directa, fácil de leer y hasta emocionante y, sobre todo, inspiradora para otros estudiantes. Más que un libro técnico es el relato de cómo vivió cada uno este proceso.
– ¿Qué mensaje adicional desearían darle a los estudiantes lectores de Aeromarket?
H. S. – Quisiera que los estudiantes supieran que ya está abierta la inscripción para la edición 2013/ 2014 de “Fly Your Ideas” y que para comenzar no se necesitan más que escribir 300 palabras que expliquen una idea que, les aseguro, puede llegar muy lejos. Tengan en cuenta que no es necesario ser estudiante de aeronáutica, en 2011 llegaron a finalistas estudiantes de economía, las ideas para ayudar al medio ambiente, para ayudar con el negocio, a la experiencia con el pasajero, entre otras, pueden resultar atractivas para esta industria. Cualquiera puede visitar la página www.airbus-fyi.com e interiorizarse sobre el programa.
El entusiasmo de Hans, Javier y Nicole los desbordan saludablemente, nos entregan unas tarjetas promocionales del programa ante la mirada cómplice del ingeniero Rodrigo Suárez.
Salimos del Hilton de Buenos Aires con la esperanza de quien ha estado con la generación que están asumiendo la conducción hacia el futuro, con la refrescante alegría de saber que hay jóvenes que se esfuerzan por alcanzar metas sin importar el tamaño del desafío, en definitiva, con la expectativa de que el tesón se multiplique por todas las latitudes.
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