El Reino Unido por el camino del hidrógeno

Según Heathrow Airport, el Reino Unido podría ser un líder mundial en la economía del hidrógeno y cero emisiones.

El electric-hydrogen Britten-Norman Islander, de Cranfield Aerospace Solutions. Foto: Cranfield Aerospace.

El Reino Unido podría ser un líder mundial en la economía del hidrógeno, si logra establecer una estrategia nacional para el uso de ese elemento como combustible, lo cual será fundamental para enfrentar los desafíos futuros de suministro, distribución y costos para la aviación.

Al comenzar COP 27 (la 27º Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se lleva a cabo del 6 al 18 de este mes), un consorcio de aviación del Reino Unido integrado por tres aeropuertos (Heathrow, London City, Highlands e Island Airports), tres fabricantes (GKN Aerospace, Rolls-Royce, Cranfield Aerospace), tres instituciones académicas (UCL, Cranfield y Southampton) apoyado por Deloitte y tres aerolíneas (easyJet, British Airways y Loganair), ha publicado el estudio más completo que se haya producido hasta la fecha sobre el potencial de un futuro libre de carbono, vía el uso de hidrógeno, para la aviación nacional del Reino Unido para 2040. Al menos ese pronóstico es lo que las investigaciones han revelado como potencial para los aviones alimentados con hidrógeno que revolucionarán el futuro del vuelo.

 

 

El concepto de aviones alimentados con hidrógeno, desarrollados por GKN Aerospace y Rolls-Royce como parte de un estudio comercial, indican que los aviones que transportan entre 40 y 90 pasajeros, y vuelan a una distancia de 1.400 millas náuticas (2600 km), podrían volar las rutas nacionales del Reino Unido y parte de Europa a finales de la próxima década, sobre la base de un modelo desarrollado por el sector académico UCL.

Los primeros vuelos alimentados con hidrógeno en aviones pequeños modificados, como el que está desarrollando Cranfield Aerospace, podrían ser posibles en el Reino Unido dentro de cuatro años, es decir, 2026, especialmente entre la región continental y las comunidades insulares.

 

 

El Aeropuerto de la Ciudad de Londres, cuya operación ya está fuertemente enfocada en vuelos regionales, tiene el potencial de operar una red nacional de cero emisiones entre 2035 y 2040.

Para 2040, el único aeropuerto central global del Reino Unido, Heathrow, podría recibir aviones de cero emisiones de 90 asientos de los aeropuertos de todo el Reino Unido.

 

 

Además de generar un beneficio de reducción de carbono, el análisis de la Universidad de Southampton sugiere que los aeropuertos como Inverness y London City, que tienen una alta posibilidad de operar con aviones impulsados por hidrógeno, también podrían ver una reducción general del ruido, lo que beneficiaría a las comunidades locales.

Según el modelo de la Universidad de Cranfield, el período entre 2035 y 2040 es cuando los aeropuertos más grandes necesitarán contar con la infraestructura necesaria para manejar grandes cantidades de hidrógeno líquido. Según las estimaciones, el aumento de la demanda de este combustible sería del l 68 % anual.

Para 2035, con la entrega potencialmente realizada a través del río Támesis, la ciudad de Londres podría necesitar instalaciones de almacenamiento para acomodar una demanda anual proyectada de 1.000 toneladas de hidrógeno y para 2040, la demanda anual potencial sería de 90.000 toneladas. Para que todo funciones adecuadamente, Heathrow deberá considerar las redes de distribución de hidrógeno en el sitio y una posible instalación de licuefacción para evitar la entrega por carretera.

El informe dice que el sector de la aviación del Reino Unido podría requerir para 2040, hasta 300.000 toneladas de hidrógeno verde para satisfacer la demanda, las cuales aumentarían aún más a medida que se sumen aerolíneas y se adapten o cambien los aviones.

Para lograr estas metas, el consorcio recomienda una revisión cruzada de todos los sectores de la industria involucrados para analizar cómo la aviación encaja en la estrategia nacional de hidrógeno. Con Alemania invirtiendo 8.000 millones de euros en 62 proyectos de hidrógeno a gran escala, y Francia 7.200 millones de euros en el desarrollo de hidrógeno renovable y bajo en carbono, está claro que la competencia para liderar en este espacio ya está en marcha.

Pero dada la rica historia, la escala del mercado, la capacidad industrial y la cultura de la innovación, es en la aviación comercial donde el consorcio cree que el Reino Unido puede convertirse en un líder mundial.

Al comentar, la directora de estrategia de Cranfield Aerospace Solutions, Jenny Kavanagh, dijo:

“El objetivo de este proyecto era determinar si un sistema de aviación libre de carbono podría ser económicamente viable en el Reino Unido. La respuesta a esa pregunta es sí, es posible y está a nuestro alcance lograrlo. La transición hacia un vuelo con cero emisiones de carbono llevará tiempo, pero es un proceso que debe comenzar, y está comenzando, ahora. Nosotros, en el consorcio, estamos listos para trabajar con el gobierno, la industria y los socios de todos los sectores a nivel mundial para que podamos enfrentar el desafío”.

Fuente: Hethrow Media Centre, Cranfieldaerospace y UCL.

 

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